entrevista a la vicepresidenta segunda de trabajo
Yolanda Díaz: "El Gobierno progresista no puede funcionar con las reglas de juego marcadas por el neoliberalismo"
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madrid, Actualizado:
Yolanda Díaz (Fene, A Coruña, 1971) recibe a Público en su despacho, en el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en el complejo de los Nuevos Ministerios del madrileño Paseo de la Castellana. El calor golpea con fuerza en la mañana del viernes, el bullicio en las calles huele a despedida vacacional, pronto muchas oficinas de la zona estarán cerradas. La actual vicepresidenta segunda del Gobierno de coalición ha sido, sin duda, una de las protagonistas de la temporada política que roza su punto final.
Yolanda Díaz (Fene, A Coruña, 1971) recibe a Público en su despacho, en el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en el complejo de los Nuevos Ministerios del madrileño Paseo de la Castellana. El calor golpea con fuerza en la mañana del viernes, el bullicio en las calles huele a despedida vacacional, pronto muchas oficinas de la zona estarán cerradas. La actual vicepresidenta segunda del Gobierno de coalición ha sido, sin duda, una de las protagonistas de la temporada política que roza su punto final.
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Y es que con la partida de Pablo Iglesias primero del Gobierno (allá por marzo) y después de la primera línea política (el 4 de mayo), a Díaz le caía el liderazgo de Unidas Podemos en el Ejecutivo, pero también el reto de reconfigurar el espacio de las izquierdas al PSOE en el Estado. Coquetea con negarse a desvelar si será la próxima candidata del otrora espacio del cambio a la Presidencia del Gobierno. Mientras, desde la cartera de Trabajo, va logrando logros, sin muchas estridencias, y avances de la mano del diálogo social entre patronal y sindicatos: Ley Rider, camino allanado hacia una nueva reforma laboral, elevado techo de gasto, inicio de la negociación presupuestaria… La vicepresidenta analiza en Público parte de lo ocurrido estos meses y de lo que está por venir.
Esta semana ha comenzado la ronda de contactos con los socios parlamentarios de la investidura (PNV, EH Bildu, PDeCat y Compromís) para sacar adelante los presupuestos del 2021 ¿Qué balance hace de las reuniones mantenidas hasta ahora?
Creo que son muy positivas. Es cierto que vengo manteniendo encuentros con todos los portavoces del bloque de la investidura por las materias que atañen al Ministerio de Trabajo, ocupo parte de mi tiempo no solamente en tenerlos informados, sino en compartir agenda con ellos y con ellas, y compartir propuestas. Quiero aprovechar la pregunta para darles las gracias. Desde luego es un balance del factor democrático de cómo se entiende la labor legislativa, con un ministerio como el mío, que les dificulta la tarea porque parte de lo que hacemos han sido reales decretos, sobre todo porque vienen del diálogo social, y ahí el papel de los diputados y diputadas es menor; sin embargo, siempre han estado colaborando. Las reuniones que hemos mantenido estos días son de mayor alcance, no solo son de agenda legislativa, sino que hemos hablado de la coyuntura política, de cómo vamos a afrontar el otoño y el invierno, y también con los representantes catalanes hemos hablado de Catalunya. Con toda la discreción, creo que han sido conversaciones y trabajos interesantes, y vamos a continuar después de agosto.
No se puede entender la acción pública sin los demás, y digo más: aunque tuviéramos una mayoría diferente no se podría hacer. Soy clara, creo que es una manera de construir la política en colectivo de manera diferente. Primero, por una cuestión instrumental, y es que ya se acabó el tiempo de las mayorías absolutas y se acabó el bipartidismo. Aunque el Gobierno de España tuviese una correlación de fuerzas diferente, yo seguiría haciendo exactamente lo mismo que llevo haciendo desde que me nombraron ministra de Trabajo, que es compartir las acciones legislativas y los planteamientos con todas y cada una de las formaciones políticas.
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¿Volverá su socio de Gobierno, el PSOE, a buscar el apoyo de Ciudadanos? ¿Intentará resucitar la idea de la 'geometría variable' en el Congreso o ya es agua pasada? ¿Ha hablado de ello con Pedro Sánchez?
No sé lo que va a hacer el PSOE ni me incumbe a mí señalar lo que vaya a hacer; respeto mucho a los votantes y a las gentes socialistas, ellos y ellas tendrán que decidir. Yo tengo claro que el cambio sustancial, no solo por ser la primera coalición progresista en la historia de nuestro país, va a venir de la mano de acciones públicas que empaticen con las necesidades de las mayorías sociales, y eso con una formación política de derechas, aunque muy respetable, no es posible. Los intereses que defiende Cs o el PP, u otras voces, nada tienen que ver con las gentes que tienen dificultades para pagar el alquiler, para pagar el recibo de la luz, el agua o para atender las necesidades de nuestros hijos. Es una decisión del PSOE, pero yo sé muy bien de qué lado estoy y no voy a cambiar en absoluto en la defensa de los intereses a los que represento, que creo que son claros.
