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El Banco de Inglaterra baja los tipos al 0,25% y amplía la compra de bonos para hacer frente al Brexit

La rebaja del precio del dinero, por primera vez desde 2009, era ampliamente esperada por los mercados después de que los últimos datos muestren una contracción de la economía británica y un aumento del riesgo de recesión

Un típo autobús londinense pasa por delante de la sede del Banco de Inglaterra, en la City. REUTERS/Neil Hall

AGENCIAS

LONDRES.-  El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE, según sus siglas en inglés) ha decidido estre jueves recortar su tipo de interés de referencia por primera vez en más de siete años y ha anunciado que comprará 60.000 millones de libras en deuda pública para amortiguar el golpe del Brexit, el referendum del pasado 23 de junio en el que los británicos votaron por abandonar la Unión Europea.

El banco central británico ha recortado su tipo de interés de referencia del 0,5% al mínimos histórico del 0,25%, y pone fin a un periodo de estabilidad de los tipos de interés, que habían permanecido en el 0,50% desde el 5 de marzo de 2009 (para hacer frente a la crisis financiera global), fecha en la que la institución también estableció un programa de compra de activos mediante la emisión de reservas, que fue ampliado sucesivamente hasta alcanzar un volumen de 375.000 millones de libras (440.150 millones de euros) en julio de 2012, cifra que se había mantenido sin cambios hasta este jueves.

En la reunión de este jueves, el BoE ha decido, también, ampliar nuevamente este programa de compra de bonos, el objetivo global del programa de compras de bonos públicos a 435.000 millones de libras . Para ello, pone en marcha dos nuevos programas: uno para comprar 10.000 millones de libras en bonos corporativos con alto rating y otro, que podría alcanzar hasta 100.000 millones de libras, para garantizar que los bancos sigan prestando incluso después de la rebaja de tipos.

La decisión de recortar tipos estaba descontada por los analistas, después de que tras el triunfo del Brexit el instituto emisor británico dejase clara su disposición a desplegar las medidas necesarias para mitigar su impacto negativo en los mercados y la economía. Sin embargo, la entidad decidió no tomar medidas en su reunión del pasado mes de julio, la primera tras conocerse el resultado del referéndum, al considerar que no contaba con información suficiente para actuar.

Pero los últimos datos indican una contracción de sectores clave de la economía británica, lo que aumenta el riesgo de recesión: la fuerte caída de los datos del mes de julio del índice PMI, considerado un indicador adelantado de la actividad, sugiere una contracción del PIB del Reino Unido del 0,4% en el tercer trimestre.

Varias personas caminan por New Bond Street, una de las principales calles comerciales de Londres. REUTERS/Peter Nicholls

Varias personas caminan por New Bond Street, una de las principales calles comerciales de Londres. REUTERS/Peter Nicholls

El banco central británico confía en que el país eluda la recesión (que se daría si hay dos trimestres consecutivos de contracción), pero advirtió de que espera "muy poco crecimiento" en la segunda mitad del año. Rebaja, así, sus expectativas de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para 2017 del 2,3%, que predijo en mayo pasado, hasta un 0,8%, la mayor revisión a la baja desde que empezaron las predicciones en 1992.

La previsión para 2016 se mantiene invariable en el 2%, debido al buen rendimiento de la economía británica en la primera mitad de este año, y se rebaja la perspectiva de crecimiento en 2018 del 2,3 al 1,8%. La entidad también prevé que el desempleo aumentará el año próximo hasta el 5,4% y hasta un 5,6% en 2018.

Un billete de cinco libras esterlinas y varias monedas en un platillo en un restaurante en la colonia de Gibraltar. REUTERS/Jon Nazca

Un billete de cinco libras esterlinas y varias monedas en un platillo en un restaurante en la colonia de Gibraltar. REUTERS/Jon Nazca

El BoE explicó en un comunicado que el recorte del tipo de interés de referencia reducirá los costes de los préstamos para hogares y empresas, aunque advirtió de que, a medida que la tasa se aproxima a cero es más difícil para algunos bancos y entidades financieras reducir más los tipos de los depósitos, lo que podría limitar su capacidad de recortar los tipos aplicados a los créditos.

Por otro lado, la institución señala que la expansión de su plan de compra de bonos servirá de estímulo monetario al rebajar la rentabilidad de los valores que se utilizan para determinar el coste del crédito para hogares y empresas y probablemente contribuya a un reequilibrio de carteras hacia activos de mayor riesgo por parte de los actuales poseedores de deuda pública, mejorando así el suministro de crédito a la economía.

El ministro de Finanzas, Philip Hammond, ha aplaudido el recorte de tipos y ha declarado que él y el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, disponían de "las herramientas necesarias para apoyar la economía en el comienzo de este nuevo capítulo y abordar los desafíos que se avecinan".

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