Cargando...

eutanasia

Eutanasia Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer: "El PP nos maltrató y es corresponsable de la muerte de María José"

El defensor de la eutanasia Ángel Hernández, en la sede de la asociación Derecho a Morir Dignamente. — Henrique Mariño

Publicidad

madrid, Actualizado:

Ya lo dice su nombre, pero la Justicia no atendió a su carné de identidad, ni al sufrimiento de su mujer, enferma de esclerosis múltiple. Ángel Hernández, impotente ante el dolor de María José Carrasco, la ayudó a morir en 2019, por lo que fue acusado de un delito de cooperación al suicidio. Pendiente de su comparecencia ante un juzgado de Violencia sobre la Mujer, la Fiscalía ha retirado la petición de seis meses de cárcel tras la entrada en vigor de la ley de eutanasia.

La Justicia juzga. Pero, en la letra pequeña, la Fiscalía abrió en su día la puerta al indulto en el caso de que fuese condenado.

Lo del indulto no se entiende porque, si fuese condenado a seis meses, no entraría en la cárcel. El mundo judicial en este país es muy complejo y se guardaba un poco las espaldas. El hecho de que la ley de eutanasia entrara en vigor el 25 de junio y, a la semana siguiente, se sobreseyera mi caso demuestra que estaban esperando a su aplicación.

Publicidad

¿Hacía falta llegar hasta aquí? Porque usted no quería ser indultado, sino que se comprendiese que el motivo de la acusación había sido en realidad un acto de amor por su mujer.

Eso estaba demostrado, pero la ley es la ley. Independientemente de la situación de mi mujer, de las pruebas aportadas y de los motivos para ayudarla a morir, el artículo 143 del Código Penal establecía que la ayuda al suicidio debía ser castigado, aunque te lo hubiesen pedido porque la situación de dolor y sufrimiento era irreversible. Si somos muy legalistas —y los jueces y los fiscales tienen que basarse en la ley—, puedo entender que la Fiscalía pidiese seis meses y luego a esperar… No tengo ningún reproche sobre su decisión inicial y siento alegría por el cierre del caso.

Click to enlarge
A fallback.

Ahora que todo ha quedado atrás, ¿se puede medir o pesar el sufrimiento y el dolor que le ha acarreado imaginarse sentado en un banquillo?

En realidad, lo que más me ha dolido es la pérdida de María José. Todavía no me he recuperado, porque la amaba y tuve que ayudarla a morir debido a su situación. Eso es lo que me ha pesado, más que el juicio, porque pude haber ido. Y, en mi derecho a la última palabra, iba a hacer mi yo acuso al Partido Popular —es decir, a los servicios sociales del PP en la Comunidad de Madrid— por el maltrato hacia María José y, de alguna manera, hacia mí.

¿Ha llegado a comprender en algún momento por qué su caso fue a parar a un juzgado de Violencia de Género? "Faltan pruebas para concluir que no sea un caso de violencia machista", alegó la Audiencia Provincial de Madrid.

Nunca lo he podido comprender. El tribunal se basó en una sentencia del Tribunal Supremo, pero era necesario que hubiera habido violencia contra María José. ¿Cómo iba a haber indicios de eso? Sin embargo, al juzgado no le importó, pese a los vídeos y las pruebas que aporté a la Policía para que los entregase a la jueza.

Publicidad

Al final, la Fiscalía ha concluido que su caso entra dentro de un supuesto legalmente autorizado. Sin embargo, tras la aplicación retroactiva de la ley de eutanasia, quizás sorprende más que fuese a ser juzgado como un maltratador.

Es absurdo e incomprensible, pero así funcionan algunos jueces y juezas. De hecho, si fuese a juicio, lo primero que iba a plantear era por qué estaba en un juzgado de violencia de género. Hay mucho reaccionario dentro de la judicatura al que le fastidia que yo reivindique y defienda la ley de eutanasia. Otra explicación no tiene sentido.

¿Qué sintió cuándo el PP presentó el recurso ante el Tribunal Constitucional?

Me enfadé muchísimo. Llegué a plantearme no ir a juicio o acogerme a mi derecho a no declarar, pero el recurso fue el motivo para presentarme en el juzgado. Con datos y documentos, iba a acusar al PP del maltrato recibido y de que influyó bastante en que María José llegara a esa situación de dolor y sufrimiento. Porque entonces ya no había otro remedio que ayudarla a morir.

Publicidad

Usted puede respirar tranquilo, pero la ley de eutanasia se topará con la objeción de conciencia médica.

Yo estoy en contra de la objeción de conciencia. Si ellos mismos dicen que los médicos están para curar, ¿por qué no curan a María José y a los enfermos de ELA, cáncer y otras enfermedades? Si no pueden, que los ayuden a no sufrir. La situación de mi mujer era irreversible y los medicamentos de paliativos la perjudicaban, porque le metían droga tras droga, y no servían para nada.

¿Será de difícil aplicación la ley de eutanasia?

Lo que me preocupa de la ley es la Comisión de Garantía y Evaluación [que valida o rechaza cada petición de eutanasia]. Si se utiliza bien en las comunidades donde gobiernan los partidos progresistas, no habrá ningún problema. Pero donde gobierna el PP con el apoyo de Vox, van a boicotearla, porque una de las formas de hacerlo es precisamente a través de esa comisión de seguimiento. En Murcia, por ejemplo, han puesto a un médico que está en contra de la ley de eutanasia. Imagínate que en otras regiones haya doctores reaccionarios o del Opus Dei... Así será muy difícil que se aplique.

Publicidad

La Comunidad de Madrid ya ha creado un registro de profesionales sanitarios objetores. Usted ya había vaticinado que como ganase las elecciones autonómicas Isabel Díaz Ayuso y la mayoría parlamentaria dependiese de Vox…

Sí, pero el problema será la comisión por la que pasarán las solicitudes. Yo no me fío de la Comunidad de Madrid, donde resido, porque la señora Ayuso es una auténtica reaccionaria. Y no lo digo yo, sino ella misma, que se siente alegre de ser una fascista o de estar "en el lado bueno de la historia". Yo diría que está al lado de los criminales, porque durante cuarenta años tuvimos un Gobierno criminal.

Después de tantos años de lucha, ¿cuál es su testamento, más que de vida, vital?

Yo hablo en plural, porque el 90% de esta lucha se lo debemos a María José. Yo habría estado a favor de la eutanasia en cualquier circunstancia, pero fue ella quien quiso que se grabase su sufrimiento y su dolor para hacerlo público, sin miedo a que me imputasen. Todo lo que hemos hecho es ella, o sea, se lo debemos a mi esposa. En lo que a mí respecta, haber sido investigado por su muerte fue un acicate más para que la ley de eutanasia saliese adelante.

Publicidad