El jugador que más victorias acumula en la historia del Villarreal (92), club al que llegó hace ocho temporadas procedente de Brasil y con el que ya ha disputado 202 partidos oficiales. 'Es bonito hacer historia', dice sorprendido por el dato Marcos Senna (São Paulo, 1976). Parecen las estadísticas de alguien a punto de anunciar su retirada. Nada más lejos de la realidad. 'Me quedan tres años más a buen nivel', señala con naturalidad. ¿Y eso? 'Es algo genético y me cuido un poco más que antes'. También apunta otro factor determinante en esto de la longevidad futbolística: 'La alegría también ayuda mucho'.

'Me quedan tres años a buen nivel; es algo genético y además me cuido'

Sin duda. Se lo ve pletórico, como un chaval. Y eso que Senna cumplirá 34 años en junio, durante el Mundial. La coincidencia no le resulta extraña, por lo que da a entender que se ve allí, entre los elegidos por Del Bosque. 'Sí, espero. Algunos saben seguro que estarán; yo no, pero trabajo para estar fuerte y darlo todo'. Y se atreve a vaticinar que Cazorla también estará: 'Tengo la impresión de que, en cuanto juegue dos o tres partidos seguidos, Del Bosque lo llevará'.

Sólo hay dos cosas que le llevarían gustoso a colgar las botas antes de tiempo: 'Lograr el Mundial y ganar un título con el Villarreal'. Lo dice riendo, pero sabedor de que ambos deseos son factibles. La roja llega, de hecho, como favorita. Senna tiene muy claro que, 'aunque quisiéramos quitarnos ese favoritismo, ya no lo podemos hacer', por lo que se fija en su lado positivo: 'Eso nos da fuerza'.

Además, entiende que la selección española tiene otra 'cuenta pendiente' que saldar, una vez conquistada la Eurocopa. Y si Suráfrica le estimula, el tramo final de la Liga, también. 'Estamos muy motivados y con opciones de meternos en los puestos europeos. Nos espera un bonito final de temporada'.

'No cuajó, pero me gustaba lo de presionar y salir a la contra de Valverde'

El arranque no fue bueno. Ernesto Valverde se hizo cargo del equipo tras la marcha de Pellegrini y de buenas a primeras puso al submarino amarillo en el fondo de la clasificación. Luego remontó, pero sin llegar a ver la superficie. Fue destituido y ahora es Juan Carlos Garrido quien lucha por devolverle el pulso. 'Está siendo una temporada rara, confusa; es normal ese bajo rendimiento cuando se cambia de técnico, que tiene otras ideas'.

Ideas con las que los jugadores no terminaron de sintonizar. 'A mí me gustaba esa idea de presionar y salir a la contra, pero no cuajó, quizás por falta de tiempo'. También porque, como apunta Senna, 'jugar por las bandas, muy abierto, se sale de nuestro estilo; tenemos unos futbolistas que tocan más por dentro. Sólo Escudero es verdadero extremo'.

A pesar de todo, piensa que lo hecho hasta la fecha tiene más mérito que otra cosa: ' Porque hemos estado colistas y nos hemos levantado'. Marcos también se ha tenido que levantar: primero, por culpa de las lesiones; después, por unas declaraciones de Garrido, cazado mientras hablaba de su rendimiento. 'Fue el propio entrenador, al que conozco antes de que se hiciera cargo del Villarreal B, el que me buscó para desmentir lo que había salido en la tele, y a mí me valen sus explicaciones', sostiene Senna. 'La mejor prueba de que no existe ningún problema es que 'juego todos los partidos de titular'.

El Villarreal tiene un calendario complicado. Atlético, Barça y Valencia visitarán El Madrigal. Y queda la asignatura pendiente de ganar lejos de casa. Hoy visitan al Getafe. 'Todos, los grandes y los pequeños, son complicados'. Recuerda que al Barça lo tutearon y contra el Madrid perdieron (6-2) por no saber leer el partido: 'Con 2-1 no debimos lanzarnos al ataque, porque ahí fue donde ellos nos mataron a la contra; de haber esperado un poquito, con su afición impaciente, quizás nos hubiera ido mejor'.