¿Cómo valora su relación con el presidente? Como vicepresidenta y máxima representante de Unidas Podemos, despacha directamente con él los asuntos más importantes.
Tengo una magnífica relación con Pedro Sánchez. Esto a veces parece una cosa menor, pero sé muy bien que para dialogar, avanzar y hacer síntesis, es muy importante tener buenas relaciones personales, además hay que cuidarlas porque ayudan en los momentos difíciles. No tengo más que buenas palabras en la colaboración con Pedro Sánchez, lo que no quiere decir que tengamos las mismas posiciones. Estamos estos días con el debate del salario mínimo y creo que es conocido lo que cada parte defendió. Trabajo con él a diario, con lealtad, y representando proyectos diferentes compartimos agenda legislativa y esto es a lo que nos debemos. La coalición goza de una buena salud, les doy una mala noticia a las derechas de este país, vamos a caminar juntas a lo largo de años, con optimismo y con un aprendizaje permanente. Es la primera coalición, hay que hacer pedagogía dentro del propio Gobierno, en las dos partes, y además hay que hacer pedagogía en la sociedad. Representamos voces diferentes, proyectos diferentes, pero ponemos en común para desarrollar una serie de acciones que son con las que nos hemos presentado a la investidura. Estoy segura de que tendremos Gobierno de coalición durante mucho tiempo.
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¿Ha mejorado la interlocución en el seno del Ejecutivo desde la crisis de gobierno de principios de mes? ¿La llegada de perfiles como Félix Bolaños al Ministerio de la Presidencia y Relaciones con las Cortes hace más fluida su interlocución?
Saludamos los cambios. Quiero ser clara: quiero dar las gracias a los ministros y ministras salientes, han hecho un trabajo magnífico y tengo con muchos y muchas de ellas una relación extraordinaria. Respecto a los cambios de algunas piezas del Gobierno, desde la parte a la que represento, creo que las cosas van muy bien. No solo con respecto a Félix Bolaños, con el que tenemos una magnífica relación, siempre dicen que él y yo somos parecidos en cómo hacemos las cosas, sino que se trata de engrasar muy bien la coalición, respetarnos mucho, saber que hay puntos de encuentro y de disenso, que hay que comunicarlo bien, y esto es diálogo, y el diálogo lo que exige es un poquito más de tiempo. Si lo hacemos así, y desde el cariño, va a ser muy positivo. Exige un poco más de tiempo pero es mucho más duradero y mucho más eficaz.
Volviendo a la negociación presupuestaria… En las anteriores negociaciones, Unidas Podemos condicionó el acuerdo con el PSOE a un acuerdo para regular los precios de los alquileres ¿Van a hacer lo mismo en esta ocasión con la ley de vivienda, la reforma fiscal o la lucha contra los oligopolios en el mercado eléctrico?
Hoy justamente (jueves) arranca la negociación entre Unidas Podemos y el PSOE, con el equipo de la Vicepresidencia Segunda y el de María Jesús Montero. Como siempre digo, a las negociaciones se va sin líneas rojas, por lo tanto, vamos a negociar. A la pregunta que usted me formula, soy clara: hemos conseguido cosas muy importantes desde Unidas Podemos. Había un planteamiento muy importante sobre el techo de gasto que era diferente, en el que Unidas Podemos ha hecho una apuesta muy fuerte en estos días para que el techo de gasto no solamente no se rebajara, sino que se incrementara. El objetivo era consolidar el gasto público que nos habíamos fijado en el ejercicio anterior, esto es muy importante y ya lo hemos conseguido en Unidas Podemos, y quiero dar las gracias al PSOE porque ha entendido lo que estábamos proponiendo. Yo sé que es complicado explicarle a la ciudadanía esto, pero estamos hablando, en definitiva, de que consolidamos el gasto público del año que viene incrementado en 45 millones, lo que nos va a permitir una estrategia como país de servicios públicos, de desarrollo, de políticas sociales y económicas muy determinadas. Esto nos aproxima a Europa; tenemos un diferencial de gasto público con Europa muy relevante, de casi 7 puntos, y tenemos un diferencial de ingresos públicos con Europa también muy diferencial.
