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Fomento volverá a ceder al sector privado las autopistas que rescate

El Ministerio sacará a concurso las vías en quiebra  porque, según De la Serna, "son viables", si no se cuenta los 3.200 millones de su deuda

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La autopista Eje Aeropuerto, gestionada por OHL, una de las vías en quiebra. E.P.

MADRID, Actualizado:

El Ministerio de Fomento no se quedará con las autopistas en quiebra que tenga que rescatar, sino que las sacará de nuevo a concurso para volver a ceder su explotación a empresas privadas, dado que actualmente son viables.

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Fomento considera que estas son "viables si no se considera su 'mochila'".  Con la mochila Iñigo de la Serna hace referencia a la deuda de unos 3.200 millones de euros que soportan.

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"Tienen un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo y alguna de ellas presenta aumentos de tráfico mensuales de casi el 20%", aseveró respecto a las nueve vías de pago en problemas.

Además aseguró que se podrían obtener "ingresos no despreciables" con una futura relicitación de las autopistas quebradas en 2013 gracias al repunte del tráfico en varías de estas vías.

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 Íñigo de la Serna, dijo que el Gobierno podría obtener "ingresos no despreciables" con una futura relicitación de las autopistas 

Agregó que tras fracasar las negociaciones del Ministerio con los acreedores de las autopistas,en su mayor parte 'fondos buitre', sobre el plan de rescate planteado en 2014 el Gobierno se preparaba ahora para recuperar estas infraestructuras bajo el techo de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa) para su posterior relicitación.

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"Vamos a seguir preparándonos para poder recoger estas autopistas y volver a un proceso (de relicitación) en esta dirección," dijo de la Serna.

La fuerte caída del tráfico en los primeros años de la crisis fue el desencadenante para la quiebra de estas autopistas, ya que los ingresos de peaje no garantizaban a las empresas concesionarias recuperar las inversiones realizadas en la construcción.

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En 2014, Fomento había planteado un plan de rescate que pasaba por la integración de las ocho autopistas radiales quebradas en una empresa pública tras aplicar una quita del 50 por ciento sobre la deuda en manos de la banca y transformar el resto del pasivo en un bono a treinta años con una rentabilidad del uno por ciento.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante su intervención en un desayuno informativo de 'El Economista'. EFE/Fernando Alvarado

Dicho plan fue rechazado por los acreedores en su día y el año pasado, Fomento dijo que no veía alternativa a la nacionalización para evitar el cierre al tráfico de las autopistas quebradas.

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Según De la Serna, las arcas públicas tendrían que pagar ahora algo menos de 3.000 millones de euros en concepto de responsabilidad patrimonial en esta operación, mientras que la patronal constructora Seopan calculó que el estado debe a las constructoras y acreedores financieros más de 5.000 millones de euros más intereses por la quiebra de las autopistas en 2013.

Seittsa, sociedad dependiente de su Ministerio, se está ya preparando para cuando tenga que quedarse con alguna autopista y abordar su posterior "relicitación".

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"Sería Seittsa la que se encargaría de llevar toda la gestión para esta relicitación. Hay que ver cómo y cuándo. Hemos explorado la posibilidad de llegar a acuerdos con los tenedores de la deuda, pero no ha sido exitoso. Estamos por debajo de los 3.000 millones en la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA)", dijo el ministro. 

Las arcas públicas tendrían que pagar ahora algo menos de 3.000 millones de euros en concepto de responsabilidad patrimonial en esta operación

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De esta forma, al ceder de nuevo la concesión de estas vías, Fomento podría obtener así recursos para afrontar la responsabilidad patrimonial de la administración (RPA) que supondría su rescate previo, que, de esta forma, no impactaría en las arcas públicas.

La RPA es el importe que el Estado debe abonar a los actuales concesionarios de las autopistas por la inversión que realizaron en su construcción, una factura "inferior a los 3.000 millones de euros", según el ministro, pero que el sector calcula en unos 5.000 millones.

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Además, el ministro considera una "buena noticia" el hecho de que los tribunales estén suspendiendo o dejando en suspenso los procesos de liquidación a los que ya han llegado alguna de las ocho autopistas quebradas. "Nos da más margen para maniobrar y prepararnos para si hay que quedárselas", indicó.

La Audiencia Provincial de Madrid resolvió recientemente suspender la liquidación de la autopista de circunvalación de Alicante, que ha vuelto así a la fase del concurso en el que la concesionaria puede negociar la deuda con los acreedores para superar la insolvencia, y se espera que lo mismo ocurra con la de las radiales R-3 y R-5.

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En caso de que la Audiencia se pronuncie de igual forma sobre estas dos vías, Fomento ya no tendría que asumirlas el próximo 1 de julio, tal como había dictado un Juzgado Mercantil.

Precisamente, el desplome de tráfico que registraron durante la crisis y los sobrecostes de expropiación que soportaron en su construcción constituyen las causas del riesgo de quiebra que afrontan estas tres autopistas, además de las otras dos radiales (R-4 y R-2), la Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda, la Cartagena-Vera y la M-12, la que une Madrid con el aeropuerto de Barajas.

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