Bernardino León diseña la agenda exterior de Zapatero
El presidente proyecta ir dos veces a la Casa Blanca y recibir la visita del presidente de EEUU otras dos. Además, Viajará más a África y a Asia y sitúa Bolivia en las prioridades de América Latina.
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El próximo jueves, el presidente del Gobierno inaugura la agenda internacional de su segunda legislatura. Pero hay un antes y un después en el diseño de ésta y habrá un antes y un después, también, en la forma en que se mueva el jefe del Ejecutivo en los foros internacionales y entre los dirigentes mundiales. Seguramente, tampoco asistiremos a una reedición de la foto del solitario Zapatero en Bucarest, apartado de la conversación que mantenían el resto de dirigentes de la OTAN en torno a George Bush.
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Hay un antes y un después desde el pasado domingo 20 de abril, cuando el jefe del Ejecutivo comunicó por teléfono a un sorprendido Bernardino León que lo quería a su lado, muy cerca. En Moncloa y en sus viajes por el mundo. Zapatero ofrecía así al diplomático malagueño la Secretaría General de Presidencia, a pesar de que el ministro Moratinos ya lo había confirmado públicamente en su cargo de secretario de Estado de Asuntos Exteriores y en su condición más poética de alter ego. Ahora, Bernardino León diseña la agenda internacional de Zapatero con la intención de reforzar con coherencia la actividad exterior del presidente y el hecho de que España sea la octava potencia económica del mundo.
Las dos prioridades - Unión Europea (UE) y América Latina- no cambian, si bien se refuerzan. España presidirá la UE el primer semestre de 2010 y el diseño de los fastos para dar el país la categoría de corazón de Europa-como dijo la vicepresidenta en el Congreso el pasado miércoles- ya han comenzado. Moncloa cuenta con la eficaz ayuda del antecesor de Bernardino León en su puesto actual, Nicolás Martínez-Fresno, que ha sido nombrado alto representante para la presidencia española de la UE, y con la no menos efectiva labor de Diego López Garrido en el Ministerio de Asuntos Exteriores. El nuevo secretario de Estado para la UE, un "europeísta convencido", en sus palabras, trabaja ya con sus homólogos de la Unión para dar "toda la fuerza posible a este acontecimiento en España" aseguran desde Exteriores.
El primer viaje de Zapatero tras su segunda victoria electoral no será a Rabat, como marca la tradición, sino a Brasilia, en donde se reúne con Lula el jueves 15, y a la Cumbre UE-América Latina-Caribe, que se celebra en Lima los días 15 y 16. Además, hay tres asuntos prioritarios para esta legislatura: la transición de Cuba y las crisis de Colombia y Bolivia. La máxima del Ejecutivo para resolver conflictos enquistados, como los dos primeros, es "la política de diálogo y derechos humanos" y el papel principal de España bajo esta premisa no es nuevo en Cuba y Colombia. Hoy, el de Bolivia, sí. "La labor que está haciendo el Gobierno ahora en pro de una resolución positiva del conflicto separatista que trae de cabeza a Morales es fundamental", cuentan en ámbitos diplomáticos. Zapatero sigue de cerca el trabajo que recae, sobre todo, en la Secretaría de Estado para Iberoamérica de Trinidad Jiménez. La agenda del presidente se abre así más a la región andina.
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Estos cuatro años no pudo ser y en Moncloa reconocen el error de haber creado tantas expectativas y centrado una parte importante de la actualidad internacional del presidente en lo que pueda decir Bush sobre España y en la posibilidad o no de hacerse la foto con el inquilino en retirada de la Casa Blanca.
De la aproximación de Rodríguez Zapatero al que será nuevo presidente de EEUU se ha encargado personalmente León desde que se dio el pistoletazo al larguísimo proceso preelectoral que tiene lugar allí. El secretario general de Presidencia, todavía en Exteriores, se reunió con los asesores de los tres candidatos -el republicano McCain y los demócratas Clinton y Obama- y logró la disposición favorable de los tres a reforzar las relaciones con España "al máximo nivel, puesto que del presidente para abajo, han funcionado perfectamente en el ámbito económico, político y militar", coinciden en señalar distintas fuentes.