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Hemos demostrado cómo se puede proteger a la gente y ser eficaces económicamente, esto es lo que ha aportado Unidas Podemos a esta pandemia, y creo sinceramente que si no hubiéramos estado, no se hubiera resuelto así, lo digo con humildad. Ahora toca ser europeos, consolidar el gasto público, para lo que hay dos opciones: o recortar, que es la apuesta que se ha hecho siempre, o desarrollar una propuesta de ingresos públicos diferenciada que nos haga europeos. Hablar de ingresos públicos es hablar de las escuelas públicas, de nuestros hijos e hijas, hablar de la sanidad, de la administración de justicia… En definitiva, de la posibilidad de que los jóvenes en nuestro país tengan futuro. Este primer debate entre el PSOE y Unidas Podemos ya se ha saldado en el Consejo de Ministros y mantiene el gasto público.
Nadie entendería que cuando la OCDE ha llegado a un acuerdo para que las sociedades en todo el mundo tengan un tipo mínimo del 15%, esto no se anticipara en los Presupuestos Generales del Estado. El debate no es si subir o bajar impuestos, el debate es que tenemos una estructura de ingresos públicos del siglo XX y hay que modernizarla y actualizarla al siglo XXI; esto supone hablar de fiscalidad verde, de fiscalidad morada y de que los que más tienen más tienen que aportar para que los que menos tienen paguen menos. El impuesto de sociedades de nuestro país tiene una estructura semejante a la europea, lo que pasa es que tiene un pequeño agujero, que son las bonificaciones y deducciones, que hacen que a día de hoy tributen entre el 1% y el 5% como mucho. Esto tiene que ser reparado. Quienes sostienen las arcas públicas y el bienestar de nuestro país son las rentas salariales, ergo las mayorías sociales. Desde Unidas Podemos creemos que esto tiene que ser corregido. La voluntad del constituyente español del 78 fue esta: quien más tiene, más tiene que contribuir a las arcas públicas.
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"Los híperricos tienen que corresponsabilizarse con la sociedad"
Me gustaría que nuestro país tenga altura de miras. Creo que los híperricos no pueden quedar excluidos de este debate, tienen que corresponsabilizarse con la sociedad de su país. Sé que los híperricos no necesitan de los servicios públicos, pero tienen que entender democráticamente que tienen que aportar a la sociedad en la que conviven. Los gobernantes estamos para tener mucha altura de miras y mucha valentía. Unidas Podemos emprende el debate de los Presupuestos con mucho cariño, vamos a aportar elementos positivos y el primer paso del techo de gasto hace que estemos satisfechos.
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En materia de ley vivienda en concreto no ha habido avances significativos hasta ahora...
Un joven que tenga trabajo en Madrid y que perciba un salario de mil euros no puede emanciparse. La vivienda hoy, junto con el paro, es el principal problema que tiene nuestro país. Esto es por lo que van a valorar al Gobierno progresista. No van a valorar al Gobierno progresista cuando se agote la legislatura por lo que hemos hecho con los indultos o por otras acciones, o por la gestión de la pandemia, que era nuestra obligación, nos van a pedir el doble y la ciudadanía hace bien en exigirnos el doble. Nos van a valorar por arreglar los problemas cotidianos de la gente.
El empleo, la precariedad y la vivienda son el pulmón social por el que se está desvertebrando un modelo que ya no es el de nuestros padres. El Gobierno progresista no puede funcionar con las reglas de juego marcadas por el neoliberalismo. Por primera vez una crisis económica no se salda con un ajuste enorme de empleo. Las previsiones de tasa de paro que hacían el Banco de España y otros organismos eran del 24 % y el 25%; tuvieron que corregirlas y estamos por debajo de la tasa de paro media de la historia, lo que indica que se puede gobernar de otra manera, y se puede hacer con eficiencia económica y protección social. Nuestra presencia en el Gobierno es para esto y para cambiar la vida de la gente.
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Visto el estancamiento en vivienda, ¿exigirán algún tipo de garantía a sus socios de Gobierno para que los acuerdos se cumplan?
Yo he negociado riders, salario mínimo, trabajo a distancia… La ministra de Igualdad ha sacado adelante la ley trans, la ley del 'solo sí es sí', también, con Pablo Iglesias, la eliminación de los recortes en dependencia. Es cierto que nos queda ahora un elemento de centralidad, que es la ley de vivienda. Las leyes no cambian la vida de la gente, son las políticas públicas. La vivienda, el paro, la factura de la luz… Hay más de seis millones de personas en pobreza energética, son seres humanos. Yo trabajo todos los días con datos, pero siempre le recuerdo a mi equipo que esos datos no son números, son seres humanos y familias. Hay una tentación en los gobiernos a ver solo lo macro. Podemos estar muy satisfechos con que vamos muy bien y con que la economía está creciendo, pero eso no quiere decir que deje de crecer la desigualdad. El gran problema que tiene nuestra sociedad y la gran ecuación que tiene que resolver este gobierno y los gobiernos autonómicos y locales es la desigualdad. El modelo que parece que defiende hasta ahora el PSOE en materia de vivienda es un modelo basado en los beneficios fiscales. Es curioso que reproduzcan este debate en otros productos y curiosamente en la vivienda, no. La política de beneficios fiscales que se practicó a lo largo de la democracia española en la vivienda no solo no ha servido para bajar los precios de la misma, sino que los ha disparado. Este parece que es el modelo que quiere desplegar el PSOE.
