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Bershka huelga Las trabajadoras de Bershka en Pontevedra mantienen la huelga tras rechazar una subida salarial de sólo diez euros al mes

Inditex, que repartirá este año más de 2.000 millones en beneficios, les ofrece un incremento total de 30 euros mensuales, repartidos en tres años.

Las trabajadoras de Bershka en Pontevedra mantienen la huelga tras rechazar una subida salarial de sólo diez euros al mes

JUAN OLIVER

Las trabajadoras de Bershka en la provincia de Pontevedra acordaron seguir con la huelga que mantienen desde la semana pasada, la primera que se declara en la historia del grupo Inditex en España y que ha logrado cerrar durante cinco días los cinco comercios que la empresa tiene en Vigo, Pontevedra capital y Vilagarcía.

La plantilla reclama una subida de sueldos que en su conjunto representaría para la compañía un desembolso máximo de 16.000 euros. La firma que preside Pablo Isla ha anunciado que este año repartirá entre sus accionistas más de 2.100 millones por los beneficios del 2016, de los que el 60 por ciento, es decir más de 1.250 millones euros, serán para su socio mayoritario y fundador, Amancio Ortega. Precisamente, Ortega recibirá más de 628 millones de euros del último pago de la prima (0,34 euros por acción) por los dividendos ordinarios y extraordinarios del año pasado.

La plantilla de Bershka en Pontevedra, con un 90 por ciento de contratos a tiempo parcial y formada por 63 mujeres y un hombre, se negó a aceptar la última oferta realizada por la dirección a las representantes de las trabajadoras en la reunión que mantuvieron durante la tarde y parte de la noche del pasado martes: una subida de 10 euros mensuales este año para las que desarrollan su labor a jornada completa, y proporcional por horas a esa cantidad a las que tienen contratos a tiempo parcial.

La compañía plantea una subida de 10 euros mensuales este año para las que desarrollan su labor a jornada completa

Ese incremento se repetiría en el 2018 y en el 2019, año en que se consolidaría una subida total de no más de treinta euros al mes. Según fuentes sindicales, las trabajadoras a jornada completa tienen un salario bruto de poco más de 900 euros mensuales, por lo que ese incremento representaría, en el mayor de los casos, un aumento del 3,4 por ciento.

Las trabajadoras de Bershka reclaman una subida de 50 euros mensuales en los contratos a jornada completa y proporcional en los suscritos a tiempo parcial, que se les abonaría íntegramente este mismo año, para equiparar así sus condiciones salariales a las de las compañeras del resto de la provincia, a las que se aplica un acuerdo de mejoras laborales que ellas no firmaron.

“Nos han dicho que si aceptan ese aumento luego se lo pedirán el resto de las trabajadoras de la marca”, explica Transi Fernández, secretaria nacional de Servicios de la Confederación Intersindical Galega (CIG), central que cuenta con las cinco delegadas sindicales del comité de empresa de Bershka en Pontevedra y que pedirá al Consejo Gallego de Relaciones Laborales que medie en el conflicto.

En cualquier caso, Fernández sostuvo que las trabajadoras están dispuestas a mantenerse firmes y unidas en sus posiciones a pesar del “bloqueo informativo” que mantienen muchos medios ante el conflicto. Público ha intentado en varias ocasiones recabar la versión de Inditex, pero fuentes de la empresa, que cuenta con más de 164.000 empleados en todo el mundo, alegaron que este miércoles, día festivo, no había nadie trabajando en su departamento de Comunicación.

"Ejemplo" de las trabajadoras

Por su parte, Tarsi Fernández volvió a destacar el “ejemplo” que están dando las trabajadoras, que forman parte de uno de los grupos más sensibles a la crisis y a la inestabilidad del mercado laboral en una comunidad con un 16 por ciento de paro femenino: mujeres de entre treinta y cuarenta años, con salarios bajos y en su mayoría con contratos precarios, es decir temporales y a tiempo parcial, y en muchos casos con hijos, es decir con dificultades para conciliar su vida laboral y familiar.

Precisamente, entre las reclamaciones de la plantilla pontevedresa de Bershka figuraban cuestiones relacionadas con la conciliación, como poder librar algún sábado al mes, coger al menos quince días de vacaciones en los meses de julio y agosto, equiparar las condiciones de los permisos de lactancia con los que tienen sus compañeras de otras provincias, contar con mayor estabilidad en sus horarios y poder tener jornadas completas en vez de estar obligadas a realizar horas suplementarias cuando tienen un contrato parcial.

Bershka es la marca de Inditex especializada en moda juvenil, tiene más de mil tiendas en todo el mundo y significa el 9 por ciento de las ventas del grupo, que el año pasado obtuvo de nuevo un récord de beneficios con más de 3.150 millones de euros, un 10 por ciento más que en el ejercicio del 2015. Según datos del grupo, los resultados del primer semestre de este año hacen augurar un nuevo incremento, dado que entre enero y junio las ventas crecieron un 11,5 por ciento con respecto al mismo período del año anterior y se situaron por encima de los 11.600 millones.

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