Pelea familiar a lo 'Succession' por la herencia de Rupert Murdoch
El patriarca quiere garantizar que su hijo mayor y sucesor tenga más poder que sus hermanos.
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Madrid,
El magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, de 93 años de edad, parece dispuesto a enfrentarse hasta el final contra tres de sus hijos por el futuro control de su imperio cuando muera.
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Un documento judicial filtrado al diario The New York Times refleja que en los últimos meses se ha ido desarrollando en secreto una intensa batalla legal que deberá resolverse en un tribunal de Reno (Nevada, EEUU) previsiblemente en septiembre.
Este conflicto, que se ha llevado con total discreción hasta ahora, tiene su origen en la decisión del patriarca de modificar a finales del año pasado un fideicomiso familiar —en principio irrevocable desde su fundación hace más de 25 años— para garantizar que su hijo mayor y sucesor, Lachlan, tenga más poder que sus hermanos.
Hasta entonces, dicho documento establecía que a la muerte del magnate de origen australiano los cuatro hijos mayores asumirían el control por igual.
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No obstante, ya en septiembre del pasado año su vástago mayor tomó su relevo como presidente exclusivo de News Corp, además de presidente ejecutivo y director ejecutivo de Fox Corporation.
Para Murdoch, la única forma de garantizar la línea ideológica (escorada hacia la derecha y el sensacionalismo) de su imperio mediático es blindar la posición de Lachlan frente a sus hermanos James, Elisabeth y Prudence, a quienes pretende dejar sin voto con la modificación de dicho fideicomiso.
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¿El fideicomiso no se toca?
La importancia del fideicomiso en cuestión, firmado en 1999 y en principio irrevocable salvo por causa "de buena fe", radica en que otorga a los cuatro hijos mayores votos igualmente decisivos que afectan al control del imperio mediático. Es precisamente eso lo que quiere modificar el veterano fundador de News Corp. en favor de Lachlan.
Como bien explica el diario Business Insider, los Murdoch ejercen el control de sus compañías gracias a su estructura de acciones de doble clase: las de clase A, disponibles para el público, otorgan un voto limitado o nulo, y las acciones en manos de la familia, de clase B, que tienen derechos superiores: de esta forma controlan de facto las compañías.
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En su larga vida, Rupert Murdoch se ha casado cinco veces y divorciado cuatro, tiene seis hijos, todos con una participación igualitaria en su imperio aunque las hijas menores no tienen derecho a voto.
Por su avanzada edad, quizá ésta sea la última batalla legal de su controvertida trayectoria de más de 70 años de poder, dinero e influencia regados de escándalos, amarillismo, noticias falsas y líos de familia.
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Eso sí, a diferencia de la serie de ficción Succession —claramente inspirada en este poderoso clan—, el final aún no está escrito.