Las estaciones de esquí y casas rurales catalanas prevén alcanzar la plena ocupación durante la Semana Santa
El turismo de costa se verá castigado en Catalunya por la sequía y por unos días festivos tempraneros que este año serán en marzo, aunque el sector augura un crecimiento de la facturación de entre el 5 y el 10%.
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barcelona,
La reciente celebración del salón B-Travel, que tuvo lugar en Fira de Barcelona, reafirmó un mensaje de optimismo sobre el sector turístico, que en Catalunya es de vital importancia. El turismo parece recuperado de los impactos de la pandemia desde el punto de vista económico, pero todavía tiene pendientes retos, como la desestacionalización de la actividad, la innovación, la digitalización o la sostenibilidad, éste último agravado por la emergencia de la sequía actual.
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Todos estos desafíos pasan a un segundo plano durante las vacaciones de Semana Santa, uno de los momentos del año con mayor concentración de desplazamientos y de actividad turística. Las previsiones del sector turístico catalán son que en los días centrales del período festivo, entre el Viernes Santo y el Lunes de Pascua –festivo en Catalunya-, la ocupación en el Pirineo y en las estaciones de esquí, así como en los establecimientos rurales, alcanzará el 100%.
La nota negativa la aporta el turismo de costa, vinculado al sol y playa, que este año notará los efectos de la sequía, la precocidad de la Semana Santa -que este año cae a finales de marzo-, y cierto replanteamiento de la opción por parte de los turistas, que se decantan por el contacto con la naturaleza.
Desde la Confederació del Turisme Rural i l'Agroturisme de Catalunya (Turalcat), la directora de los servicios técnicos, Montse Coberó, explica que "en los días centrales de la Semana Santa, es probable que el 100% de los alojamientos estén llenos".
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En este sentido, incide en que "se trata de uno de los momentos álgidos para nuestros establecimientos, junto con el Fin de Año". Desde el punto de vista del empleo, Coberó añade que "hemos recuperado los niveles de reserva prepandémicos".
Por el momento, la sequía, uno de los factores que sobrevuela el turismo durante los últimos meses, no está afectando al rural. "No está impactando porque, de momento, en primavera no estamos ofreciendo el servicio de piscina al aire libre", afirma.
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Según Turalcat, el perfil de turista rural consolidado en los últimos años corresponde a un público familiar o el de grupos de amigos de entre 20 y 40 años, la mayoría procedente de un entorno de proximidad. Mientras tanto, las agencias de viajes catalanas prevén una "muy buena" Semana Santa, con un incremento de las reservas de entre un 5 y un 10% respecto al año pasado.
El vaticinio lo hace Jordi Martí, presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave), que destaca el aumento de los precios de los servicios turísticos, en torno al 10%. La patronal asegura que en su caso no han notado que la sequía haya provocado anulaciones, tal y como habían apuntado algunas fuentes del sector.
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Turismo de nieve y urbano
El sector considera que el turismo de costa tendrá "poca influencia" en este periodo festivo, cuyo protagonista será el urbano. Así, se espera que los hoteles de ciudades con mayor tradición de Semana Santa y capitales turísticas alcancen una ocupación media de un 70% durante toda la semana y rocen un 90% en sus días centrales. Los hoteleros añaden también las estaciones de esquí, después de que el frío de hace unas semanas haya dejado nieve en la montaña.
Por su parte, la directora general de Turisme de la Generalitat, Marta Domènech, augura que los Pirineos alcanzarán niveles de ocupación de hasta el 90% en el próximo fin de semana de Semana Santa. Respecto al posible impacto de la sequía, sostiene que "no se está notando en este sentido. En principio, la situación está garantizada, hoy en día".
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Un ejemplo de actividad que no se ha visto afectada por la falta de lluvias son los deportes de aventura, que se practican en el río Noguera Pallaresa, en la comarca de Pallars Sobirà. Hace pocos días, un grupo de jóvenes inició el primer descenso de rafting de la temporada, en un recorrido entre Llavorsí y el puente de Gulleri.
Los responsables de la bajada comentan que, gracias a un convenio con Endesa, se ha logrado garantizar un caudal adecuado, por lo que se mantendrá uno de 22 metros cúbicos por segundo durante cuatro horas diarias.
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Cambio de hábitos
En una línea similar, la Asociación Turística de Apartamentos Costa Brava-Pirineo de Girona (ATA) recuerda que para las vacaciones de Semana Santa existe una gran actividad de reservas de última hora. De confirmarse el buen tiempo, la previsión es que la ocupación en el interior y en el Pirineo llegue casi a la plena ocupación, especialmente los días festivos (del 29 de marzo al 1 de abril), y en torno al 80% en la costa.
A través de una encuesta entre sus asociados, ATA ha detectado que en el interior y en el Pirineo las reservas efectuadas provienen mayoritariamente del área de Barcelona (el 79%) mientras que en la costa el 44% proceden del ámbito metropolitano y el 41% de fuera de Catalunya.
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Las buenas previsiones para esta Semana Santa invitan al sector al optimismo también de cara a la temporada de verano. Además, ATA remarca que la tendencia que se ha ido observando en los últimos dos años, con reservas con bastantes meses de antelación, se está consolidando. Así, los turistas optan por alojamientos que les den mayor privacidad y amplitud de espacio.
Este cambio de hábitos puede suponer el punto de partida de la necesaria adaptación del sector turístico a los condicionantes del cambio climático. Elementos como la protección, la preservación y el cuidado del patrimonio natural y cultural deben convertirse en una prioridad, ya que se trata del pilar sobre el que se sustentan la mayoría de las actividades turísticas. El reto sigue siendo conciliar patrimonio, naturaleza, economía, turismo y sostenibilidad.