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Coronavirus “La maniobra de Sanidad de reclutar médicos graduados catalanes para Madrid tiene un punto de deslealtad”

El secretari de Salut Pública, Joan Guix, i el director general de Professionals de la Salut del Departament de Salut, Marc Ramentol, en roda de premsa el 5/03/2020. Blanca Blay | ACN
 El secretario de Salud Pública Joan Guix y el director general de Profesionales de la Salud del Departamento de Salud Marc Ramentol./ ACN

Hablamos con el director general de Profesionales de la Salud del Departament de Salut, Marc Ramentol, que critica el intento de captar algunos de los refuerzos médicos catalanes por parte de las autoridades españolas y explica cómo se está preparando la gestión de una nueva fase de la crisis por el coronavirus desde el sistema sanitario catalán.

La crisis por el contagio del coronavirus en Catalunya llega a las puertas de un posible colapso del sistema de salud catalán, un pronóstico que ha llevado al Departamento de Salud a movilizar jubilados, médicos recientemente graduados e incluso estudiantes de medicina y enfermería. La Generalitat teme que el pico de contagio coja los hospitales sin suficientes profesionales y con un desabastecimiento de material que ya han ido denunciado durante los últimos días los trabajadores sanitarios.

Público habla con el director general de Profesionales de la Salud del Departament de Salut, Marc Ramentol, para conocer cómo se está preparando la gestión de esta nueva fase, con un ascenso del contagio que no para de escalar y en medio de la polémica territorial por la gestión de la crisis, generada a partir de la centralización de las decisiones desde Madrid.

La consellera de Salut, Alba Vergés, anunció que incorporabais nuevos trabajadores al sistema: jubilados, médicos graduados y estudiantes de último curso de medicina y enfermería. ¿Cómo va este proceso?

Nos estamos preparando para encarar un embate que requerirá maximizar la fuerza laboral en los centros sanitarios, además de los recursos habituales de los cuales ya disponemos. En estas circunstancias, tenemos que explorar círculos periféricos y extraordinarios. El primero son estudiantes de último año de enfermería y medicina de 4.º y 6.º año respectivamente, la segunda corona serían médicos graduados que se presentaron al MIR el mes de enero y que están a la espera de coger una plaza y el tercero son profesionales jubilados hace menos de dos años.

¿Y cuántos estudiantes os han confirmado, ya?

Pues de los 979 estudiantes de medicina graduados en la última promoción, a estas alturas ya nos han confirmado unos 456. La consellera Alba Vergés se ha puesto en contacto con todos ellos y con los estudiantes agradeciéndoles que se pusieran a disposición del sistema sanitario. Y algunos centros de territorios del Servei Català de Salut ya los están llamando para incorporarlos.

¿Cuándo empezarán a trabajar?

Es cuestión de días. Lo marcará lo que tarden a colegiarse muchos de ellos, cosa que la gran mayoría ya había hecho y que, además, se ha facilitado gracias a la colaboración del Colegio de Médicos de Cataluña, que ha ideado una manera exprés de colegiarse. Y también dependerá de las necesidades que expresen los centros, que los empezarán a contactar. Lo que sí que intentaremos es garantizar el mínimo de desplazamientos posibles, puesto que tenemos sus direcciones facilitadas por las universidades. La lógica del ‘quédate a casa' continúa primado.

Según informaciones difundidas por este diario, el Ministerio de Sanidad ha llamado a algunos médicos graduados en Catalunya para reclutarlos de cara a reforzar los hospitales madrileños. ¿Cómo lo valoran?

Esta maniobra tiene un elemento de deslealtad, y así lo comunicamos al Ministerio. Lo que estamos haciendo con estas medidas es anticiparnos a la necesidad de profesionales exacerbada en cuestión de días. De hecho, ya lo está, de exacerbada. Ya tenemos profesionales que hacen turnos dobles por todas partes. Ya tenemos esta necesidad. Por lo tanto, nos parece una medida desleal intentar captar estos profesionales que hemos formado en Catalunya, en las universidades catalanas y que seguramente quieren trabajar en nuestro sistema sanitario.

¿Han podido volver a hablar con el Ministerio de nuevo? ¿Ha habido alguna rectificación?

No. Yo expreso la máxima solidaridad con los compañeros de Madrid que están en una situación peor que la nuestra, pero la evolución de la pandemia es exponencial y nosotros estaremos como Madrid de aquí a pocos días. Esto, tenemos unos días de ventaja, pero solo unos días. Sabemos que necesitaremos fuerza profesional, por eso la hemos movilizado.

¿Y tienen previsto movilizar estudiantes de otros cursos de medicina y enfermería?

De momento no lo tenemos previsto. Pero sí que sabemos que se nos han puesto a disposición muchos de ellos a través del Consell d’Estudiants de Medicina y de los colegios profesionales.

