Los objetivos de la Agenda 2030 se establecieron en septiembre de 2015. ¿España ha ido trabajando al día durante la etapa del PP en el Ejecutivo?

España firmó la Agenda 2030, junto con otros 192 países, en la época del Gobierno de Mariano Rajoy. Durante tres años es cierto que no se avanza todo lo deseable, por decirlo de una forma políticamente correcta. Se identifican algunos elementos, como es el caso de las políticas palanca, y para ello el Gobierno designa un embajador especial para la agenda 2030. Posteriormente, una vez que llega Pedro Sánchez al Gobierno, se establece el Alto Comisionado, que sí comienza a construir una serie de mecanismos para la implementación de la Agenda.

En el diagnóstico que ha hecho a su llegada, ¿dónde aprecia que hay más por hacer? ¿Por qué en esos tres años del PP no se avanza? ¿Hay indicadores técnicos de que algo se ha hecho mal o la lectura es más política?

Creo que era una voluntad de lo que carecimos en su día. Quizás se necesitara un impulso mayor para poder desarrollar esta agenda, para darle transversalidad a todas las políticas. Aquí no sólo hace falta designar una Secretaría de Estado, sino desarrollar una serie de funciones relacionadas con la transversalización de la Agenda 2030. En primer lugar en legislación, en presupuestos y en políticas. Al final tiene que calar en todo lo que es la acción política, y que sea un proyecto de país. Ni siquiera un proyecto de gobierno, sino un proyecto de país.

De hecho, la Administración de Rajoy, desde que firmó la Agenda en 2015, hasta que salió del Gobierno [junio de 2018] no aprobó ningún documento, ni siquiera de indicadores, un elemento clave para el seguimiento de las políticas que inciden sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Lo que no se mide no se puede gestionar.

¿Qué es esto de las políticas palanca? Ya salió en sesión de control al Gobierno, lo sacó el PP…

Además, es curioso porque la primera vez que sale en sede parlamentaria fue en mayo de 2018, aún con el Gobierno presidido por Rajoy. Fue en una comparecencia en el Senado de Francisco Montalbán, el embajador especial para la Agenda 2030 del Gobierno.

Él es quien hace la definición de políticas palanca, no creando nada nuevo, no es una invención, sino que es la aplicación de lo que en inglés la ONU define como accelerating policies, que CEPAL [Comisión Económica para América Latina y el Caribe], vinculada a Naciones Unidas, traduce al español como políticas palanca. 

Durante el Gobierno del PP ya se traspone y, tras la moción de censura, uno de los primeros Consejos de Ministros de Pedro Sánchez aprueba el plan de acción para la implementación de la Agenda. Ahí ya se presenta el concepto, se define e incluso se delimitan las principales políticas palanca sobre las que se va a actuar a nivel estatal. Como definición, son políticas que aceleran la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.

¿Esto en qué se traduce? Dicho así, los ODS tocan un montón de vertientes, son bastante amplios: luchar contra la pobreza, por la igualdad entre hombres y mujeres, contra el cambio climático…

Las políticas palanca que se definen ya en el plan de acción para España, aprobado por el Consejo de Ministros en 2018, incluyen nueve medidas fundamentales. Dentro de estas nueve podemos destacar cuatro, como son fundamentalmente la lucha contra la pobreza, la ley de cambio climático y transición energética, la economía circular o la igualdad de oportunidades, incluyendo un plan estratégico para la misma.

Estas normativas son muy amplias. Por ejemplo, la ley contra el cambio climático dependerá del Ministerio de Teresa Ribera, y se ha anunciado que en los primeros 100 días llegará al Congreso. ¿Cuál es el rol de políticas palanca en esto? ¿Cómo funcionan o cómo tienen previsto funcionar?

La previsión que tenemos resultará plasmada en un real decreto de estructura, es como funcionan los departamentos ministeriales. Nuestra función va a estar encaminada a la evaluación de estas políticas, y a una función de liderazgo, coordinación y articulación con otros ministerios, que en muchos casos son los que tienen la competencia directa. Y aquí, la relación y el alineamiento, tanto presupuestario como de normativa o de política, es fundamental. Es una labor muy transversal.

