Entrevista a la portavoz de EH Bildu en el Congreso Mertxe Aizpurua: "Todavía no han derogado la reforma laboral y ahora buscan referirse a ella con eufemismos"
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MADRID, Actualizado:
EH Bildu se consolida como una fuerza política imprescindible para sumar mayorías en Euskadi, pero también en el Congreso de los Diputados. El gesto histórico dado el pasado 18 de octubre por la izquierda abertzale, reconociendo y lamentando el dolor causado por ETA a las víctimas, permite al independentismo vasco avanzar en una etapa de apertura política. De todo ello reflexiona Mertxe Aizpurua (Usúrbil, Gipuzkoa, 1969), portavoz de la formación vasca en el Congreso de los Diputados, y también sobre la actualidad política estatal. El Gobierno de coalición necesita de sus socios de investidura para sacar adelante los Presupuestos de 2022, al mismo tiempo que EH Bildu es una formación clave para la derogación de la reforma laboral del 2012 por la que aboga Yolanda Díaz. De hecho, Aizpurua consiguió el 20 de mayo del 2020 que la entonces portavoz socialista Adriana Lastra y Pablo Echenique, de Unidas Podemos, se comprometieran por escrito a derogarla "de manera íntegra".
Una semana después de la denominada 'Declaración del 18 de octubre', ¿qué valoración hacen de la acogida que ha tenido en los medios y la sociedad española?
"Es importante valorar la buena receptividad que ha tenido en determinadas víctimas de atentados de ETA"
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Me centraría fundamentalmente en la acogida que ha tenido en aquel sector de la población que directamente está implicado. En la declaración que se hizo el 18 de octubre, diez años después de la Declaración de Aiete, un hito en aquel momento, ha habido otra respuesta. Se ha hecho una valoración de estos diez años recorridos, es una aportación más en la construcción de la convivencia en Euskal Herria. Es importante valorar la buena receptividad que ha tenido en determinadas víctimas de atentados de ETA, que han saludado lo ocurrido y lo han hecho con alegría.
Es verdad que ha habido diferentes percepciones, aunque la mayoría de la sociedad vasca lo ha vivido como una buena noticia. Es cierto que ha habido otras apreciaciones que lo que intentaban era minusvalorar o quitar importancia a esta declaración que también supone un hito y va a determinar la vida y los pasos que hay que seguir dando en la construcción de la paz y convivencia en el País Vasco.
Hay algunas declaraciones que me llenan de preocupación, son las de aquellos agentes que cada vez que la izquierda independentista da un paso para poner soluciones a todo el tema de la convivencia, lo que hacen es embarrar el terreno y anteponer sus intereses a todos los pasos que pueden ir dando en pro de la convivencia. Me parece realmente grave.
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Ha habido declaraciones de todo tipo, creo que desde el sentido común y el sentido de la responsabilidad, que la tiene que haber y mucho pues son cuestiones que afectan a derechos de las personas y temas muy delicados, hay actitudes que no se entienden y que denotan una falta de responsabilidad histórica.
Las palabras pronunciadas el 18 vinieron precedidas de varios discursos pronunciados por usted en la misma línea desde la tribuna del Congreso y de otros gestos, aunque no tuvieron el mismo impacto mediático, ¿a qué puede deberse?
Es verdad que a lo largo de estos años en el hemiciclo del Congreso de los Diputados hemos puesto en valor la empatía hacia las víctimas, pero en esta declaración se ponía el acento fundamentalmente en el tema de las víctimas de ETA. También ayuda que ha sido diez años después y el cómo se presentan las cosas: estaba Arnaldo Otegi en nombre de EH Bildu y Arkaitz Rodríguez en nombre de Sortu.
