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¿Qué influencia tiene el gas en el precio de la luz?

El precio del gas en el mercado internacional es uno de los factores principales que explican la subida de los precios de la electricidad. Por esta razón, apostar por energías renovables se consolida como una solución para generar energía limpia y más asequible para todos.

Imagen de Jean-Louis SERVAIS en Pixabay.

En los últimos meses el precio de la energía se ha consolidado como uno de los grandes temas de preocupación de los consumidores. Desde los medios de comunicación no ha parado de repetirse la idea de que el precio de la luz está fuertemente influenciado por el precio que adquiere el gas en el mercado. Sin embargo, muchos consumidores siguen sin entender por qué existe esta correlación entre ambos precios.

Que el gas sea más caro acaba repercutiendo directamente en el precio de la luz de nuestra factura.

El gas natural es a día de hoy la principal fuente de energía que se utiliza en las centrales térmicas de ciclo combinado para producir electricidad. Estas centrales son las encargadas de convertir la energía térmica del gas natural en electricidad a través de una turbina de gas y otra de vapor.

¿La solución? Aportar por las renovables

Imagen de Lukas Bieri en Pixabay.

Para intentar frenar el crecimiento del precio de la energía, en nuestro país se adoptó una medida en junio: el conocido como "tope del gas". Este tope establece un límite al precio máximo del gas natural utilizado en las centrales de generación eléctrica. Tras esta medida, el Gobierno también aprobó una bajada del IVA del gas del 21% al 5%.

En este contexto, la mejor solución que se puede proponer es la de apostar por las energías renovables en la generación de electricidad. Las energías renovables se presentan como una alternativa responsable, limpia y asequible para hacer frente a los altos precios del gas. Según un informe de IRENA, el 62% de la generación total de energía renovable que se consiguió en 2020 tuvo costes más bajos que la opción más barata de combustible fósil. En concreto, la energía solar llegó a ser más barata que el carbón y el gas en la mayoría de los países importantes, según los datos publicados.