¿Qué se ha hecho en estas semanas de trabajo, desde su nombramiento? ¿Qué es lo primero que quieren llevar a Consejo de Ministros desde la Secretaría de Estado o la Dirección General?

Fundamentalmente se ha delimitado el plan de trabajo, las líneas prioritarias de acción. Ahí fue muy clara la comparecencia del vicepresidente en el Congreso de los Diputados. Especialmente importante va a ser la elaboración de la Estrategia de Desarrollo Sostenible, que busca que España sea un referente mundial en implementación de agenda 2030. Queremos que, para toda esta década 2020-2030, esta Estrategia fije la guía de las principales políticas palanca a aplicar, que delimite cuáles serán las grandes medidas a implementar para poder conseguir los objetivos de desarrollo sostenible.

¿Para cuándo está prevista esta Estrategia? ¿Se coordina desde aquí?

La estrategia se va a coordinar desde esta Secretaría de Estado, y para ello estamos reelaborando la gobernanza para que sea inclusiva y participativa. Queremos que integre a otros ministerios, pero también a comunidades autónomas, entidades locales y también otros actores, como son los movimientos sociales, y hasta el sector privado. En lo que respecta al sector privado, además, desde la Secretaría de Estado y desde la Dirección General hay una voluntad especial por integrar el papel de las pymes. No sólo queremos contar con las grandes empresas, también con las pymes, que son el tejido empresarial que crea la mayor cantidad de empleo en nuestro país.

¿Hay un cauce previsto para esta coordinación? Quizás lo que más llamó la atención en la comparecencia de Iglesias fue esa hoja de ruta en la quería involucrar a empresas, CCAA... ¿Esto cómo se articula?

Estamos trabajando ahora mismo en estos cauces y en la actualización de los que ya existen, como pasa con el Consejo de Desarrollo Sostenible. Habrá una comisión delegada, que será el organismo en el que se coordinen los Ministerios. La Conferencia Sectorial está en proceso de creación, será donde se coordinen las comunidades autónomas. Y el Consejo de Desarrollo Sostenible será el espacio para la sociedad civil y la academia. Queremos contar con la sociedad civil, con el sector privado, con las ONGs…

Desde el Ministerio, la Secretaría o la Dirección General, ¿se ha contemplado o está entre los objetivos facilitar mecanismos de participación? El vicepresidente hace hincapié en todas sus intervenciones en la importancia de los movimientos sociales.

Estamos en ello. Está dentro de la misión de la Secretaría de Estado, pero como todo tiene que definirse dentro de los mecanismos de gobernanza, dentro de los diferentes informes y de la Estrategia.

¿Cuál es el eje prioritario a día de hoy? ¿Qué trabajo les gustaría haber acabado, o por lo menos encauzado, dentro de un mes?

Hablar de trabajo acabado en un mes es complicado [ríe]. Esto es la agenda 2030, estamos en febrero de 2020. Fundamentalmente va a ser dotar de un esqueleto normativo a la Scretaría de Estado, a la Dirección General y lo que es la Agenda 2030 para España. Es decir, un decreto de estructura en el que se clarifiquen todas las funciones de los dos organismos, y después unos mecanismos de gobernanza acordes a la voluntad política y a los trabajos que tenemos que desarrollar. A partir de ahí tendremos que empezar a trabajar en los informes de progreso y en la Estrategia de Desarrollo Sostenible. Y relacionado con eso, como no puede ser de otra forma, tendremos que lograr una mejora de los indicadores y de toda la información de reporte.

¿Cómo funcionan esos indicadores? ¿Cambian en función de cada país?

Dentro de la Agenda 2030 tenemos los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, 169 metas y 232 indicadores. Esos indicadores son muy amplios, entran en prácticamente todos los ámbitos. En el caso de España hay un mapa de indicadores ya descrito en el trabajo previo que elaboró el Alto Comisionado, y dentro de estos también hay indicadores procedentes del Instituto Nacional de Estadística. De hecho, en su web el INE tiene una sección dedicada al reporte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La intención es mejorar algunos indicadores, o tener un reporte adicional. Eso tiene que encajar muy bien con los planes de estadística del INE, tenemos que tener una colaboración muy cercana en la medida de lo posible, para poder conocer la evolución para todos los informes de progreso, pero también para la aplicación de políticas. Aquí un hay un principio muy claro, que lo que no se mide no se puede gestionar. Si hablamos de políticas, necesitamos una medición mínima, una rendición de cuentas y transparencia sobre el estado de la situación…

Ampliemos el plazo. ¿De aquí a verano, qué les gustaría dejar hecho o encarrilado?

