Vocación y victoria

Fue el Atlético un equipo en manos de gente importante. No le irritó nada. Ni siquiera las historias más perversas como el gol de Klose, que nació sin el más mínimo motivo. Courtois fue incapaz de conservar un disparo sin importancia. El rechace originó un duelo de toda la vida, defensa contra delantero en el corazón del área. Godín frente a Klose. Una jugada en la que importa lo que se hace, no lo que se piense.

Y la realidad es que antes de que se presentase Godín ya había aparecido el viejo instinto de Klose. Tiene 33 años, pero en el área no se nota: importa más la genética, que es la que le impide envejecer. Durante toda la vida le ha llenado de consignas frente al gol que son como puñales. Pero el gol no le hizo daño al Atlético, que fue un equipo de imprenta. En realidad, la cosa empieza en Simeone y quizá en este partido más que nunca. Frente al gol de Klose, el entrenador no hizo el más mínimo reproche. Al contrario: reaccionó sin histeria y pidió calma con los brazos como si no hubiese pasado nada. Liderazgo puro. No hay manera mejor de conservar el estado de ánimo.

El gol de Klose no dañó la autoestima del Atlético, que reaccionó rápido

Y la pelota hizo caso. Volvió a su sitio y el Atlético encontró mano de obra importante. El empate nació en la banda derecha, donde Juanfran se manifiesta como un ferroviario. No hay kilometrajes que le parezcan imposibles. Por eso corrió y tiró un centro al área, donde sucedieron cosas maravillosas para el Atlético. El salto imperial de Falcao se conjugó con el despiste de la defensa del Lazio. Todo eso autorizó a Adrián para empatar. Fue un tipo listo y metió el pie como un titán. Ante el gol, Edy Reja no reaccionó como Simeone. Sus gestos pidieron explicaciones a Diakite, que se lió a comer palomitas y llegó tarde a clase. Adrián operó sin histeria.

Después, no hubo retórica ni misterio ni imposibles para el Atlético. No pasó nada más que sus futbolistas fueron muy superiores a los del Lazio. Ahí no hubo intercambio posible. En el Lazio existió gente muy física, con una extraña impaciencia. Se empeñaron en jugar más rápido de lo que pueden. Todo eso originó un caos que Hernanes no supo detener. No encontró la pausa y Klose se quedó como un huésped sin atención. Su vida fue una pena, todo lo contrario de lo que pasó en el área de Marchetti. Allí, Falcao encontró un fondo de inversión a su medida. El balón llegó a su lado en condiciones óptimas tras escuchar al corazón de Diego. No es hombre que bromee con la pelota. Aún menos si Adrián, con tantísima inspiración, le pide que se solidarice con él.

Diego, Falcao y, sobre todo, Adrián vivieron una magnífica noche

Adrián encontró la noche que mereció en Roma. Ante defensas torpes, que para mover el pie izquierdo pidieron permiso al derecho, Adrián fue Bruno Conti. Pero, sobre todo, en las jugadas del segundo y tercer gol. Entonces no hubo límite para él, que se portó sin vanidad. Primero, estableció diferencia con Konko. Después, abandonó la pelota en el momento justo, que fue lo que necesitó Falcao para rebasar a Marchetti, un portero de pinta moderna al que sus defensas dejaron solo en casa.

El Lazio enseñó a Kodac en la segunda parte. Creó energía y ambiente. La noche encontró esa peligrosa atmósfera. Pero, más allá de alguna cosilla, el área de Courtois salió ilesa. Y el Lazio volvió a galeras. Miranda se portó como un héroe ante Klose, al que no dejó probar bocado. El resto lo hizo el Atlético con la pelota, que avanzó rápido hasta la cancha contraria. Allí conoció lo inolvidable en la noche de Adrián. Sobre todo, Adrián.

1 - Lazio: Marchetti; Zauri, Diakité, Biava (Stankeviciuis, m. 46), Konko; Matuzalem, Ledesma (Zampa, m. 82); Álvaro González (Kozak, m. 54), Hernanes, Candreva; y Klose.

3 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran (Salvio, m. 82), Miranda, Godín, Filipe; Gabi, Mario; Adrián (Perea, m. 66), Diego (Arda Turan, m. 72), Koke; y Falcao.

Goles: 1-0, m. 19: Klose, tras un fallo de Courtois al detener un disparo lejano de Candreva. 1-1, m. 25: Adrián bate a Marchetti tras un toque de cabeza de Falcao. 1-2, m. 37: Falcao culmina un centro raso de Diego. 1-3, m. 63: Falcao remate un pase de Adrián.

Árbitro: Pavel Kralovec (República Checa). Amonestó a los visitantes Mario (m. 25) y Juanfran (m. 51).

Incidencias: partido de ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, disputado en el estadio Olímpico de Roma ante unos 50.000 espectadores. Antes del inicio del encuentro, aficionados del Lazio entregaron una bufanda y una placa al argentino Diego Pablo Simeone en reconocimiento a su trayectoria como jugador en el Lazio, en el que jugó cuatro años y ganó otros tantos títulos.