Bonastra: "El movimiento cooperativo es un aliado para lograr más rápidamente los cambios sociales y económicos"
Entrevistamos a Laia Bonastra, presidenta de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya, que repasa los principales retos del sector cooperativo en Catalunya y su contribución a las transformaciones sociales.
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BARCELONA,
El pasado mes de julio, la asamblea general ordinaria de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya acordó nombrar a Laia Bonastra como presidenta de la entidad en sustitución de Guillem Llorens, al frente de la misma durante los últimos seis años. El cooperativismo, un movimiento con un profundo arraigo en Catalunya, y con una gran aceptación por su impacto social y su aspiración a lograr un sistema económico más justo, poniendo a las personas en el centro de la decisión, tiene algunos retos pendientes. Así lo constata el último Barómetro Cooperativo de la misma federación, que muestra la necesidad de dar un salto de escala empresarial.
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El barómetro evidencia una disminución de la cifra de cooperativas que han incrementado sus plantillas. Algunos expertos del sector instan a transformar la buena fama y reputación de estas entidades en impacto económico. Para ello, reclaman que el sistema cooperativo vaya más allá de la fidelización de los convencidos y se visibilice hacia el exterior. De todos estos desafíos hablamos con la presidenta de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya, Laia Bonastra.
¿A qué responde el cambio de presidencia al frente de la Federación?
Como ya habíamos acordado, al inicio de la legislatura de este consejo rector, a mediados de mandato se había valorado hacer un relevo formal en la presidencia de la Federación. Ha sido una decisión muy natural, fruto de un modelo de responsabilidad colegiada y compartida que hemos trabajado.
¿Cómo definiría la situación actual del cooperativismo en Catalunya?
El cooperativismo catalán se encuentra en un muy buen momento. Actualmente, estamos inmersos en un año de celebración, el del 125 aniversario, el cual nos dará una gran visibilidad y representatividad al cooperativismo de trabajo. Además, hemos comprobado que dentro de la economía catalana hay sectores, como el de la cultura, la atención a las personas o las energías renovables, en los que el cooperativismo tiene bastante peso.
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Desde la Federación tenemos muchos proyectos puestos en marcha, que nos permiten ir sumando y avanzando cada día para que los valores cooperativistas sean una base sólida del modelo económico de nuestro país. Continuamos dando pasos para mostrar que el concepto del trabajo que proponemos es un modelo de futuro y de sostenibilidad: desde poner a las personas en el centro, cuidar nuestro entorno y la implicación.
¿Qué retos principales tiene en adelante?
¡Transformar y cooperativizar la sociedad! Es necesario que seamos más los que hagamos entender al máximo número de personas nuestra propuesta socioeconómica, explicando que se trata de un modelo innovador, eficiente, transformador y diverso desde el punto de vista sectorial, territorial, interseccional, dimensional y de impacto socioeconómico. Debemos saber transmitir que el movimiento cooperativo y sus iniciativas son un aliado para conseguir más rápidamente esos cambios sociales y económicos que estamos convencidas de que son tan necesarios. Las claves son el fortalecimiento de las cooperativas, la representatividad y la visibilidad.
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Además, este año hemos creado un espacio transversal para detectar los principales retos y necesidades de las cooperativas catalanas, y pensar colectivamente acciones que contribuyan a resolverlos. A través de diversas sesiones en todos los territorios, hemos detectado y priorizado dos de los retos clave del cooperativismo en nuestro país: mejorar el proceso de crecimiento de las cooperativas, poniendo el foco en la fidelización y la pertenencia, y reforzar la sostenibilidad económica de las cooperativas, equilibrando la dependencia de las subvenciones públicas.
¿Cuáles son las relaciones que desea fortalecer?