"La vivienda es un derecho, ¿sí o no? Si lo es, no puede ser tratado como un bien de mercado normal, y ese es el punto de disenso con el PSOE"
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Nosotras decimos que hay que intervenir en el corto tiempo con medidas que sean eficaces en las áreas tensionadas; no estamos diciendo nada revolucionario, lo hacen muchas ciudades europeas en el mundo. En el medio plazo hay que desplegar una política pública de vivienda que sea sostenible y que cumpla con algo: que la vivienda es un derecho fundamental de los españoles y de las españolas. No se trata de empezar a construir viviendas; habrá que construir viviendas sociales, pero habrá que sacar y rehabilitar las viviendas que están en el mercado. Hay que desplegar políticas verdes y ecológicas que se fundamenten en la reutilización de todos los recursos. Cuando se dice que la vivienda es un derecho fundamental, hay que desplegar políticas desde lo público. Lo que defiende el PSOE lo respetamos, no lo compartimos, y se puede cotejar que la política de incentivos fiscales no ha servido para el objetivo de bajar el precio de la vivienda, sino que lo ha incrementado. Esto tiene que ver con cómo concibe cada uno la sociedad: la vivienda es un derecho, ¿sí, o no? El agua es un derecho, ¿sí, o no? La electricidad es un derecho, ¿sí, o no? Si es un derecho tiene que ser tratado no como un bien de mercado normal, y este es el punto de disenso con el PSOE, por eso es tan importante la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno.
Ha hablado del Impuesto de Sociedades, ¿cree que hay que introducir en el debate la reforma de otros tipos impositivos?
Sí. Nosotros somos claros. Hay frases en la historia de la democracia española que no fueron solo frases, han condicionado la historia de nuestro país. Aquella de "la mejor política industrial es la que no existe" no fue una frase, fue un desarrollo público a lo largo de todo el siglo XX y XXI, y nos ha destrozado como país. Hubo otra frase: "Toda España es urbanizable". No fue una ley de Aznar, fue un proceso de socialización brutal, que luego trae causa, con una burbuja financiera, en la que todo el mundo quería ser propietario. Las frases de los dirigentes educan. Otra frase es "bajar impuestos es de derechas"; los impuestos no son ni de derechas ni de izquierdas, son para defender los servicios públicos; subir el SMI no es de derechas ni de izquierdas. Hay que deconstruir la educación sobre los ingresos públicos que se ha hecho en nuestro país. Biden está dando este debate con naturalidad, en otros países se da, y esto es lo que debemos hacer nosotros. Soy clara: no se trata de subir o bajar impuestos, sino de definir una fiscalidad diferente que dé respuesta a las relaciones económicas y sociales del siglo XXI.
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Si nosotros no desgravamos impuestos en los productos de higiene femenina, mandamos un mensaje a las usuarias de los productos de higiene femenina; si no incrementamos un poco el IVA de los productos de lujo, también mandamos un mensaje a la sociedad. No son mensajes, son, más bien, realidades, y hablar de impuestos es hablar de justicia social en nuestro país. Nos parece una injusticia que haya gente en nuestro país que apenas tribute mientras las nóminas son las que soportan el peso de la fiscalidad. Esto se negocia con mucha calma y perseverancia, y la calma y la perseverancia en las negociaciones son revolucionarias. El Gobierno de coalición progresista necesita desplegar las velas para una agenda social fortísima para consolidarse, prolongar este Gobierno y acercarnos a la ciudadanía, que nos ve alejados y como un problema.
La vicepresidenta primera económica, Nadia Calviño, se ha abierto esta semana a abordar una subida del SMI en septiembre si la evolución del mercado laboral se mantenía en otoño. Ha cambiado su posición. ¿Qué ha cambiado en el seno del Ejecutivo? ¿Es el presidente del Gobierno partidario de acometer una subida este año?
