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Bronca entre juez, fiscal y defensa en un juicio por kale borroka

Un abogado se va de la sala después de que la fiscalía se retractase de un acuerdo

P. ÁGUEDA / A. VÁZQUEZ

Uno de tantos juicios en la Audiencia Nacional contra grupos de kale borroka derivó ayer en una bronca a tres bandas entre juez, fiscal y los cinco abogados defensores. Uno de ellos, Zigor Reizabal, abandonó la Sala, no antes de ser duramente reprendido por el presidente del tribunal, Alfonso Guevara.

Los cinco abogados de la defensa no prepararon la estrategia sus 15 representados porque habían alcanzado un acuerdo previo con el fiscal Luis Barroso para la rebaja de condenas. Pero, según fuentes fiscales, el representante del ministerio público no informó hasta esa misma mañana a su jefe, Javier Zaragoza, quien se opuso.

Las defensas aseguran que el acuerdo ofrecido por Barroso incluía que las penas por integración en organización terrorista, por las que el fiscal pedía inicialmente seis años, se convirtieran en 15 meses de prisión, con suspensión posterior de la pena, o alternativamente en una multa de dos años a razón de cinco euros al día. Ante el inusual cambio de criterio del fiscal, los abogados alegaron indefensión y pidieron un aplazamiento, lo que fue denegado por Guevara.

Y ahí comenzó el desfile de interrupciones, ironías y gritos por parte del presidente del tribunal. 'Es una metedura de pata', recriminó primero a los abogados, por haber desperdiciado cinco meses desde la presentación del escrito de acusación. 'También podían esperar que este humilde magistrado que les habla hubiera fallecido', apostilló.

El desconcierto cundía entre los letrados, todos habituales en juicios a miembros de ETA, que hablaban entre ellos para acordar una salida airosa. '¡Y no interrumpan más la vista!', atronó entonces la voz del juez. 'Con absoluto respeto y apelando a su benevolencia...', intentó el letrado Joseba Elosua, al que el juez cortó para ordenar al fiscal que iniciara el primer interrogatorio.

El tono mortecino del fiscal Barroso se interrumpió con un nuevo grito: '¡Guarden silencio. Lo he advertido ya! ¡Parece que me quieran alterar. Es una falta de respeto al ministerio fiscal!' Fue entonces Reizabal quien comunicó su intención de abandonar el juicio. El juez ordenó por ello informar al presidente del Colegio de Abogados de Madrid 'en cuestión de segundos', por si cupiera sanción. 'No es un acto de desobediencia...', trató de justificarse el letrado antes de dejar la sala entre los gritos del juez ordenando silencio.

La madre de Diego Armando Estacio, fallecido en el atentado de la T-4 en mayo pasado, ya sufrió en mayo el temperamento de Guevara. Entonces, los abogados de la acusación particular se quejaron de 'falta de sensibilidad' del juez.

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