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El trío de platas cierra unos Europeos indoor agridulces

España se marcha de Turín con cinco medallas, tres menos que las previstas, y con decepciones como las del medio fondo. Hoy se colgaron platas Ruth Beitia, Diego Ruiz y Luis Alberto Marco

AGENCIAS

Ruth Beitia, Diego Ruiz y Luis Alberto Marco adornaron con tres medallas de plata una jornada de clausura de los Europeos en sala que tuvo sabor a decepción para el equipo español, resignado a una sola medalla en su prueba predilecta, los 1.500, frente al triplete de Birmingham 2007.

Las previsiones de la Federación Española (ocho medallas y 15 finalistas) se quedó larga. Al final fueron cinco -ninguna de oro- y once clasificados entre los ocho primeros. El sábado, Natalia Rodríguez había ganado otra plata y Jesús España aportó el único bronce, en 3.000.

Ruth Beitia estaba más feliz que los otros medallistas españoles. Era su tercera presea consecutiva en Europeos en sala y la cuarta en alta competición, pues también tiene un bronce en el Mundial bajo techo de Moscú, pero, sobre todo, ha olvidado con este nuevo éxito la frustración de su séptimo puesto en la final olímpica de Pekín.

La atleta cántabra se jugó el título de altura con la nueva reina de la prueba, la alemana Ariane Friedrich, que había saltado este año 2,05 y hoy fue la única que superó el muro de los dos metros (2,01). Beitia, con peores sensaciones que ayer en la calificación, se quedó en 1,99, su mejor salto del año, y afronta con renovados bríos los Mundiales al aire libre, en busca de su primer oro.

La final de 1.500 no alcanzó a cubrir las expectativas españolas. Es cierto que no estaban en el equipo el campeón y el subcampeón de la edición anterior (Juan Carlos Higuero y Sergio Gallardo), pero la plata de Diego Ruiz es un consuelo insuficiente para la acreditada escuela española de mediofondo.

Un portugués con muchas tablas y remate letal, Rui Silva, que ha sido campeón mundial de la prueba en sala y bronce olímpico, birló el oro al trío español colándose por dentro en la última vuelta frente a un experto en impedirlo, Arturo Casado, que con su corpulencia tuvo que atender a demasiados frentes.

El burgalés Diego Ruiz, líder europeo del año con 3:36.42, gastó muchas energías bailando de atrás hacia adelante al son de los adversarios, aunque tuvo fuerzas para aguantar en la recta el segundo puesto y ganar su primera medalla internacional. Casado, bronce en 2007, cayó al quinto lugar y el debutante Alvaro Rodríguez al séptimo.

La tercera plata para España llegó en la final de 800. Aquí el oro estaba imposible porque el ruso Yuri Borzakovski, campeón olímpico en Atenas 2004, era muy superior a todos (ganó fácilmente en 1:48.55). Junto a él competían dos sevillanos y la medalla fue para el campeón de España, Luis Alberto Marco (1:49.14). Manuel Olmedo, retrasado en su preparación este año por problemas físicos, lo intentó a 300 metros del final pero comprobó que no estaba para más del quinto puesto (1:49.77).

Al capítulo de decepciones se alistó Nuria Fernández, líder mundial del año en 1.500 metros, que fracasó en su intento de conseguir una medalla en 3.000 al clasificarse cuarta en una carrera que dominó a su antojo la turca Almitu Bekele. La madrileña no se arrepiente, al menos eso dijo, de haber elegido los 3.000 metros, pero ha dejado pasar una gran ocasión de subir a su primer podio internacional.

No decepcionó, en cambio, el capitán de la selección, Manuel Martínez, con su sexto lugar en peso porque nadie esperaba una medalla en su actual estado de forma, lastrado por su trabajo en la película 'Estigmas'.

El polaco Tomasz Majewski, campeón olímpico, consiguió su primera medalla en los Europeos en sala con un tiro de 21,02 metros en una final de bajo nivel que tuvo a Martínez sexto con 19,65. La medalla de bronce quedó lejos, a 74 centímetros, para el español.

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