Me voy a reservar las opiniones del Gobierno. Me alegro de esta posición, mi posición es muy clara: defiendo sociedades que no compitan con salarios bajos, quiero un país en el que la gente pueda tener un salario digno y en España los salarios son bastante moderados. Nuestro SMI, el que hemos acordado hace un año de 952 euros, es moderado. El Ministerio de Trabajo ha sido clarísimo, Unidas Podemos es clarísima, es una política de rentas muy eficaz. Tan eficaz que la subida del SMI en este tiempo ha sido para reducir la brecha retributiva entre hombres y mujeres en 2 puntos. También ha servido, y esto es muy importante pues no son números sino la vida de la gente, para que los que sufren niveles salariales más bajos, sustancialmente la precariedad, los jóvenes, vivan un poquito mejor.
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Cuando alcancé el acuerdo con los agentes sociales el año pasado, había posiciones en la izquierda que decían que era muy poco 950 euros. Yo dije que era tan poco como para que una madre pueda o no pueda dar de comer a sus hijos e hijas pescado. Seguro que es poco, pero para mí es muy importante, es una política de rentas radicalmente diferente. En este país hay que hablar con valentía de salarios dignos y decentes. La palanca fundamental para combatir la pobreza laboral, que es muy grave en nuestro país, se llama SMI. Por tanto, yo hoy estoy muy satisfecha y creo que a esos trabajadores y trabajadoras que están fuera de un convenio colectivo, de alguna manera, les vamos a ayudar.
"Hay que hablar con valentía de salarios dignos y decentes"
Llevo desde diciembre defendiendo lo mismo, hay que incorporar racionalidad en los debates. Si a las personas asalariadas, que están acogidas en convenios colectivos, les estamos incrementando su retribución en una media de entre el 1,5% y el 1,8%, si a los empleados públicos se les incrementa el 0,9% con la previsión macroeconómica que se hizo de los Presupuestos Generales del Estado y a los pensionistas también, nunca pude entender por qué dejábamos fuera a los más débiles.
Por tanto, satisfacción, esto es algo que ha ganado la ciudadanía de nuestro país y, desde luego, las personas que durante este tiempo, no hablo del Gobierno, hablo de fuera, han defendido esta posición. Es una política de rentas diferente que ha sido eficaz en términos de eficiencia económica y de mejorar la salud de nuestro país.
Me reúno con muchos empresarios que me dicen que para ellos no es un problema el salario mínimo. El salario mínimo sirve para los trabajadores que están fuera de convenio, pero tiene una tendencia a la larga para el resto de salarios. En este país hay que hablar de salarios, no se habla de las retribuciones que tienen en un consejo de administración, solo se habla del salario mínimo. Es muy interesante mirar cuántas rentas salariales hay, en nuestro país, con una retribución anual de 60.000 euros y son muy pocas. Los salarios en nuestro país son muy moderados.
De esto hay que hablar, esto es la democracia, para tener una sociedad con certezas, sana y equilibrada hay que tener salarios decentes. De esa manera consumiremos más, de manera diferente y seremos capaces, por lo menos, de a las personas que más lo necesitan, ayudarles un poco.
Las patronales han alertado de que las modificaciones que quiere llevar a cabo Trabajo en el marco de la reforma laboral pueden lastrar la creación de empleo e, incluso, han dicho, acabar con las pymes. Usted siempre ha defendido la discreción en las mesas de diálogo, pero algunos actores están mandando mensajes de alerta. ¿Qué propone exactamente Trabajo en materias como la subcontratación, la disminución de la temporalidad o la simplificación contractual y por qué cree que no van a lastrar la creación de empleo, como defienden las patronales?
Voy a contestar con datos. Cuando se aprobó el Real Decreto 3/2012, conocido popularmente como la reforma laboral del PP, la entonces ministra Fátima Báñez se encontró con la peor cifra de paro de nuestro país, exactamente con el 27% y la tasa de paro juvenil más elevada, 56%. Uno colige rápidamente, esta norma se ha hecho, el resultado fue catastrófico: 6.288.000 parados y paradas en nuestro país.
"Las voces que no querían subir el SMI estaban defendiendo sus beneficios privados; los gobernantes estamos para defender los derechos de la ciudadanía"
Lógicamente, los empresarios defienden sus intereses y hemos de saberlo, ergo las mayorías sociales hemos de defender nuestros intereses y los gobiernos hemos de ser ponderados. Soy clara: las patronales defienden sus intereses. Durante estos meses he escuchado muchas voces diciendo que no había que subir el SMI, y no solo entre los empresarios. Creo que esas voces están defendiendo sus beneficios privados por encima de los derechos de la ciudadanía. Los gobernantes estamos para defender los derechos de la ciudadanía.
