La UE aprueba la compra de Credit Suisse por UBS
La Comisión Europea considera que la fusión de las dos entidades suizas no reducirá significativamente la competencia en los mercados en los que sus actividades se solapan dentro del Espacio Económico Europeo.
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BRUSELAS,
La Comisión Europea ha aprobado este jueves sin condiciones la fusión entre las entidades financieras suizas UBS y Credit Suisse, poco más de dos meses después del colapso de esta última, tras constatar que la operación no planteará problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo (EEE).
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El Ejecutivo comunitario ha dado así su visto bueno al acuerdo para la fusión de las dos mayores entidades de suiza orquestado el pasado 19 de marzo junto con las autoridades del país helvético, que describieron esta solución como "la mejor opción" para restablecer la confianza de los mercados.
UBS, que duplica en activos a Credit Suisse, acordó en marzo comprar a su competidor por 3.000 millones de francos suizos en acciones y asumir hasta 5.000 millones de francos en pérdidas, en una fusión forzada urdida por las autoridades suizas para evitar el contagio a la banca mundial.
Tanto UBS como Credit Suisse forman parte de un grupo de 30 bancos mundiales de importancia sistémica vigilados de cerca por los reguladores, y la quiebra de Credit Suisse repercutiría en todo el sistema financiero.
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UBS y Credit Suisse, ambos con sede en Suiza, ofrecen una gama de servicios bancarios y financieros entre los que figuran la gestión de patrimonios, la gestión de activos, los servicios de banca de inversión y los servicios de banca minorista y corporativa.
Basándose en su investigación del mercado, Bruselas ha concluido que la fusión no reducirá significativamente la competencia en los mercados en los que sus actividades se solapan dentro del EEE.
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El Ejecutivo comunitario ha señalado que, tras la fusión, la entidad seguirá enfrentándose a una presión competitiva significativa por parte de una amplia gama de competidores en todos esos mercados, incluidos varios grandes bancos mundiales, así como proveedores especializados y fuertes operadores locales.
La obligación de suspensión exige a las empresas que se fusionan no llevar a cabo una fusión hasta que la Comisión la haya autorizado, aunque dadas las dificultades financieras de Credit Suisse y el consiguiente riesgo de inestabilidad financiera, las partes solicitaron una excepción para permitir a UBS cerrar la operación y que Bruselas concedió dado que el riesgo de perjuicio sistémico para terceros y para el sector bancario superaba cualquier amenaza potencial para la competencia derivada de un cierre anticipado del acuerdo.