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Todos los gestos que se hacen y el escenario que se promueve y se articula entorno a una declaración de este tipo da idea también de la relevancia y la importancia que tiene para nosotros y de la seriedad con la que nos tomamos estas cosas. Días antes, hubo una serie de jornadas sobre la importancia de lo que supuso Aiete, vinieron incluso observadores internacionales que participaron en su día. Era curioso observar las declaraciones que hizo el propio Jonathan Powell, cómo sorprenden en el exterior las malas reacciones que se han tenido sobre estos temas, cada vez que se ha dado un paso adelante de gran calado desde determinados sectores, los de siempre, los que quieren cavar trincheras, se articula un discurso que minusvalora y quita importancia. En realidad, lo que ocurre es que hubo partidos que dijeron entonces que no era suficiente pero diez años después lo valoran y lo dan por bueno, sin embargo, vuelven a cavar trincheras. Nosotros queremos construir puentes.
El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, poco después hablaba de que la izquierda abertzale trabajará para poner fin a los ‘ongi etorris’ a presos de ETA. ¿Cómo se puede gestionar esto sin colisionar con el derecho a reunión de las familias de los presos?
Sobre el tema de los ongi etorris, somos muy conscientes de que sobre un tema tan sensible hay que andar con mucho cuidado y tener esa sensibilidad, reprocidad de empatía y solidaridad hacia las víctimas. Hay que hacer las cosas de tal manera que no se haga daño a nadie, eso es básico y fundamental. Creo que se está haciendo así.
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En cualquier caso, en el tema de los ongi etorris, no dejan de ser celebraciones que hacen las familias y amigos de presos que salen después de muchísimos años de cárcel y de dispersión, que supone un quebranto incluso social para las familias. Que se hagan estos recibimientos no deja de ser algo legal. Hay que recordarlo, la Audiencia Nacional dice que es legal y la jurisdicción europea, también.
Aun siendo esto así, y teniendo en cuenta que en este mismo año, de 25 presos que han salido, solo ha habido dos recibimientos de este tipo los que han saltado a los medios de comunicación... Eso denota algo, quienes organizan estos recibimientos han tomado nota de la situación y se está recorriendo un camino para intentar no causar más dolor.
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¿Condiciona EH Bildu el apoyo a los Presupuestos a los pactos sobre política penitenciaria? Tras las polémicas palabras de su coordinador general, Arnaldo Otegi, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo que en estas negociaciones solo habla de números.
"El año pasado ya aprobamos los presupuestos y no ha cambiado excesivamente la situación de los presos"
Naturalmente, y lo hemos hecho así. Nunca hemos puesto sobre la mesa de la negociación de presupuestos este tema. La mejor prueba de que esto es así es que el año pasado ya aprobamos los presupuestos y realmente no ha cambiado excesivamente la situación de los presos.
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En cualquier caso, en el tema de presos, a nadie le tiene que extrañar, lo hemos dicho también en tribuna y en declaraciones que hacemos en el Congreso, que para nosotros es una asignatura pendiente. Nosotros articulamos nuestro mensaje y nuestra labor en Madrid para conseguir avances en derechos sociales y económicos, también avances en plurinacionalidad y en el respeto de derechos territoriales y de las nacionalidades del Estado español y también para poner fin a una situación que conculca derechos de los presos, una legislación excepcional que se está aplicando y no tiene ningún sentido. Si antes no lo tenía, ahora menos. En definitiva, reclamamos que haya una legislación ordinaria para todo el mundo.
El viernes termina el plazo. ¿Ha decidido EH Bildu si presentará una enmienda a la totalidad a los Presupuestos del Gobierno?
En principio, nuestra idea es la de no presentar una enmienda a la totalidad si no se tuercen mucho las cosas. Hay tiempo desde aquí hasta el viernes, veremos cómo bailan las negociaciones presupuestarias.
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¿Qué elementos deben incorporar los Presupuestos para que EH Bildu dé el paso de votar a favor de los mismos?
"Parece mentira que a un Gobierno progresista se le tenga que exigir que cumpla con lo que se comprometió"
Lo podría resumir únicamente, a parte de otras cuestiones, en derechos sociales, derechos laborales, derechos para las clases que más lo necesitan, la clase trabajadora. Siempre que ponemos derechos sobre la mesa, repercuten sobre la sociedad del Estado español y, naturalmente, sobre la sociedad vasca.
