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La estrategia de Banco Santander para cuidar el medio ambiente y luchar contra el cambio climático

Banco Santander está dispuesto a liderar la banca responsable, un concepto que se ha convertido en seña de identidad de grupo y pilar de su modelo de negocio.

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Ana Botín, presidenta de Banco Santander.

MADRID,

Banco Santander está dispuesto a liderar la banca responsable, un concepto que se ha convertido en seña de identidad de grupo y pilar de su modelo de negocio. El objetivo: garantizar un futuro sostenible. Consciente de la importancia de la conservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, la entidad tiene en marcha una batería de medidas para lograr un entorno mejor. Uno de los reconocimientos a esta estrategia es la valoración que otorga al Santander el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), índice de referencia en el ámbito internacional que mide el comportamiento sostenible de las empresas. La entidad ha conseguido en 2018 el mejor resultado de su historia y se sitúa como el tercer mejor banco del mundo y el primero de Europa.

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Huella ambiental - Banco Santander

Grupo Santander realiza desde 2009 una medición de su huella ambiental, es decir, de los consumos, residuos y emisiones derivadas de las instalaciones de la entidad en todo el mundo. La entidad conoce cuál es su impacto real en el medio ambiente y detecta necesidades de minimización, y logra así ser más respetuosa con el medio ambiente. Banco Santander puso en marcha en 2012 su primer plan de eficiencia energética, el plan 20-20-15 para reducir el 20% del consumo energético y el 20% de emisiones de CO2 en 2015. El banco implantó la herramienta Green Building, de Archibus en 2014 para mejorar la gestión y tratamiento de los indicadores ambientales. En 2016, lanzó un nuevo plan trianual, aprobado en el comité de Sostenibilidad. Este plan se basa en la puesta en marcha de más de 200 iniciativas encaminadas a reducir en el periodo 2016-2018 el consumo eléctrico de los edificios un 9%, disminuir el consumo de papel un -4%, y emitir un -9% menos de gases de efecto invernadero. Objetivos que la entidad consiguió alcanzar al 100% con un año de antelación, a finales de 2017, según figura en su último Informe de Sostenibilidad. Con todo ello, Grupo Santander quiere lograr una mayor concienciación y sensibilización sobre temas ambientales de los empleados del grupo.

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Huella ambiental - Banco Santander 2016-2017

Junto a estas medidas de reducción, Santander también lleva a cabo la compensación de emisiones en varios países como Brasil y Chile. El programa Reduza e Compense de Brasil ofrece una herramienta para calcular las emisiones y conocer cómo reducirlas y compensarlas. Desde su lanzamiento en 2013 se han registrado 134.812 visitas y se han compensado 75.891 toneladas de CO2.

En 2012, se lanzó el portal de la huella ambiental del Grupo para informar y concienciar a todos los empleados sobre todos los aspectos ambientales que conciernen al Banco. Y para ello se han realizado campañas específicas en cada uno de los países en los que está presente la entidad. También existen programas de voluntariado ambiental, como la iniciativa Reforestamos México, que se suma a las labores de reforestación realizadas en el país desde 2009. Polonia cuenta con el Green Volunteering, en el que los empleados, por medio de una competición interna, aportan sus ideas para llevar a cabo mejoras ambientales.

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Energías renovables

A todo esto hay que añadir que el grupo financia la construcción y operación de parques eólicos, plantas fotovoltaicas, centrales termosolares, hidráulicas, con una potencia total instalada de 7.362 MW. Estas operaciones corresponden a proyectos localizados en Brasil, Estados Unidos, Alemania, Italia, Chile, Portugal, Reino Unido y Uruguay. Además, mantiene 1.037 operaciones de leasing fotovoltaico de 245 millones de euros.

Biodiversidad y agricultura

En cuanto a la protección y conservación de la biodiversidad hay que destacar el empeño de recuperar espacios naturales degradados y especies que están en peligro de extinción, así como las diversas publicaciones que realiza la Fundación Banco Santander en España. Se estima que cuando estos espacios restaurados lleguen a su madurez, en un plazo de 15 o 20 años, su capacidad de absorción alcanzará las 1.929 toneladas anuales de CO2. La Fundación Banco Santander ha colaborado en la reintroducción del águila pescadora en las marismas del Odiel en Huelva y ha desarrollado un proyecto de restauración de ecosistemas de montaña mediante la apicultura en La Liébana cántabra, con el fin de aumentar la disponibilidad de alimentación a especies emblemáticas como el oso pardo o el urogallo. Además, en diciembre de 2012, se inauguró El Bosque, una zona de 69 hectáreas en la que el banco ha recuperado un ecosistema de bosque mediterráneo para uso recreativo y cultural de todos los empleados y sus familiares.  Para ello, se han plantado miles de ejemplares de diferentes especies arbóreas, así como la creación de zonas húmedas, lo que le ha dotado de un alto valor ecológico.  El Bosque cuenta actualmente con más de 14.000 árboles de diferentes  especies y es ya uno de los más importantes proyectos de renaturalización llevados a cabo en España.

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