Suave estreno de Nadal
El mallorquín gana en tres sets a Nishikori en "la pista más bonita del mundo"
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El primer partido en Wimbledon es una trampa en la que muchos jugadores caen sin remedio después de pasar meses deslizándose por la tierrabatida. Como se vio el lunes, se le puede atragantar a cualquiera. Federer y Djokovic estuvieron cerca de la derrota.
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No es el caso de Rafael Nadal. El español se presentó en la pista central sin nervios ni tensión en la maleta. No es que el escenario le diera igual. "Estoy muy feliz de volver a este torneo y jugar en la que es probablemente la pista más bonita y emblemática del mundo", dijo después de su victoria sobre el japonés Kei Nishi-kori en tres sets. Será por eso que los franceses se muestran tan fríos con Nadal. El mallorquín no pierde oportunidad de manifestar su aprecio y respeto por el All England Club; 2009 le dejó sin la posibilidad de defender su mágico título del año anterior. Ahora puede resarcirse y el público tiene ganas de corresponderle.
Nishikori no estaba en condiciones de jugar el mismo papel protagonizado el día anterior por el colombiano Falla. En ningún momento pareció que pudiera dar un susto a Nadal, como el de Federer 24 horas antes en el mismo escenario. Nishikori tiene una derecha de calidad que se adapta muy bien a la hierba. Eso le permitió aguantar la mirada de Nadal en intercambios desde el fondo de la pista más largos de lo habitual en Wimbledon. No todas las respuestas de Nadal estaban a la altura de un número uno del mundo. Junto a golpes excepcionales, hubo también errores, por lo demás nada extraños en la hierba, donde la bola tiene vida propia. Al final, 16 errores no forzados no son muchos para dos horas y cinco minutos de partido.
La ley de Nadal en este partido no fue la del mínimo esfuerzo, pero sí la de acertar en el momento adecuado. El primer set se fue en un suspiro: 6-2. El segundo tardó algo más en caer (6-4) porque Nadal esperó al final para romper el servicio del rival. En el inicio del tercer set, Nadal volvió a cobrar ventaja con un 2-0 que marcaba el camino. Nishi-kori no quiso quedar como un simple asterisco en el regreso del español a Wimbledon y asumió algunos riesgos en la red. Eso le concedió un break y un empate a tres juegos que le mantenían con vida. Nadal había estado un poco avaricioso con su talento. No necesitaba derrocharlo en cada juego. Ahí fue donde apretó un poco más, buscó las líneas y esperó su momento. Dejó que el japonés le hiciera un juego en blanco y luego remató con su servicio: 6-4. El público tomó nota de su victoria con una gran ovación. Está claro que tenían ganas de volver a disfrutar con él. En la rueda de prensa, Nadal dijo que "jugar contra jóvenes es muy complicado". No es que se haya hecho mayor, pero ya sabe que cualquiera va a multiplicarse en sus partidos contra el tenista que encabeza el ránking. En la siguiente ronda le espera el holandés Robin Haase, un tenista de 1,90 que si está acertado en el saque y la volea, pondrá a prueba la paciencia de Nadal.
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David Ferrer también se clasificó para la segunda ronda al ganar en tres sets a Nicolas Kiefer. Por el contrario, Verdasco cayó en cuatro sets ante el italiano Fognini por 7-6, 6-2, 6-7, 6-4. También fueron eliminados Almagro, Alcaide, García López, Hernández, Riba y Gimeno-Traver.