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La agenda de Rodríguez Zapatero tiene varios huecos reservados para viajes a Washington -dos, por lo menos- y viceversa. George Bush es ya historia.
Asia y África -Rodríguez Zapatero viajó 14 veces a ambos continentes en cuatro años y dos fueron visitas a las tropas en Líbano y Afganistán- cobrarán protagonismo en la agenda presidencial. El comercio y la inmigración lo demandan.
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1. Una presidencia europea muy deseada
Quizás llega en el mejor momento para Zapatero, hoy mucho más seguro en los foros internacionales gracias a la experiencia de estos cuatro años y a la llegada de Bernardino León a Moncloa. El primer semestre de 2010 será el ‘boom’ de España en Europa y, por extensión, en el mundo. Todo se diseña y calcula al milímetro.
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2. Más cerca todavía del otro lado del Atlántico
América Latina “en nuestros corazones” y en la agenda del presidente. La orden de Zapatero a sus ministros es de puertas abiertas a los problemas en Hispanoamérica para ayudar a resolverlos. La Secretaría de Estado para Iberoamérica cobrará más protagonismo; los viajes del jefe del Ejecutivo y las visitas que reciba de sus homólogos de allí,también. De momento, el primer presidente que llegó a Moncloa, ayer, fue el de Ecuador, Rafael Correa, y el primer viaje de Zapatero es a Brasil.
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3. África, Marruecos y la inmigración
La primera visita a un país vecino será Rabat, aunque ya no el primer viaje. El problema del Sahara le quema a Zapatero en las manos, mientras la sociedad civil española, Argelia y el Polisario le presionan para que, a su vez, presione al vecino del sur y se resuelva el conflicto, que pasa por la autodeterminación del Sahara. Zapatero intensificará el trabajo para dar una “solución política” al conflicto en el más breve plazo posible. Al mismo tiempo, Bernardino León trabaja en hacer más hueco a las visitas del presidente a África. El apoyo al desarrollo de este continente es una garantía de progreso en la solución del problema migratorio.
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4. Asia, un continente amigo que abre sus puertas a España
Las posibilidades de España en el continente asiático son inmensas y el Gobierno lo sabe. En esta ocasión, sin embargo, son nuestros empresarios los que se resisten. Es verdad que pesa mucho la cuestión cultural, pues es muy diferente a la nuestra, pero Zapatero —así lo dijo en la clausura del foro del Banco Asiático de Desarrollo en Madrid la semana pasada— se ha propuesta derribar ese muro y viajar más a Asia, especialmente, a China, Japón, India o Vietnam. No habrá boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín.
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5. Un amigo seguro en Norteamérica
Sea quien sea el nuevo inquilino de la Casa Blanca, habrá foto; incluso, fotos. Lo han confirmado todos los candidatos. Los políticos estadounidenses son conscientes de que deben recuperar su deteriorada imagen ante el mundo. Eso pasa por España, el puente entre Europa y América Latina, en donde hay una cuestión que avanza lenta y que es clave para EE UU: la transición de Cuba.
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6. Más Mediterráneo sin guerra israelo-palestina
La Unión para el Mediterráneo que diseñó Sarkozy con los fuegos artificiales que le caracterizan dispone de más solidez gracias a España y Alemania. Zapatero quiere una UpM que englobe a toda la UE, aunque poco se podrá avanzar mientras prosiga el conflicto entre israelíes y palestinos. España mira a EEUU con cansancio y esperanza a la vez.
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7. La OTAN cumple 60 años
El año que viene, la Alianza Atlántica celebra su 60º aniversario con dos organizadores de lujo, Alemania y Francia. España estará allí celebrando su importante contribución a la función de la OTAN —un tanto desdibujada salvo en misiones militares—. Los Ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores se ocupan ya de los detalles técnicos.
8. Un segundo foro para la Alianza de Civilizaciones
Por lo menos, habrá un encuentro más de una iniciativa que necesita consolidarse. Zapatero ha pedido un esfuerzo a todos sus ejecutores de la política exterior española.