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Cancelar el pago de dividendos arma al Santander con más capital y aumenta en 90.000 millones su capacidad de crédito a la sociedad

Ana Botín dice: "Esta no es una crisis financiera como la de 2008, hoy los bancos somos parte de la solución". Por eso el Banco Santander ha decidido cancelar el pago a los accionistas del segundo dividendo de 2019 y todo el de 2020, liberando
así el capital suficiente como para aumentar en 90.000 millones de euros su capacidad disponible para dar más crédito a la sociedad.

Imagen de la Junta de Accionistas virtual del Banco Santander celebrada el 3 de abril. En la mesa presidencial, Ana Botín en el centro flanqueada por José Antonio Álvarez (a su derecha), consejero delegado, y Jaime Pérez Renovales, secretario general. En la pantalla, los consejeros del banco asistiendo al evento por videoconferencia.

Para una empresa cotizada en bolsa, no pagar dividendo es un gran jarro de agua fría para sus accionistas. Una decisión así, tomada este mes de abril por el Consejo de Administración del Banco Santander, deja sin los correspondientes ingresos a los más de 4 millones de titulares de acciones que tiene el grupo financiero repartidos por todo el mundo, no beneficia al valor bursátil y causa desconcierto en los mercados. Pero al mismo tiempo, en estos momentos de crisis sanitaria, social y económica, permite al primer banco europeo y latinoamericano guardar más capital en su balance y liberar así dinero para destinarlo a donde más falta hace: crédito para que las familias y las empresas puedan disponer de más recursos con que salir adelante. En concreto, la cancelación del dividendo complementario que aún faltaba por pagar correspondiente a 2019 más todo el de 2020, dota al Santander con 90.000 millones de euros adicionales para créditos a la sociedad. Al cierre de 2019, la cifra de préstamos vivos y anticipos a la clientela del Banco Santander rozaba el billón de euros (942.000 millones).