Gasolina y gasóleo El precio de los carburantes repunta hasta un 1,7% y toca máximos anuales en plena Semana Santa
El llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta actualmente 73,09 euros, unos 5 euros más que en la pasada Semana Santa, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 68,31 euros, unos 5,6 euros más. Las cifras muestran una subida de casi un 9% con respecto al año pasado.
Publicidad
MADRID,
El precio de la gasolina y del gasóleo ha proseguido esta semana su escalada y ha repuntado hasta casi un 1,7%, para tocar en plena Semana Santa nuevos máximos anuales, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Publicidad
En concreto, el precio medio del litro de gasolina ha encadenado esta semana su decimocuarta subida consecutiva, tras repuntar un 1,68%, para situarse en los 1,329 euros, un nivel que no se veía desde principios de noviembre.
Por su parte, el litro de gasóleo, que a finales de marzo cortó su espiral de subidas desde comienzos de año, ha registrado su tercera semana al alza seguida, tras repuntar un 0,81%, para situarse en los 1,242 euros.
Estos incrementos en los precios de ambos combustibles se producen en plena Semana Santa, en la que se prevén en su totalidad unos 15,5 millones de desplazamientos por carretera. De este total, el mayor volumen de desplazamientos de vehículos a lo largo de toda la red viaria se producirá en la segunda fase de las vacaciones, que arrancó este miércoles y se prolongará hasta el próximo lunes.
Publicidad
Ambos carburantes entraron a principios de año en una tendencia alcista con la que rompían una espiral a la baja que había llevado a un abaratamiento del 13% en el caso de la gasolina, y de más del 12% para el gasóleo, desde los máximos que alcanzaron en octubre.
Desde el pasado 1 de enero entró en vigor el denominado 'tipo especial' único, la nueva fiscalidad que grava el consumo de hidrocarburos y que fue regulada por el anterior Gobierno del PP en los PGE de 2018, lo que ha provocado una subida de los precios de venta al público de la gasolina y el gasóleo de 10 y 22 céntimos por litro, respectivamente, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Publicidad
En concreto, desde principios de 2019 se integraron los dos tramos del antiguo Impuesto de Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos (IVMDH), el 'tramo autonómico' (que oscilaba entre cero y 4,8 céntimos de euro por litro y cuya cuantía decidía cada comunidad) y el 'tramo estatal' (que ascendía a 2,4 céntimos de euro por litro) en un único impuesto. Este nuevo gravamen, denominado 'tipo especial', se elevó a 7,2 céntimos de euro por litro y se aplica por igual en toda la Península y Baleares.
Según el regulador, el impacto de esta modificación impositiva es que, a pesar de que los precios antes de impuestos disminuyeron, se produjo un aumento de los precios de venta al público.
Publicidad
5,6 euros más caro llenar el depósito
Con respecto a la Semana Santa del año pasado, que cayó entonces a finales del mes de marzo, el precio del litro de gasolina es un 7,5% más caro, mientras que en el caso del gasóleo se ha encarecido un 8,9%. Así, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta actualmente 73,09 euros, unos 5 euros más que en la pasada Semana Santa, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 68,31 euros, unos 5,6 euros más.
La subida en los precios de los carburantes desde principios de año viene también acompañada de un incremento en los precios de la cotización del petróleo. Este jueves, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba por encima de los 71,4 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a 63,7 dólares.
Publicidad
La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,454 euros y 1,497 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,361 euros en la UE y 1,356 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.