MADRID.- ACS obtuvo un beneficio neto de 574 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que arroja un incremento del 4,2% respecto al ejercicio anterior, impulsado por la actividad internacional del grupo y la apreciación del dólar respecto al euro.

Norteamérica constituye el primer mercado del grupo que preside Florentino Pérez, dado que genera el 45,2% de sus ingresos de la compañía que obtiene el 82% de su facturación total fuera de España.

La cifra de negocio total de ACS creció un 3,6% entre los pasados meses de enero y septiembre, hasta sumar 26.366 millones de euros, alentada también por el "bien comportamiento de todas las actividades". El beneficio bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 1.816 millones, con una progresión del 4,7%.

En el capítulo financiero, la compañía recortó un 33% su endeudamiento en el último año, de forma que a cierre de septiembre se situaba en 3.880 millones de euros.

Esta disminución del pasivo es fruto del mayor flujo de caja de los negocios del grupo y de la estrategia de venta de activos no estratégicos y reestructuración de deuda que lleva a cabo, fundamentalmente en las filiales alemana Hochtief y australiana Cimic, y también de la salida a Bolsa de Saeta, su filial de energías renovables.

Por áreas de negocio, la tradicional actividad constructora se mantiene como principal fuente de ingresos de ACS, dado que aportó 19.090 millones de euros, un 2,1% más.

"Signos de recuperación" en España

La construcción internacional compensa la reducción del 3,9% que aún presenta su actividad en España, en la que, no obstante, detecta "signos de recuperación en el tercer trimestre" que, según el grupo, "confirman la estabilidad prevista para el negocio para este año tras siete ejercicios de caída continuada".

A cierre del pasado mes de septiembre, ACS contaba con una cartera de proyectos por acometer valorada en 46.757 millones de euros, un 5% superior a la de un año antes. El 93% de estos trabajos se ubican en mercados internacionales.

La división de servicios medioambientales disparó un 47,5% su facturación, hasta los 2.360 millones de euros, gracias a la consolidación de Clece y el crecimiento de los servicios urbanos. Por contra, la rama industrial se contrajo un 4,4% afectada por la segregación de activos de energías renovable a Saeta, hasta los 4.944 millones.

ACS suma una cartera de proyectos por ejecutar con estos dos negocios por un importe total de 18.000 millones de euros.