ATENAS.- 450 millones de euros. Es la cifra que Atenas estima que les separa de sus acreedores internacionales para llegar a un posible acuerdo sobre la deuda de Grecia, según ha declarado Alekos Flambouraris, ministro de Estado heleno. 

Durante esta semana se había hablado de una distancia de hasta 2.000 millones entre los planes del gobierno de Alexis Tsipras y las exigencias del Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea. 

Flambouraris ha rebajado la cifra y también ha hablado de las, a su juicio, pocas expectativas de éxito de la cumbre extraordinaria que los jefes de Estado y de gobierno de la zona euro celebrarán el próximo lunes.

Los acreedores no están dispuestos a aceptar una reducción de la deuda griega, apuntó el secretario de Estado griego. "Esperemos que lo acepten, pero desde mi punto de vista no lo harán", opinó Flambouraris, uno de los principales asesores de Tsipras.

El secretario de Estado no descarta la celebración de un referéndum si los acreedores instan a Tsipras a aceptar su plan. "Yo lo haría", afirmó respecto a la posible convocatoria de una consulta popular.

El país mediterráneo entrará previsiblemente en suspensión de pagos a finales de junio si hasta entonces no llega a un acuerdo con sus acreedores para que se liberen los 7.200 millones de euros de su programa de rescate. Hasta el 30 junio Grecia tiene que pagar 1.600 millones de euros al FMI.

Ante la falta de acuerdo, los griegos habrían retirado este pasado viernes entre 1.700 y 2.000 millones de sus cuentas bancarias, informan diversos medios del país.  Según el diario conservador Kathimerini, desde el lunes se retiraron de los bancos 5.000 millones.

Por el momento no se produjo un pánico bancario, con largas colas ante los mostradores de las sucursales. Según testigos, hoy por la mañana había una actividad intensa pero no fuera de lo normal en los cajeros automáticos.