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Las cinco trampas de los Presupuestos de 2016 que Rajoy deja al próximo Gobierno

1. Un déficit casi imposible de cumplir

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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la entrega en el Congreso de los Diputados del proyecto de Presupuestos del Estado para 2016. REUTERS

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MADRID.- El Pleno del Congreso aprueba este martes definitivamente los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016. Son las quintas cuentas públicas de Mariano Rajoy y  las más controvertidas, por su tramitación apresurada y atípica (llegaron a la Cámara Baja en pleno agosto, casi dos meses antes de lo habitual), con la vista puesta en las elecciones de final de año, y, ante un eventual cambio de inquilino en La Moncloa, tendrán que gestionados por un nuevo Ejecutivo.

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Los analistas alertan que el desfase en los próximos presupuestos ronda los 10.000 millones de euros. Esto podría obligar al nuevo Gobierno que salga de las urnas del 20-D a nuevos recortes y ajustes para poder cumplir con Bruselas, entre otras trampas que dejan las cuentas públicas preparadas por Rajoy.

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El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, con el ministro de Economía, Luis de Guindos. REUTERS

1. Un déficit casi imposible de cumplir

Pese a los numerosos intentos del Gobierno y de su presidente por dejar claro que cumpliremos el déficit, la desautorización de Bruselas a Rajoy en los últimos días ha sido clara: España estima que crecerá e ingresará más de lo que piensa Europa, y de esas previsiones “optimistas" solo pueden nacer Presupuestos poco realistas y, por tanto, difíciles de cumplir.

2. El optimismo y el populismo fiscal

El Gobierno, continuando con su línea optimista, aseguró hace menos de una semana que el Estado dispondrá a finales de este año de 8.500 millones de margen presupuestario que, junto con el superávit que espera de los ayuntamientos, servirá para compensar las desviaciones de la meta de déficit de las Comunidades Autónomas y la Seguridad Social para este año.

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Bancada de los diputados del PP en el Congreso de los Diputados. EFE/Sergio Barrenechea

3. Una deuda pública casi superior al PIB

Según datos del Banco de España, la deuda pública volvió a subir en agosto hasta suponer un 97,4% del PIB, siguiendo la tendencia ascendente que han tenido casi todos los meses del año salvo en abril y julio. Es decir, que pese al optimismo de Rajoy, nuestra deuda se acerca cada vez más al objetivo para el conjunto de 2015, situado en el 98,7% del PIB tras la revisión que introdujo el Ejecutivo en los Presupuestos de 2016.

4. Bruselas pedirá más impuestos y más recortes

Tal y como advierte la Comisión Europea, para alcanzar los objetivos de déficit y de deuda en 2016 hay que seguir recortando y aumentando la recaudación fiscal, concretamente a través del IVA y la tasa de hidrocarburos.

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Un hombre en una tienda de electrodomésticos en Madrid. REUTERS

5. ¿Hacia otra reforma laboral?

Pese a las múltiples promesas de los partidos de la oposición para derogar la actual reforma laboral, es poco probable que Bruselas de el visto bueno a esta decisión; es más, está por ver si la Comisión pedirá más retoques a la actual legislación. Según Iván H. Ayala, la Comisión Europea seguirá presionando mientras la cifra de paro sea del 22,37%, según la Encuesta de Población Activa, y las políticas activas de empleo tengan tan poco peso en los Presupuestos de 2016.

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