Como federación, tenemos un rol importante en lo que respecta a incidencia, representatividad y visualización del cooperativismo. Debemos ser proactivas en la incidencia, tanto en lo que se refiere a políticas sociales, como económicas y legislativas, en el ámbito catalán y del Estado español, para incrementar la transformación social y democrática del modelo económico y con unos niveles transversales de territorio en los sectores clave y en las esferas de interseccionalidad y diversidad.
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Debemos tener relación con el Govern, mediante transversalidad con el resto de sus departamentos, con los grupos parlamentarios y otros agentes políticos claves en el ámbito territorial. Además, seguir fortaleciendo las relaciones con los agentes de la Economía Social y Solidaria (ESS) y de fuera de ésta.
¿Cómo debería ser la relación con la Administración pública, dado que el cooperativismo tiene un gran impacto social?
Debería ser una relación de sumar, de co-construcción de política pública, de tejer alianzas y de compartir objetivos comunes. La promoción y difusión del cooperativismo son también una responsabilidad pública. Yo le pediría a la Administración pública que promoviera el cooperativismo, un movimiento con tanto impacto y con tanto peso, y que se le destinen los recursos que merece.
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Estos últimos años creemos que se ha hecho un buen trabajo conjuntamente con la Administración, donde la voluntad ha ido in crescendo. Esperamos que en el futuro se mantenga y así seamos capaces de ver si este trabajo ha dado buenos resultados.
El 84,75% de las cooperativas catalanas ha recibido ayudas o subvenciones, mayoritariamente de la Generalitat y de la Administración local, y especialmente las han percibido las entidades de iniciativa social. ¿La dependencia de la Administración pública genera preocupación entre éstas?
Que una mayoría de cooperativas reciban ayudas o subvenciones de la Administración pública en ningún caso significa que dependan exclusivamente de éstas. De hecho, por ejemplo, en el caso de las cooperativas de iniciativa social, no se trata de una subvención sino de la prestación de su servicio. Las cooperativas estamos contentas de que existan programas destinados al cooperativismo y, lógicamente, pueden tener un peso en las cuentas de resultados de las cooperativas.
Las cooperativas somos conscientes de ello y ya velamos por mantener los equilibrios económicos. Aún así, la Federación cuenta con instrumentos para ayudar a mejorar la sostenibilidad económica de las cooperativas, equilibrando la dependencia de subvenciones públicas.
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¿Cómo transformar en impacto la buena fama y reputación de las cooperativas para dar un salto de escala hacia el ciudadano?
Afortunadamente, los consumidores son cada vez más sensibles a una serie de valores que van más allá del producto tangible, como el impacto en el territorio y la proximidad, la calidad, la interseccionalidad o la diversidad. Justamente coinciden con los valores que promovemos desde el cooperativismo.
¿Cómo valoran el cambio de Govern en la Generalitat? ¿Creen que harán una apuesta por la economía social y solidaria?
Es evidente que estamos ante un cambio político en nuestro país. En los últimos años se han tenido mucho más en cuenta temas relacionados con la economía social y solidaria y el cooperativismo y se ha invertido en esa línea. Ahora no sabemos qué va a pasar, pero desde la Federación creemos que hay que seguir invirtiendo y promoviendo en una economía distinta. También tenemos que ver cómo fortalecer o contribuir a fortalecer las cooperativas, por si no nos encontramos en un escenario de este tipo en estos momentos o en el futuro. Éste es uno de los mayores retos.
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Desde el consejo rector de la Federación estamos contentas de que se haya nombrado a una Direcció General d'Economia Social i Cooperatives, ya que son muchos los proyectos, ideas y temas que tenemos esperando sobre la mesa. Queremos seguir co-construyendo política pública, como hemos hecho últimamente con las diferentes direcciones generales, y deseamos que se siga haciendo desde el Govern de la Generalitat una apuesta por el modelo cooperativo y con visión estratégica a largo plazo. El nuevo director general, David Bonvehí, es un gran conocedor del cooperativismo, ya que ha estado vinculado a él, y esperamos tener espacios con él para construir respuestas a los retos actuales y futuros del cooperativismo.