Insisto, lo que fue catastrófico fueron esas normas que destrozaron el mercado de trabajo, el país y alcanzaron cifras de paro récord. Recuerden que ministra Fátima Báñez, del PP, compareció para decir que la reforma laboral del PP no estaba pensada para crear empleo, sino para propiciar la mayor devaluación salarial de la historia de nuestro país en una estrategia deliberada basada en la austeridad. Yo lo que hago es aportar rigor al proceso legislativo y de modernización del mercado de trabajo de nuestro país y entiendo perfectamente que los empresarios defiendan sus beneficios privados.
¿Cómo quiere modernizar el mercado de trabajo de este país?
Fíjense, la irracionalidad de los debates en España, si vemos las cifras históricas de 42 años de mercado laboral español, verán cómo siempre tuvimos los mismos problemas. Tienen que ver con paro coyuntural, estructural y estacional, y son cifras más o menos estables. En la peor crisis económica de la historia estamos por debajo de la tasa media de paro, un 17%, los niveles de precariedad son los mismos ¿Por qué nunca se ha hecho nada para cambiar? Porque estábamos en lógicas de defender los intereses de unos y no de otros.
Ahora vamos a arreglar los déficits estructurales del mercado de trabajo español, que fundamentalmente tienen que ver con la precariedad y con el paro. Esto no lo digo yo, las recomendaciones por país de la Unión Europea ponen el acento aquí. Es curioso que ningún gobierno anterior haya cumplido con estas recomendaciones que se hacen a España. Ahora lo vamos a atajar, queremos eliminar en la mayor medida posible la precariedad en España. Se acabó que tengamos jóvenes que trabajen por 430 euros al mes, de tener jóvenes o mujeres que a lo largo del año tienen una brutalidad de contratos de trabajo, desde 2012 hasta ahora fueron más de 166 millones de contratos los que se han registrado en el servicio público de empleo, no hay un país semejante. Tenemos una estructura, un mercado laboral basado en la precariedad y desde ahí se extraen los beneficios, es un modus operandi, y esto lo queremos cambiar. Y es una recomendación de la Comisión Europea en nuestro país, se lleva haciendo bastante tiempo y los gobiernos anteriores no lo han querido abordar.
Vamos a meternos en esto, vamos a abordarlo y a hacer propuestas técnicas. No se trata de hacer ideología. La afirmación de la patronal es ideológica, no se corrobora con datos, yo no hago política, mi objetivo y el de mi equipo es el de restaurar los problemas que tiene el mercado de trabajo español y converger con Europa. Hablemos de salarios europeos y de temporalidad en Europa, nuestra posición es malísima. Hemos demostrado durante esta crisis que se podía gestionar de una manera diferente, más europea, y podemos seguir haciéndolo. Va a ser difícil, pero tenemos la oportunidad de hacerlo por nuestro país.
Cuando hay trabajos precarios, hay empresas precarias. Es vergonzante tener a jóvenes trabajando por 400, 500, 600 euros; tener a mujeres que trabajan 2 o 3 horas al día y luego hacen horas complementarias. Esto nos tiene que avergonzar como país, no es ser de izquierdas o de derechas, esto es que tiene que haber un pacto de país para restaurar esto. Además, ya que estos días se está hablando mucho de salud mental, les anticipo que una de las causas próximas que llamamos en derecho de la salud mental es la propia precariedad. Crearemos un grupo de trabajo para que ponga el foco en esto.
Por cierto, que Deliveroo planea dejar su actividad en España tras la puesta en marcha de su Ley Rider...
Estamos estudiando el caso, pero quiero dejar claro que nadie puede situarse por encima de la ley. La legislación y los derechos laborales no son accesorios, no son una opción. Ante esto, creo que no es incompatible el servicio de reparto y el respeto por los derechos de las trabajadoras y trabajadores, hay numerosos ejemplos que lo demuestran
A raíz de una información de 'Público', Unidas Podemos y otras fuerzas parlamentarias reclaman una investigación en el Congreso sobre si el rey emérito se enriqueció a través de la venta de armas. Posiblemente sea rechazada, como en otras 14 ocasiones anteriores. ¿Por qué en este país se sigue intentando preservar la institución monárquica ocurra lo que ocurra?
El gran debate que tiene este país tiene que ver con la democracia y el ensanchamiento de la misma. Felicito el trabajo que han desarrollado desde Público. El gran debate tiene que ver con la transparencia, con unos niveles de tolerancia a la corrupción que no son asumibles. Todas las instituciones del Estado, y cuando digo todas son todas, tienen que rendir cuentas sobre sus acciones, sus aciertos y errores. Lo correcto es que se permita saber qué está pasando y qué medidas debemos tomar. Esto son unos niveles de calidad democrática esenciales.
