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Récord made in China

 

 

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Era el récord más viejo y lo ha batido el nadador más joven. Sun Yang, 19 años, la nueva esperanza del deporte chino de cara a Londres, borró ayer la plusmarca mundial del australiano Grant Hackett en los 1.500 libre, el maratón de las piscinas. Este récord mundial es el segundo que se ha establecido en los Mundiales de Shanghai, junto al de Lochte en 200 estilos, y el segundo también tras la prohibición de los bañadores de poliuretano.

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Es la prueba del ritmo. Treinta largos intentando no desfallecer. Sun no se había puesto como objetivo rebajar el récord de Hackett (14:34.56), de diez años de duración. "Mi plan consistía en lograr el oro. No estaba obsesionado con el récord", señaló. Sin embargo, sabía que para batir el récord debía nadar cada largo en 29 segundos y una décima. Ese era el ritmo que le garantizaría la plusmarca.

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Sun dominó la prueba desde la salida. El oro ya era suyo, pero nadó lejos del récord durante toda la prueba. A 200 metros del final, Sun estaba a 2.68 de él. A 100 metros de la meta, el diferencial era de 2.03. Y entonces la máquina entró en acción. El nadador chino, que ha pasado tres meses entrenándose a las órdenes de Dennis Cotterell [el hombre que preparó a Hackett] demostró que el trabajo ha surtido efecto. Su punta de velocidad es muy superior. Sun, medalla de bronce en los Mundiales de Roma 2009, aumentó la frecuencia de brazada en los dos últimos largos y fue limando la desventaja con el récord metro a metro. Su final, ante el delirio del público del Centro Deportivo Oriental de Shanghai, fue portentoso. 14:34.14. Le sobraron 42 centésimas. Estableció uno de esos récords sorprendentes, mágicos, con los que no se cuenta. Un récord que apareció, de sopetón, en el minuto final de la prueba, y con bañador textil.

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Sun termina los Mundiales con un excelente balance. Al récord mundial hay que sumarle dos oros (800 y 1.500 libre), una plata (400 libre) y un bronce (4x200 libre).

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Pero los Mundiales de Shanghai han tenido otro nombre propio. Ryan Lochte, el nuevo rey de la natación, ganó ayer su quinto oro (el de los 400 libre) por una insultante diferencia de más de tres segundos. El nadador de Florida, el hombre que ha vivido a la sombra de Phelps en los últimos años, ha deslumbrado en estos Mundiales con cinco medallas de oro y un récord mundial (200 estilos).

"Estoy contento de que esto se haya acabado", confesaba Lochte. "Esto ha sido muy largo. Los cinco oros están bien, pero tengo que decir que no estoy satisfecho. Tenía que haber ido más rápido. Lo que tengo que hacer ahora es mejorar los cronos de cara a Londres. Hay mucho trabajo por delante", dijo el estadounidense.

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La última exhibición de Lochte contribuyó a que su selección se situara en la primera posición del medallero global. Estados Unidos, con 17 medallas de oro, sólo ha sido capaz de superar a China (15) en la última jornada. S

 

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