Una repunte cercano al 25% en los precios del crudo y la mayor producción del negocio de exploración compensaron el menor margen de refino de la petrolera Repsol en el primer trimestre del año, inclinando la balanza hacia un crecimiento del beneficio ajustado del 8%.

El grupo dijo el viernes que su beneficio neto antes de extraordinarios y a coste constante de inventario (CSS) se situó en 616 millones de euros, ayudado también por un descenso de los costes financieros y en línea con la proyección media de un sondeo de Reuters de 615 millones de euros.

En el mercado, las acciones de Repsol seguían la tendencia moderadamente alcista del mercado, con los analistas aplaudiendo en líneas generales los sólidos resultados de la división upstream, que aportó más de la mitad del resultado (320 millones vs 224 millones un año antes).

La deuda neta subió en 569 millones de euros con respecto al cuarto trimestre y cerró marzo en 6.836 millones, debido fundamentalmente a la compra de acciones propias destinadas al dividendo.

Las cuentas también incluyeron nuevos deterioros contables asociados a Venezuela, que encara unas elecciones presidenciales con una economía estrangulada por la hiperinflación.

Repsol aplicó un deterioro en su balance por riesgos de crédito de 433 millones euros que estuvo principalmente relacionado con este país, que encara elecciones presidenciales y cuya economía está estrangulada por la hiperinflación.

La compañía ya ajustó el año pasado el valor de sus activos en Venezuela para reducir su exposición a unos 1.300 millones de dólares.

En la teleconferencia con analistas, sus directivos se guardaron los detalles del nuevo plan estratégico que la empresa presentará en junio, aunque el consejero delegado, Josu Jon Imaz, podría dar alguna pincelada en la junta de accionistas del grupo a finales de la semana que viene.

Entretanto, el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, descartó que los 3.800 millones de euros obtenidos con la venta al fondo CVC de su participación histórica en Gas Natural fuesen a destinarse a una adquisición de gran calado.

Martínez también dijo que la empresa se encuentra negociando con Vietnam una compensación por la parálisis del proyecto Red Emperor, suspendido temporalmente el pasado marzo por las presiones de China. "Hemos encontrado colaborativas a Petrovietnam y las autoridades vietnamitas de cara a encontrar una solución aceptable para ambas partes", dijo.

Repsol, que tiene una participación del 51,75 por ciento en este proyecto, invirtió el año pasado 33 millones de euros en Vietnam y alquiló por 384 millones una plataforma flotante de producción para comenzar a trabajar en el país asiático en 2019.