El regreso más plácido de Nadal
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El regreso de Rafael Nadal al torneo de Madrid, tras ganar el título el pasado año por tercera vez, se saldó con una victoria contundente ante el argentino Juan Mónaco, por 6-1 y 6-0 en 68 minutos, y el pase a los octavos de final.
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No fue el mejor partido de Nadal, pero sí sirvió para probarse ante su amigo "Pico" Mónaco, quien, además de luchar contra el número uno del mundo, mantuvo una dura pelea contra el juez de silla, el brasileño Carlos Bernárdez, quien le advirtió una vez por exceso de tiempo al saque y con el que mantuvo una larga discusión por una bola de Nadal que rozó una de las líneas.
Mónaco se desconcentró por estas circunstancias y, aunque encontró solidaridad en Nadal, sobre todo en la advertencia, nunca estuvo cómodo en la pista Manolo Santana, y cuando jugó al límite en algunos puntos se encontró con la respuesta del español.
Con todo, jugando a rachas y sacando por momentos la derecha de forma eléctrica, Rafa se hizo fácilmente con el partido, ayudado también por la ineficacia al servicio de su rival, que no ganó uno solo durante todo el encuentro (lo cedió tres veces en cada set) y que anotó el único en su casillero al romper al español en el tercer juego del primer set.
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El segundo set fue más regular para Nadal, que jugó más encima de la bola, dictando el juego, actuando más a gusto y liberado de tensión, con Mónaco incapaz de mantener el ritmo del número uno del mundo.
Con la décima victoria en tierra en esta temporada (con dos derrotas en los cuartos de Montecarlo y Barcelona), Rafa avanzó a octavos, en los que se encontrará con el finlandés Jarkko Nieminen, que derrotó al holandés Igor Sijsling por 6-3 y 6-2. Nadal ha ganado a Nieminen las siete veces que se han enfrentado y solo ha cedido un set de los 18 que han disputado, en Barcelona en 2006.