Ronaldo: "Me silban por ser rico, guapo y un gran jugador"
El plantillazo al portugués indigna al Madrid. Karanka carga contra Platini por decir que Messi está protegido por los árbitros
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Con un tobillo ensangrentado por un planchazo de Leko que sólo fue castigado con amarilla, Cristiano no dudó en criticar la actuación del colegiado. "Es una vergüenza, ojalá que no nos vuelva a tocar este árbitro. Esto es una vergüenza", insistió el portugués, que enseñó la herida a las cámaras de Telemadrid con la mirada perdida y un rostro que delataba un enfado descomunal.
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Después de la ducha, y una vez en la zona mixta, al portugués seguía encendido. Sin poder entender cómo el árbitro había permitido semejante entrada y que además el público le pitara, expuso su teoría al respecto: "Me silban por ser guapo, rico y bueno. Me tienen envidia".
Karanka también estaba enfadado. El segundo de Mourinho le lanzó un dardo a Platini por decir en agosto que "Messi está mucho más protegido por los árbitros (que Maradona y Pelé en su época). Y está bien que sea así".
El segundo de Mourinho cree que "hay que mirar a todos por el mismo rasero, no se puede decir que hay que proteger a algunos, y a otros mira lo que les han hecho y no pasa nada. A Cristiano le están cosiendo (el tobillo) ahí dentro. Di María fue más explícito aún: "A Cristiano lo están cosiendo y a Marcelo lo echaron por nada".
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Por la patada que dio a un asiento al término del encuentro, Mourinho también pareció muy irritado. El portugués, sancionado, descartó finalmente ver el partido desde la habitación del hotel. El luso siguió el partido desde un palco privado junto a García Coll y dos miembros de seguridad del club. Bajo una gorra oscura, tomó nota de lo que sucedía en el campo. No se le vio especialmente convencido de lo que veía hacer a sus jugadores, que volvieron a conceder demasiadas facilidades. Mourinho abandonó el palco varias veces, aunque recuperó su sitio al poco. Una de las últimas veces que dejó su localidad fue por la expulsión de Marcelo, que vio la segunda amarilla al entender el colegiado que se había tirado para forzar un penalti. El Madrid tuvo que jugar con diez los últimos 20 minutos del partido. Como el Dinamo agobiaba, Mourinho tiró de Lass por primera vez este año tras su rebelión.