Aquí lo nuevo y lo viejo opera. Hay una tensión permanente. En Unidas Podemos estamos, desde luego, en lo nuevo. La gran misión en este momento es el ensanchamiento de la democracia, y la democracia es hablar de esto, que tengamos empleos y trabajos decentes, que podamos pagar la factura de la luz, que nuestros hijos e hijas puedan acceder a una educación de calidad…
Estos días, en el debate Biden/no Biden, europeo o español, la Reserva Federal norteamericana se fija como objetivo la creación del pleno empleo, el BCE, la inflación… Cuando se dice que todas las acciones han de ir a la creación de empleo, es una visión completamente diferente. Cuando decimos que es el control de los precios, es otra visión diferente. A lo que íbamos, esto es la democracia y ninguna institución debe quedar fuera de la misma.
Por cierto, uno de los principales retos a los que se enfrenta el actual Gobierno es la cuestión territorial y el diálogo con Catalunya. ¿Qué opina Yolanda Díaz del derecho a la autodeterminación de los pueblos del Estado?
Lo que tenemos que hacer es tomarnos muy en serio la mesa de diálogo, lo dice una persona que tiene mucha confianza en el entendimiento. Hay que ir a esa mesa de diálogo como yo voy a las del diálogo social, con el 'para sí'. El 'para sí' es el querer resolver ese frente. Resolver Catalunya es resolver España. Hemos de resolverlo con todas las Catalunyas dentro, y esto es complejizar mucho el debate, con todas las Galicias dentro y todas las Españas dentro. Esto es mucho más complicado que la pregunta que me ha hecho, pues es también el proceso democrático pendiente que tiene nuestro país.
Por tanto, creo que la mesa hay que ir 'para sí', no tomársela como bueno, vamos a… Es ‘para sí’, vamos a intentarlo. Creo que es importante, también, reencontrarse, reestablecer confianzas entre las partes, y que hagamos muchas propuestas. Vamos a ir a un proceso de new deal, de experimientación, no tenemos la receta final. A veces podremos ir hacia adelante, a veces, retroceder… Tenemos que saber que va a ser así. Para resolver España hay que resolver Catalunya, y hay que hacerlo con mucho cariño, mucha inteligencia y mucha democracia, no hay que anteponer ninguna posición.
"Hay que ir a esa mesa de diálogo como yo voy a las del diálogo social, con el 'para sí'"
Lo que es muy extraño hoy es entender que los catalanes han votado un Estatut que decía unas cosas, que ha sido corregido y que hay autonomías cuyos estatutos de segunda generación dicen las mismas cosas que decía el Estatut catalán y en estos se mantienen estas condiciones y en Catalunya no. Esto no es entendible, y lo dice una gallega a la que le gustaría ir a un país que pueda hablar distintas lenguas, que tenga distintas culturas y que es maravilloso. Construyamos frente al ruido, las voces, la foto de Colón. En la foto de Colón solo caben Abascal y Casado y el resto de España queda fuera. Queremos un país incluyente, en el que quepamos todos. Ahora no les cabe ni Ceuta, excluido todo el mundo.
A la mesa hay que ir ‘para sí’, para tejer complicidades. Nosotras, desde Unidas Podemos y con los comunes, Jèssica Albiach, Ada Colau y el resto de compañeros de Catalunya vamos a confeccionar una propuesta que entregaré previamente al presidente del Gobierno antes de la mesa. Estamos trabajando también con el resto de actores catalanes. Vamos a experimentar, no hay recetas prefijadas, pero sabemos que hay que ir con mucha voluntad de diálogo, mucha comprensión y que vamos a un terreno en el que la experimentación va a ser así y que vamos a dar a veces pasitos para adelante o pasitos para atrás.
¿Ha decidido ya si va a ser la candidata de Unidas Podemos a las próximas elecciones generales? Algunas encuestas reflejan que la ciudadanía no termina de entender cuál es el liderazgo en el espacio confederal y quién lo representa.
Con la desafección ciudadana que hay, con todas las encuestas y el problema que suponen los políticos para este país, debemos pensar que los tiempos de los políticos y políticas que no escuchan se han acabado. Esto no es una frase. Esto es una cosa de fondo, como las frases que he dicho antes, son de fondo. Creo que no toca hablar de esto ahora, estoy gobernando, estoy entregada a esto, soy muy respetuosa a los espacios a los que represento. Estoy muy agradecida por la confianza, por supuesto, de Pablo Iglesias, de Podemos, de IU, de comunes, de Galicia En Común, de gente individual… Ahora mismo, lo que me toca es escuchar mucho a la ciudadanía y sentirla muy próxima, saber qué es lo que quiere la gente. Hemos acertado muchas veces, pero nos hemos equivocado otras muchas y hemos decepcionado a la gente, quiero escuchar mucho a la gente.