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Hemos articulado todas nuestras iniciativas en este Congreso en base a ese objetivo. De hecho, la semana pasada blindamos de alguna forma el tema de los derechos sociales y a la vivienda, parando los desahucios y prorrogando las medidas que iban a caer ya, a finales de octubre. Ese es el tipo de cuestiones -derechos, derechos y derechos- que ponemos sobre la mesa. Parece mentira que a un Gobierno socialista y compuesto por una mayoría progresista, como este, se le tenga que exigir que cumpla con lo que se comprometió.
El coordinador general de EH Bildu, Otegi, hablaba en una entrevista la semana pasada en 'Ctxt' de confederalidad, una forma de integrar Euskal Herria en el Estado. ¿Cómo ve esto?
Somos independentistas, es cierto, y como tal nos reivindicamos. Ese es nuestro objetivo final. Pero somos también conscientes de que en ese viaje, ese tránsito, puede haber estaciones término, diferentes estaciones de llegada, con el mismo objetivo. A eso se refería Arnaldo Otegi, que tampoco es ninguna novedad, porque de hecho en el planteamiento que se hizo en el Parlamento de Gasteiz con un acuerdo en el que entró en aquel momento el PNV y también Podemos, se habla de ese enfoque.
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Entonces, somos independentistas y no dejaremos de serlo nunca, vamos a luchar por conseguirlo, pero también somos conscientes de que puede haber estaciones intermedias y luego a partir de ahí cada uno mantendrá sus posiciones.
Sorprendió la reacción del PNV a la Declaración del 18 de octubre, fue un tanto airada.
Sí, no es muy comprensible ni siquiera por la ciudadanía vasca. En un momento tan definitorio como este, que abre las puertas a llegar a una solución de convivencia y normalización política entre toda la ciudadanía, no se entiende. No es que no lo entienda yo, es que la ciudadanía vasca tampoco lo entiende.
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En cuanto a la reforma laboral, que ocupa actualmente uno de los temas principales que se negocian en el seno del Gobierno y fue uno de los temas que pactaron para apoyar la investidura de Sánchez y una de las prórrogas del estado de alarma, ¿le preocupa que sea Nadia Calviño quien la lidere?
Sí, sinceramente. Hasta ahora ha sido Yolanda Díaz quien lo ha llevado a cabo. Todo el mundo lo sabe, todo el mundo lo ha visto. No deja de haber presiones para de repente moldear las cosas y llevarlas a otro terreno. Nosotros firmamos el acuerdo con sellos de los partidos, con las firmas de los tres partidos, exactamente hace hoy un año, cinco meses y seis días. Ese acuerdo está ahí.
A nosotras, que hacemos las cosas que decimos y decimos lo que vamos a hacer, siempre que podamos hacerlo, siempre que podamos decirlo, nos resulta bastante poco ejemplarizante que un acuerdo de ese tipo no se cumpla y tarde tanto en cumplirse. Es tan poco ejemplarizante como que ese acuerdo venía en los programas de Gobierno de los dos partidos, el PSOE también lo tenía, llevamos más de dos años de Gobierno y la derogación de la reforma laboral todavía no se ha producido. Y sorprendentemente lo que estamos viendo es que están tirando mano del diccionario de sinónimos. Antes era "derogación completa" o "derogación parcial", ahora están buscando sinónimos o eufemismos para referirse al tema de la derogación de la reforma laboral con "actualización", "modernización"... cosas de este tipo.
Que se haga ya. Todos sabemos que lo que está llevando a una situación de letalidad total a la clase trabajadora es la reforma laboral, está dañando muchísimo, sabemos que están ocurriendo cosas que no ocurrirían si esa reforma laboral estuviese derogada ya. Que se haga cuanto antes y se dejen de esta especie de espectáculo circense. Hace tanto tiempo que dijeron ambos actores que esa reforma laboral debía ser derogada, la reforma laboral que se decía que iba a terminar con la precariedad del empleo y no es cierto. El empleo precario es más visible y hay más paro del que podía haber entonces. Esta situación no puede seguir así y espero que alguien ponga sentido común en todo esto.