¿Los jubilados, que por edad son personas de riesgo, trabajarán con enfermos del Covid-19?

Se primará el teletrabajo y que no trabajen de manera directa con pacientes, apartados del contacto con el virus.

¿Qué impacto está teniendo el coronavirus entre los profesionales sanitarios?

De momento, sanitarios enfermos solo tenemos 384. Teniendo en cuenta que en la sanidad catalana hay 143.000 trabajadores, 384 es una cifra que genera un impacto relativamente pequeño. La demanda de profesionales que estamos gestionando es, en parte, porque sabemos que los profesionales que están en posiciones de más riesgo irán enfermando, pero el principal elemento es el repunte de casos que tendrá que asumir la sanidad y por lo cual se necesitarán muchos profesionales.

También se ha hablado mucho del desabastecimiento de material que hay en los centros. Hemos visto cómo los sanitarios tenían que reutilizar mascarillas o fabricarse batas con bolsas de basura.

Somos conscientes que esta es la principal queja que nos comparten los profesionales en los últimos días y que quieren que el ejercicio de su práctica profesional sea segura. Hace un mes que montamos la central de compras, que centraliza el sistema público, el privado y todos los proveedores. Nos hemos encontrado con un pico de demanda mundial de estos productos, y encima hemos tenido algún problema en relación con países que limitaban las exportaciones. Esto ha hecho que estos días los stocks estuvieran muy bajos y que tuviéramos dificultades para anticiparnos, pero tenemos la impresión de que esta situación ha empezado a cambiar durante los últimos días. Estamos pudiendo reposar estos stocks y sabemos que las líneas de aprovisionamiento no se cerrarán. Empieza a llegar el material, de nuevo.

La falta de material no es solo de mascarillas. También se ha dicho que faltan respiraderos para la gente que, a causa del coronavirus, tenga dificultades serias para respirar.

Ahora mismo no faltan respiraderos, exceptuando casos puntuales, como por ejemplo Igualada donde ha habido un pico de demanda urgente. Pero si el ritmo de contagio continúa siendo el que es ahora, sí que puede haber carencia de respiraderos. Es una de las cosas que hemos comprado y que estamos esperando. Hoy por hoy, los centros están recogiendo todos los respiraderos disponibles en sus centros. También de los quirófanos, puesto que la actividad programada ha disminuido mucho. Se han desprogramado muchas cirugías para liberar recursos. Es una práctica habitual en periodos de crisis.

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, hablaba de punto de tensión máximo del sistema de salud este fin de semana y de colapso la próxima semana. ¿Qué pasará?

Esta es la conclusión a la cual llegamos después de examinar la curva de casos en los hospitales. Lo que sabemos bien es que, de entrada, lo que hará o dejará de hacer que el sistema sanitario sea capaz de absorber la demanda de atenciones por el coronavirus dependerá de cómo de bien hagamos el confinamiento y el distanciamiento social. De aquí a los llamados para que la gente esté mentalizada, que cumpla las medidas de higiene. Sabemos que, si esto no lo hacemos bien, si esto no lo cumplimos de manera estrictamente rigurosa, corremos el riesgo de sobrepasar la capacidad del sistema. Y sí, lo que nos podría pasar es lo que ya hemos visto que pasa en otros países: profesionales con jornadas maratonianas y falta de recursos.

El Govern de la Generalitat mantiene una posición muy crítica con la gestión de la crisis desde Madrid. ¿Cree que se podría haber evitado este punto?

Desde un primer momento se tuvo una coordinación muy estrecha con el Ministerio. La consellera Alba Vergés dedicó muchas horas para que hubiera una comunicación fluida, no solo con el Estado, también con Europa. No estamos solos en esto, y no podemos ir solos. Entendemos que el Estado tiene activos para dar respuestas, y nuestra voluntad siempre ha sido la de sumar. Dicho esto, nos sorprendió muchísimo la gestión que está haciendo el Estado, declarando el estado de alarma y centralizando así las decisiones. Estamos atorados y perplejos, viendo la progresión que el coronavirus está teniendo en Catalunya, que no haya confinamiento total. El contagio en los territorios se está comportando diferente, está claro. Madrid se está comportando diferente, en Catalunya hay un comportamiento diferente del virus que en Murcia. Y no es extraño, porque en cada territorio hay comunidades sociales diferentes. Estamos perplejos de que haya una voluntad uniformadora y que no nos dejen abrazar medidas diferenciadoras para ir modulando la respuesta al coronavirus.

Este comportamiento no hace justicia a la voluntad de cooperación que hemos mostrado hasta ahora. Y si a esto le sumamos que llaman a nuestros licenciados, todavía aumenta más la perplejidad.

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