Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 5.742 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, lo que supone un aumento del 13% respecto al mismo periodo del año anterior (un 28% más en euros constantes), según ha informado este miércoles la entidad.

Los sólidos resultados en España, el beneficio subyacente en Brasil, su principal mercado, y el crecimiento de los ingresos en otros mercados como México y Portugal han elevado las ganancias del banco que preside Ana Botín, compensando "sobradamente" el impacto de las depreciaciones de algunas divisas, como el peso argentino, respecto al euro. El banco se anotó pérdidas de 169 millones en el trimestre en Argentina, después de reformular sus cuentas para reflejar la hiperinflación.

El beneficio antes de impuestos subió un 23% con respecto al mismo periodo del año anterior en euros constantes, hasta 11.230 millones, con un crecimiento del beneficio ordinario en ocho de los diez principales mercados.

En el tercer trimestre estanco, el beneficio atribuido del Santander, el mayor banco de la zona del euro por capitalización bursátil,  fue de 1.990 millones de euros, un 36% más que en el mismo trimestre de 2017. En ese periodo un año antes se registraron 515 millones de euros de cargos extraordinarios, de los que 300 millones fueron con motivo de la integración del Popular.

En una nota, Ana Botín ha subrayado que Brasil, México y España mantienen las tendencias positivas de los últimos trimestres, y el Reino Unido muestra una mejoría en los datos intertrimestrales en un entorno que continua siendo "complicado". La diversificación de Santander en el extranjero, especialmente en Brasil, ha ayudado a la entidad a lidiar con las duras condiciones de los bancos en Europa en los años transcurridos desde la crisis financiera.

Mejoras en capital y morosidad

En un momento en que los reguladores demandan a los bancos más capital, Santander logró elevar su ratio de capital CET1 fully loaded, un dato muy vigilado sobre la fortaleza del banco, en 31 puntos básicos al 11,11%, por encima de su propio objetivo para fin de año: el 11%. No obstante, su ratio de capital sigue por debajo de sus homólogos europeos, cuyas pruebas de estrés se conocerán el viernes. Incluyendo la venta del negocio de crédito de Wizink, su ratio fully loaded se habría situado en septiembre en 11,20%.

El banco también cerró septiembre con una tasa de morosidad a nivel de grupo de 3,82%, frente al 3,92% del trimestre anterior, en una señal de que los bancos españoles están limpiando sus balances más rápido que sus rivales italianos gracias a la sólida recuperación de la economía española.

El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, durante una rueda de prensa para presenta los resultados del tercer trimestre del banco. EFE/ZIPI

Durante la presentación de resultados del tercer trimestre, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha explicado que la reestructuración de oficinas del grupo se iniciará una vez que se complete la integración operativa de Banco Popular, que se iniciará en el mes de noviembre y que durará entre 5 y 7 meses. Álvarez ha asegurado que la integración de ambas entidades "progresa bien" y que los efectos de las sinergias "ya se muestran en la reducción de costes".

El proceso comenzará a partir de la próxima semana progresivamente en las distintas sucursales del grupo, integrando los sistemas y sin que los clientes sufran cambios de número en las cuentas ni en sus tarjetas. "Esperamos que sea amistosa con los clientes y que se haga sin sobresaltos", ha señalado Álvarez, quien ha explicado que tras la integración se evaluará qué oficinas se mantienen y cuáles se cierran, en función de su actividad. "Todavía no estamos cercanos a ese proceso", ha asegurado el directivo.

Al cierre de septiembre, Banco Santander contaba en España con 4.398 oficinas, 101 menos que un año antes, y un total de 32.425 empleados, 922 menos.

El consejero delegado del Santander, además, ha indicado que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 que está preparando el Gobierno "van en la buena senda", en la medida en que siguen reduciendo el déficit y el volumen de deuda sobre el PIB.

El respaldo de Álvarez a las cuentas de 2019 se une a la opinión manifestada la pasada semana por el presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé, quien respaldó el borrador presupuestario remitido por el Gobierno a Bruselas al considerar que hay que "hacer efectivas las propuestas del plan para que de verdad se estimule el crecimiento de la economía.

Álvarez ha asegurado tanmbién que el cambio de consejero delegado no responde a un cambio en la estrategia de la entidad, ya que si esa fuera la intención, él no permanecería en el grupo como vicepresidente. "Si se fuera a hacer un cambio de estrategia yo hubiera salido del banco", ha argumentado Álvarez, quien a partir del 1 de enero de 2019 asumirá el cargo de presidente ejecutivo de Santander España y vicepresidente del grupo Santander, dejando paso a Andrea Orcel como nuevo consejero delegado de la entidad.

El todavía número dos del banco ha negado los rumores de mercado que especulan con la idea de que el nuevo consejero delegado había sido contratado con el mandato de realizar una ampliación de capital, aunque dejó abierta la puerta a esta posibilidad si se presenta una oportunidad de compra en el futuro. "¿Si el nuevo CEO ha sido nombrado para hacer una ampliación de capital? No. Una ampliación de capital para operaciones en un futuro no sé, pero en el presente, no", ha asegurado.