Tiene el compromiso por escrito de Adriana Lastra y Pablo Echenique, portavoces de los grupos parlamentarios que sustentan el Gobierno, de 2020 para derogarla. Usted también se comprometió en el mismo documento. ¿Tiene sentido aprobar unos Presupuestos sin se derogue la reforma laboral?
Si atendiésemos a la palabra dada, no, pero ocurre en política muchas veces que las palabras se las lleva el viento y ese es uno de los factores que más determinan esa desafección que hay entre la gente respecto a la política. Creo que es una responsabilidad enorme la de los partidos que después de firmar acuerdos, de decir que van a llegar a un programa con determinadas condiciones y determinados Presupuestos no lo hagan. Creo que es uno de los mayores errores a los que puede llegar un partido, sea el que sea, pero desde luego es uno de los mayores errores que puede cometer un partido que dice ser de izquierdas.
En cuanto a la reforma de las pensiones, ¿ha habido algún avance con el Gobierno que abra la puerta al voto favorable de EH Bildu? ¿Qué discrepancias existen?
"Los pensionistas no están peleando por sus derechos, sino por los de las generaciones que vienen"
Nosotras vamos a presentar las enmiendas, esta semana termina el plazo, y vamos a mantener lo que siempre hemos mantenido. Todo lo que sea renuncia de derechos, no lo vamos a firmar. En ese sentido, nos mantenemos en esa hoja de ruta que nos marcó el movimiento de pensionistas, a los que creo que nunca terminaremos de agradecer suficientemente la capacidad de coraje que están demostrando.
Además, se da la cuestión de que estos pensionistas, sobre todo en el País Vasco, donde es un movimiento muy fuerte, no están peleando tanto por sus derechos sino por los de las generaciones que vienen. Los pensionistas que están en la calle hoy no son los que van a sufrir de manera tan directa las consecuencias de esta reforma que quiere implantar el ministro Escrivá y que esperamos, y para ello pelearemos con todas nuestras fuerzas, que no sea aquí.
¿Le preocupa tener que negociar esta propuesta sin conocer en qué consiste ese mecanismo de equidad intergeneracional que pretende sustituir al llamado factor de sostenibilidad?
Hay que tener muchísimo cuidado porque hay muchísimas trampas. Hay que ver cómo será presentado y veremos cuando se clarifiquen las cosas. Hay muchas cosas que, teóricamente, se presentan como si fuesen beneficiosas y realmente tienen trampas. Y esta reforma está plagada de ese tipo de trampas.
La legislatura está a punto de entrar en el ecuador, ¿cómo valora la actuación del Gobierno de coalición en materia de avances sociales? ¿Cree que ha estado a la altura de las circunstancias ante la llegada de la pandemia y las consecuencias de esta?
"Hay que hacer políticas sin mirar tanto a la derecha"
En general, evidentemente sí se han dado pasos y se han tomado decisiones. Se ha legislado en avances y en derechos sociales, eso no lo podemos negar, pero es cierto también que están en las mejores condiciones de avanzar muchísimo más. Y viendo las posibilidades que hay, la mayoría social y política que hay en este Congreso, realmente no están avanzando ni muchísimo menos tanto como debieran.
Yo creo que están demasiado plegados muchas veces, o al menos una parte del Gobierno, a lo que diga la patronal, a lo que diga la CEOE. Creo que hay que hacer políticas sin mirar tanto a la derecha y, de alguna forma, todo eso le está coartando mucho todas las posibilidades para llevar adelante todas las iniciativas que redunden en beneficio de la clase trabajadora y en beneficio de muchísimos derechos y libertades que están por rescatar. Está la ley mordaza, que no se ha derogado... Pasa el tiempo y, lamentablemente, cuando tienes todas las opciones para hacerlo, y no lo haces, incurres en una irresponsabilidad.
Una vez aprobados estos Presupuestos, ¿cree que el Gobierno puede dejar morir la legislatura prorrogándolos y evitando tener que negociar con los grupos de la mayoría de la investidura?
