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Bono: "No soportan que sea socialista y cristiano"

Habla ante el Grupo Socialista de su patrimonio y señala al PP como culpable de la 'persecución'

I. ADURIZ / G. LÓPEZ ALBA

El presidente del Congreso, José Bono, quiso sentir ayer de cerca el apoyo de los suyos en medio de la polémica por su patrimonio y acudió a la reunión semanal del Grupo Socialista, a la que no había asistido nunca con anterioridad dado su cargo institucional. Durante su breve alocución, Bono aseguró que los que cuestionan el origen de sus bienes 'no soportan que sea socialista y cristiano, ni que sea tan español como el que más pero sin caspa, ni que sea tan firme en la lucha contra el terrorismo'.

Este lenguaje ampuloso provocó el rechazo de algunos de los parlamentarios que no dudaron, en cambio, de la 'honradez' del presidente del Congreso. Bono señaló, como causa principal de la 'persecución', el intento del PP de destruir su imagen en Castilla-La Mancha para desgastar las opciones electorales del PSOE y facilitar las aspiraciones de la presidenta de los conservadores de esa región y número dos del PP nacional, María Dolores de Cospedal.

Los diputados socialistas están 'convencidos de su honradez'

Cuando acabó su discurso, los diputados aplaudieron a Bono, pero ninguno de ellos tomó la palabra para expresarle su apoyo. Él salió contento porque sus compañeros habían sido 'muy amables y muy cariñosos'. 'No nos ha tenido que convencer porque ya estábamos convencidos de su honradez', explicaron, por su parte, algunos parlamentarios del PSOE a la salida de la reunión.

Bono ha admitido a este diario que su familia acumula un patrimonio superior a 6,5 millones de euros, pero también ha subrayado que el origen del dinero 'está perfectamente acreditado', ya que proviene de sus ingresos personales, de los de su mujer, de los beneficios de sus empresas, de la venta de algunos bienes y de las hipotecas utilizadas para su financiación.

El PP presenta un tercer escrito en la fiscalía para que investigue a Bono

Desde el PP no le creen y siguen intentando relacionar la polémica con la trama Gürtel. El responsable de Comunicación del partido, Esteban González Pons, estableció ayer un paralelismo entre el caso de Bono y la implicación del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, tocado de lleno por el escándalo de corrupción. Utilizó para ello una información de El Confidencial, que apuntaba que Bono había recibido 'varios caballos' como obsequio por parte de un empresario. Pons consideró inexplicable que si 'te regalan cien caballos no te pasa nada', pero si el obsequio son 'tres trajes de una tienda menor como es Milano, te empapelan'.

Pons obvió que el sumario de la trama también apunta a la posible financiación irregular del PP valenciano, al fraccionamiento ilegal de contratos adjudicados por la Generalitat valenciana a empresas de la trama y a las presuntas irregularidades cometidas por el Ejecutivo autonómico durante la visita del Papa a Valencia en 2006. La portavoz parlamentaria de los conservadores, Soraya Sáenz de Santamaría, también intentó equiparar ambos casos al asegurar que 'la corrupción afecta a todos los partidos'.

La pasada semana, la Fiscalía General del Estado no atribuyó 'conducta delictiva alguna' a Bono en relación a los escritos que había presentado el PP sobre su patrimonio. Pero, ayer, los conservadores remitieron un tercero reclamando, otra vez, la actuación de la Fiscalía Anticorrupción. Los conservadores se limitaron a aportar fotocopias de informaciones periodísticas publicadas que, según ellos, aportan 'conductas y hechos que podrían ser constitutivos de delito'.

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