MADRID.- Alrededor de 52.000 trabajadoresde Correos están llamados a secundar los paros parciales y la huelga general convocada por los sindicatos CCOO, UGT, CSI-F y Sindicato Libre para el 30 de abril y el 4 de mayo.

Los convocantes critica "el recorte de empleo de más de 15.500 puestos desde 2010" en la empresa y acusan al Gobierno y a los directivos de Correos de "irresponsabilidad política y provocación" al aplicar "el mayor recorte de plantillas en la historia de la empresa pública y mantener bloqueada la negociación del Convenio Colectivo y Acuerdo General, desde hace más de año y medio".

Según explican, representan a un 80% de los empleados de Correos y, además de los días de huelga general, están convocados a participar en las más de 52 concentraciones que se realizará en todo el Estado para rechazar el "bloqueo de la negociación colectiva", y el "severo recorte de plantilla que está llevando a cabo Correos con el beneplácito del Gobierno".

Considera que el Ejecutivo está acabando con el servicio postal público prestado a millones de ciudadanos. Señalan directamente a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), al Ministerio de Hacienda y a los directivos de Correos, a los que acusan de "ineficacia en la gestión ante un conflicto planteado desde hace año y medio" y de desoír la reivindicados de los sindicatos sin plantear propuestas serias.

Los organizaciones sindicales advierten de que los paros del 30 de abril en toda España son el "preludio" de la huelga general del 4 de mayo, y de un proceso de movilización ascendente que comprende dos paros parciales más (14 de mayo -13 en Madrid- y el 21 en todo el Estado) y otras dos huelgas generales en víspera de las elecciones autonómicas y municipales (15 de mayo -14 en Madrid-, y 22 en todo el Estado).

Según apuntan, la única salida del conflicto pasa por alcanzar un nuevo Convenio Colectivo y Acuerdo General que "ponga freno a los ajustes y recortes injustificados de empleo que se vienen produciendo", que se contemple un salario digno, la recuperación del poder adquisitivo con incrementos salariales tras años de congelación, así como la estabilidad, la consolidación de empleo y el mantenimiento de la ultraactividad.