Va a haber trabajos en paralelo, porque el informe de progreso y la Estrategia van a ir en paralelo, pero para verano nos gustaría haberle dado un empujón al informe de progreso. Si no tenemos la versión final, queremos estar muy cerca. El informe de progreso es un examen voluntario ante Naciones Unidas, y el propio Estado decide presentarse. Por la situación política en la que estábamos, España no procedió a ello en su momento, aunque sí que lo había hecho en el año anterior. Había voluntad, pero dentro de la incertidumbre existente se decidió posponer esa decisión. Nosotros sí que vamos a realizar ese ejercicio, para poder ir teniendo una base sobre la que trabajar.

En su comparecencia en el Congreso el vicepresidente anunció varios ejes de acción y medidas a impulsar ¿Qué es lo que más les toca?

La Agenda 2030 toca políticas de todos los Ministerios. De las medidas anunciadas, las relacionadas con el ingreso mínimo vital inciden directamente en lo que es el fin de la pobreza. Ahí la subida del SMI es clave, es algo que va muy relacionado, porque son medidas que combaten directamente la pobreza.

Le han dedicado algún titular por el hecho de que hace 15 años fuera cartero. ¿Cómo lo evalúa? También salió en la sesión de control.

Si, creo que han sido dos cosas relacionadas pero que inciden en cosas diferentes. Una es la propia cuestión de las políticas palanca, y la otra se refiere a un trabajo que desempeñé durante tres meses, hace 15 años. Guardo muy buen recuerdo y me parece un trabajo magnífico, lo hice durante mi etapa de estudiante. Posteriormente he trabajado en otros muchos sitios, y ese trabajo me abrió un poco los ojos para saber cómo funcionan la empresa y la administración pública. También he trabajado muchos años en Renfe, en mi última etapa dedicado a la eficiencia y gestión energética.

¿Aprecia clasismo en el hecho de que el PP considere que desprestigia decir que alguien ha sido cartero, como si fuera algo de lo que hay que esconderse? Como incidir en que una ministra de Igualdad ha sido cajera de supermercado.

Sí, creo que es algo que indica el sesgo social que muchas veces se otorga a ocupar ciertos cargos. Creo que también estamos aquí para cambiarlo, para que la condición y procedencia social queden a un lado. Para que los nombramientos, los cargos de responsabilidad, estén relacionados con la aptitud de la persona, más que con su origen social o con sus relaciones, como pasa muchas veces.

Hay una orden ministerial sobre los PGE que obligaba a remitir a la Secretaría de Estado de Hacienda el pasado jueves los borradores de cada departamento ministerial. ¿Con qué presupuesto se mueven?

Hemos estado elaborando esa propuesta, ahora mismo se está negociando, con lo cual es muy complejo y es complicado avanzar algo. Creo que es muy interesante ver cómo el esfuerzo presupuestario que se destine desde la Administración General del Estado vaya alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Si la legislatura dura cuatro años, ¿qué le gustaría dejar acabado ?

Lo fundamental aquí es pasar de las palabras a la acción y los hechos. Que pasemos de tener una serie de declaraciones, de firmas, de definiciones de conceptos, a acciones que nos permitan una mejora de los objetivos en un tiempo razonable. Se trata de acercarnos a las metas marcadas.

¿Cómo están hoy los indicadores de cumplimiento de esos objetivos?

En el informe de progreso queda constancia de que hay mucho margen de mejora.

¿Puede destacar algún indicador en el que aprecie que se ha avanzado, pero que aún se pueda hacer más?

Por el momento sólo se ha presentado un informe de progreso, es complicado haber visto ese avance. Creo que, por ejemplo, la subida del SMI puede redundar claramente en una mejora de indicadores de pobreza extrema, porque lleva aparejada la mejora de las condiciones materiales de todos los que perciben ese concepto.