Barberá gasta 32.000 euros en un crucero de la fallera mayor

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, acaba de presentar su plan de ajuste para el segundo semestre de 2010, que prevé un ahorro de 34,3 millones de euros. La regidora conservadora contempla un "drástico recorte" de los gastos corrientes en las dependencias municipales o la reducción del consumo del alumbrado. Pero no renunciará a los 32.000 euros que cuesta un crucero por el Mediterráneo para la fallera mayor de 2010, como ha solicitado Esquerra Unida (EUPV).

El pasado lunes venció el plazo para presentar las ofertas de prestación de "un viaje de tipo turístico para la fallera mayor y su corte de honor", según figura en la página web del consistorio. El número de pasajeros total es de 17, se realizará entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre y el presupuesto base de licitación es de 32.000 euros, algo "sonrojante", a juicio de Amadeu Sanchis, coordinador de EUPV en Valencia.

Para Sanchis, "no tiene ningún sentido que en tiempos de crisis se siga corriendo con gastos de este tipo y con los gastos de representación de las falleras mayores". Se trata, a su juicio, de que "el dinero público de las Fallas se aplique con racionalidad". En este sentido, se lamenta de la contradicción que supone que la alcaldesa recorte inversiones en los barrios mientras mantiene este tipo de regalos. Máxime, cuando se trata de un ayuntamiento "endeudado por grandes eventos como la Copa del América o la Fórmula 1".

Fuentes del ayuntamiento valenciano aseguraron hoy que estos viajes, con cargo a la concejalía de Fiestas y Cultura Popular, son "una tradición desde hace más de diez años" y que no se ha barajado prescindir de este gasto . "Las fallas están muy arraigadas en la sociedad valenciana", justificaron.

Por otra parte, el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, sumó hoy al presidente de la Comunitat Valenciana, Francisco Camps, a la lista de líderes regionales austeros. Un día antes, sostuvo que Esperanza Aguirre, con 91 altos cargos que ganan más que Zapatero, y Alberto Núñez Feijóo, que prevé gastar 191.600 euros en sillas para una biblioteca, son ejemplos de austeridad.