Ya veremos lo que ocurre. No me gusta ponerme por delante. No tengo una bola de cristal, pero realmente es incierto. Puede pasar cualquier cosa tal como está la situación. No hay que olvidar que estamos en mitad de una crisis mundial que nos va a afectar, que nos puede llevar a situaciones muy difíciles y ahora, en este momento, estamos hablando de la electricidad, pero me preocupa bastante pensar qué va a ser a partir de este invierno con el gas. Creo que viene una crisis muy fuerte. No sé cómo va a responder el Gobierno a la escasez de gas que puede haber y no sé si está preparado para hacer frente a esta crisis energética que realmente va a tener consecuencias muy duras.
La mayoría de las encuestas dan mayoría a PP y Vox si se celebrasen unas elecciones en la actualidad. Ante las amenazas de la ultraderecha de acabar con el Estado autonómico, ¿considera prioritario exigir más autogobierno?
Naturalmente. Es que a Vox, a la extrema derecha solamente se le hace frente con derechos y poniendo pie en pared. Esto último significa no ceder ni un milímetro a sus presiones y avanzar en derechos y libertades, con cuestiones concretas: en temas de Justicia social, que no asistencia social... avanzar en todos los ámbitos porque en cada terreno que vayan ganando, ellos van recuperando.
Lo peor que puede hacer este Gobierno es ponerse en una posición pusilánime o débil ante las acometidas de la derecha, que van a ser cada vez más fuertes. Hay que tener en cuenta que el caladero de votos de Vox también está en los sectores más débiles, que se sienten más desfavorecidos, abandonados y desprotegidos, y son a esos a los que también hay que dar respuesta.
¿Están barajando una candidatura conjunta junto a ERC y BNG para las próximas generales?
En este momento, no. Pero bueno, en cuestión de alianzas, que también se ha hablado bastante últimamente, tampoco se descarta. Hay brechas que se pueden solventar más fácilmente. Se pueden dar pasos adelante con una política de alianzas adecuada para muchos temas. En el futuro, no lo veo descartable, puede ser perfecto y todas estas cuestiones hay que tenerlas en cuenta. Cómo discurre el eje derecha y el eje izquierda, son cuestiones que se pueden valorar e incluso pueden traer beneficios.
¿E incluso incorporarse a un frente amplio liderado por Yolanda Díaz?
(Risas). Creo que hay alianzas entre la izquierda, como hay entre los sectores soberanistas, que nos van a ayudar a tener más fuerza para sacar adelante todo aquello que nosotros creemos que es de justicia y que se debe conseguir. Y en el tema territorial, por ejemplo, por ir directamente a la pregunta de BNG y ERC, creo que todas las alianzas que establezcamos van a ser buenas porque el problema, que muchas veces se habla del problema catalán o problema vasco, no es tal. El problema es que, desde 1978, hay un cierre en falso de una dictadura, que lo que hizo fue un reparto autonómico con el café para todos para equilibrar las posiciones del resto y estamos viendo qué es lo que está pasando ahora, que no satisface a nadie el Estatuto de Gernika, ya que está acotado y se necesita hacer más y más en el autogobierno, y es una reclamación de la gente.
En Catalunya, la situación es la misma. El problema territorial no va a desaparecer si no se le hace caso o no se aborda de una manera seria y contundente. Va a permanecer ahí, podrá tener sus dientes de sierra, pero lo que no cabe duda es que no va a desaparecer, como no lo ha hecho en los últimos 40 años. Con lo cual, quien lo resuelva definitivamente podrá hacer una gran labor por la democratización del Estado.
Sobre la retirada del escaño al exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, ¿cree que la decisión de Batet se debe a que ha acatado la sentencia del Supremo o que ha sido una decisión "unilateral que sienta un peligroso precedente" (como han denunciado otros grupos en el Congreso)?
Sienta un peligroso precedente porque es una decisión injusta, incompresible y que no debería haberse producido nunca. No tiene ningún sentido. Quien se lea la sentencia puede ver que no hay motivo para que a este diputado le hayan arrebatado el escaño y sí, sienta un peligroso precedente.