Los políticos que no escuchan tienen los días contados, no voy a ser una de ellos. Por tanto, creo que no toca. No es mi forma, ni mi estilo, sé que suscita mucho interés. Digo lo mismo que digo siempre, si yo cambiase de opinión, lo primero, se lo comunicaría a mi espacio, después a los medios de comunicación. No estoy en ello.
Sin ser candidata, voy a trabajar de manera tremenda para que no gobierne la derecha y extrema derecha en mi país. Estamos dejándonos la piel en sacar a nuestro país de la mayor crisis de la historia, desplegando todos los mecanismos de protección social, más allá de lo chusco de los debates de las derechas, siguen en los tercios de Flandes. Nosotras a lo que nos toca y ellos a los tercios de Flandes. Lo haré desde el Colegio de Abogados, desde el AMPA de mi hija, da igual, pero lo haré para que esto no suceda…
Ahora hay preocupación por si Vox va a dejar o no caer al PP, lo que me preocupa como demócrata es que el PP gobierne con quien no garantiza la convivencia democrática en mi país. Frente a este peligro real de involución democrática en nuestro país voy a estar, para ello no necesito ser candidata
¿Qué necesita Unidas Podemos para ampliar sus horizontes más allá de los sectores más afines y que ya están convencidos? ¿Cree que el espacio confederal se ha arrinconado y se ha restado espacio ideológico en los últimos años? ¿Cómo sería el Unidas Podemos ideal para Yolanda Díaz?
Los espacios son dialécticos, se mueven. Desde las instituciones y los espacios se cambian cosas, pero quien cambia las cosas de verdad es la sociedad. Desde las instituciones ayudamos, pero las cosas las cambia la sociedad. Ser gallega me hace ser transfronteriza, esto en Madrid no se entiende, pero en lo transfronterizo está la posibilidad. Los espacios tienen que ser dinámicos, deben tener audacia, ser útiles a la gente, estar a la altura de las necesidades de su país, deben tener debates honestos, profundos… Deben estar circulando siempre, sin fronteras, no me gustan las fronteras. Yo soy un poco de todo, galega, madrileña, catalana, europea…
"Tenemos que centrarnos (en Unidas Podemos) en levantar un proyecto de país para esta década. No lo tenemos"
Cuando los espacios tienen seguras sus posiciones, no tienen miedo a mixturarse, a mí me encanta mixturarme, no tengo miedo, tengo convicciones fuertes. Tenemos que centrarnos en levantar un proyecto de país para esta década, no lo tenemos. Ahí es donde tenemos que desplegar todas las velas, en un proyecto de país.
Debemos hacer mucho balance, de nuestra historia, de lo que nos aportaron nuestros padres y nuestras madres, de lo que hemos aprendido en este tiempo. Yo me siento cómoda, más allá del fetichismo, pues soy muy heterodoxa, en el ensanchamiento de la democracia desde las izquierdas. A lo largo de los tiempos siempre nos ha apasionado este debate. Creo que va de levantar el proyecto de país para esta década es algo apasionante y creo que tejer la gran casa de los demócratas es muy importante. Me hacían una pregunta sobre la investigación del rey emérito, esto va de democracia, no de etiquetas, las etiquetas son simples etiquetas. Lo que hay es que estar al servicio de la gente. Ahí voy a estar siempre
Para terminar y por matizar. ¿Acaso es que hoy Unidas Podemos no es un espacio transfronterizo, dinámico?
Todos los partidos y organizaciones se están revisando. Los sindicatos se están repensando, los colegios de abogados… No hay que tener miedo, Unidas Podemos está dando lo mejor de sí mismo. Lo que hago es invitar a parar el tiempo, el tiempo es clave en política y en la vida de los seres humanos. Hay que parar y pensar, es muy complejo lo que estamos viviendo.
A mí me preocupa mucho la convivencia democrática, me preocupa las posiciones de la extrema derecha, está marcando la agenda pública, está salpicando a la sociedad y la está cambiando y está secuestrando al PP. Por tanto, no minusvaloremos estos factores. Hay que pensar mucho y sin miedo, con mucho cariño, corrigiendo errores. La política no se construye desde lo personal, es muy difícil y cuanto más bajamos más difícil es, cuando uno se acerca a un municipio, las relaciones personales afectan más a las posiciones políticas. Hay que estar con el proyecto y no con las partes. Esto es el bien común, tenemos que levantar un proyecto de país para la próxima década, hacer la gran casa de los demócratas en nuestro país y hablar de los derechos fundamentales. Hablar hoy de derechos fundamentales es revolucionario. Y para todo esto no hace falta ser candidata.