Según este estudio, con un total de 3.400 respuestas, un 42% de las personas LGTBI consultadas han sufrido algún tipo de violencia verbal, la más frecuente, insultos, y un 75% de los y las trabajadoras que han participado en la encuesta han sido testigos de esos insultos y agresiones verbales. Datos que dan mucho que pensar y replantearse.

El sindicato, en su 130 aniversario, mostró el interés que tiene por la lucha del colectivo añadiendo a su manifiesto fundacional el feminismo, la diversidad y el ecologismo como líneas estratégicas de trabajo para UGT.

¿Qué importancia tiene que un sindicato como UGT se preocupe por los problemas de las personas LGTBI?

El mercado laboral español tiene la desigualdad como un elemento estructural. La más importante, con toda probabilidad, sea contra las mujeres; existe una brecha inaceptable. Pero, si hablamos de igualdad en el empleo, con mayúsculas, tenemos que hablar, también, de la discriminación que sufren las personas migrantes, con discapacidad, mayores o la que sufrimos las personas LGTBI.

Con la LGTBIfobia en el entorno laboral ocurre que nos encontramos ante un campo inexplorado, no hay información, está invisibilizada y cuesta un enorme esfuerzo ponerla en la agenda social y laboral. Desde la Unión General hemos defendido históricamente los derechos de todas las personas trabajadoras, y por supuesto, eso incluye los derechos de lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales. Existe la convicción real de que esta causa, la LGTBI, es la de la UGT. No se conoce cuál es la discriminación porque no hay registros; que un sindicato como UGT ponga la mirada en el colectivo es importantísimo, y la vía correcta para llegar a la plena igualdad de derechos, de trato y de oportunidades.

¿Es posible la plena igualdad de derechos?

No solo es posible, es una lucha, que unida a la de la clase trabajadora, nos dignifica como sociedad, como democracia. Solo se conseguirá la plena igualdad cuando toda la sociedad, incluidas las empresas, se sensibilicen y se preocupen por esta realidad, la que vivimos las personas LGTBI. Nuestra lucha, la de las personas LGTBI no es más que la lucha por la consecución de derechos, que necesitamos que se nos reconozcan urgentemente. Hay mucho sufrimiento detrás de cada dato que aportamos en este estudio.

132 años de historia ¿por qué se realiza el estudio ahora y no antes?

Creo que la causa LGTBI ha ido ganando espacios, de forma pacífica, convenciendo y sumando. Un espacio que tradicionalmente se ha resistido mucho es el entorno laboral. Sin la acción sindical, sin que UGT ponga la mirada en nuestros problemas específicos en el ámbito laboral, jamás habríamos entrado en la agenda. Este es un momento clave en el que se están discutiendo y debatiendo muchos derechos, normas y regulaciones. Los trabajadores y trabajadoras LGTBI hemos de tener la oportunidad de dar nuestra visión, de que se escuchen nuestras voces. Tenemos que tener clara cuál es la hoja de ruta que no es otra que la plena igualdad de trato y de oportunidades; que ninguna persona sufra violencia en su trabajo, que es un lugar en el que pasamos una gran parte del tiempo de nuestras vidas.

UGT ha desarrollado una web específica para la denuncia de la LGTBIFobia en el entorno laboral ¿qué consecuencias tiene?

Hemos puesto en marcha la primera herramienta sindical de denuncia directa de LGTBIFobia en el entorno laboral, y esto es muy importante decirlo, porque un dato con el que nos hemos topado y estudiamos con mucha preocupación es el desconocimiento de herramientas para la denuncia, cuando las hay, y su ausencia en muchos sectores, casi me atrevo a decir que en la mayoría. Vamos a implicar a toda la organización de forma transversal, a través de las federaciones, los departamentos jurídicos, las personas que negocian los convenio, delegados y delegadas. Y vamos a hacer un seguimiento de cada caso que se produzca. Es necesario luchar contra la enorme falta de denuncia de estas situaciones y la sensación de impunidad e indefensión en la víctima. Y le diremos a cada persona LGTBI que sufre que no está sola. Lucharemos para que ningún caso en el entorno laboral quede sin denunciar. Allí donde haya representación de UGT actuaremos, con contundencia, para defender los derechos de todos y todas.

Las conclusiones de su estudio muestran la preocupante situación de las personas trans ¿Cuál es su realidad?

Hemos detectado, por ejemplo, que las personas trans sufren altos niveles de violencia en los centros de trabajo, como agresiones sexuales y verbales, y que en existe un alto nivel de desempleo, muy por encima de lesbianas, gais y bisexuales.

Un 40% de las personas trans reconocen que tienen que ocultar su identidad en las entrevistas porque han sido rechazadas al comprobar su foto en el DNI o simplemente por su aspecto o expresión. Se está negando el acceso al empleo, y empujándoles a la exclusión social.

En el estudio se perciben 16 puntos más de desempleo por encima de las personas LGTBI y hasta 24 por encima de las personas heterosexuales, por lo tanto, damos por acreditado, con datos empíricos, que sufren mayor tasa de desempleo. Sobre esa brecha que intervenir, porque hay mucho margen y se están perdiendo oportunidades, talento y proyectos de vida. Eso es importante.

¿Cómo se puede abordar la tarea de eliminar la discriminación contra las personas LGTBI?

Algunas de las medidas ya se están implementando. En UGT hemos desarrollado un plan muy ambicioso, para que toda la organización tenga la sensibilidad y la conciencia de la perspectiva LGTBI. Tenemos un amplio respaldo de la organización. Permíteme que te diga que, territorio que he visitado, he comprobado que las compañeras y los compañeros de la Unión General, que están en la primera línea de acción sindical, tienen unas ganas increíbles de entender para poder actuar. Pero todo esto no es suficiente si no hay un marco legal claro, y necesitamos una ley LGTBI. Necesitamos urgentemente una ley con medidas específicas para luchar contra una lacra que se ha normalizado. Necesitamos romper el silencio en las empresas, y que se implementen medidas, a través de planes de diversidad aprobados específicamente para luchar contra toda la violencia que pasa desapercibida. No puede depender todo de la voluntariedad, necesitamos obligar a respetar los derechos. Esa es la clave.