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50 migrantes intentan cruzar a Ceuta desde Marruecos antes de que Vivas se reúna con Sánchez en Moncloa

La operación de contención por parte de la Guardia Civil -tras la pasividad de las autoridades marroquíes- se salda con un agente herido leve.

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Foto de archivo. Un coche de la Guardia Civil, en la frontera de Tarajal en Ceuta. — Antonio Sempere / Europa Press

ceuta,

Un grupo de "entre 40 y 50" ciudadanos marroquíes ha protagonizado alrededor de la medianoche de este miércoles un intento de entrada irregular en Ceuta -justo antes de la reunión en Moncloa para buscar soluciones a la situación de los menores no acompañados entre el presidente del Gobierno y el presidente ceutí- a través del espigón marítimo fronterizo del Tarajal y "alrededor de media docena", según las estimaciones de la Guardia Civil, ha conseguido su propósito pese a la actuación de los agentes del Instituto Armado en la línea de costa y el mar, apunta Europa Press. 

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Durante el asalto, que se ha producido en torno a las dos de la madrugada, los migrantes han actuado con mucha violencia y han lanzado piedras contra los agentes de la Guardia Civil, uno de los cuales ha resultado herido en la cabeza y ha tenido que recibir puntos de sutura, recoge EFE.

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Los marroquíes lanzaron piedras contra los agentes, uno de los cuales ha resultado herido en la cabeza

La Comandancia local de la Guardia Civil desplegó sus unidades tanto en el espigón del Tarajal como en el mar a través del Servicio Marítimo y el GEAS para intentar contener la "avalancha" y rescatar a las personas que se encontraron en el agua. Los agentes desplegados han rechazado a ocho personas y han repelido al resto de los que intentaron acceder a la ciudad española a nado o a pie, pero se calcula que media docena habría conseguido su objetivo eludiendo su actuación.

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Este nuevo intento masivo de entrada y la pasividad en la contención por parte de las fuerzas marroquíes se produce cuatro días después de que el monarca alauí, Mohamed VI, anunciara el fin de la crisis diplomática abierta con España a mediados de mayo, y la inauguración de una etapa en las relaciones entre los dos países, que se debe basar en "la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos".

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