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Raquetas en todo lo alto

Los 680 metros sobre el nivel del mar cambian mínimamente las condiciones de velocidad del servicio. Los expertos sostienen que el aire libre quita razón a las quejas de los jugadores españoles. 

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Los expertos afirman que la altura de Madrid no es un condicionamiento insalvable para el juego español. La diferencia entre jugar a pie de playa o hacerlo a los 680 metros de la capital existe, pero es muy liviana y no debe ser un factor determinante en el desarrollo del partido.

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Los jugadores no están de acuerdo; cuando se decidió el lugar en el que se disputaría esta semifinal, se opusieron rotundamente a que fuese en Madrid, argumentando que la altitud de la ciudad sería dar demasiada ventaja al equipo americano. La queja, encuadrada entre otras muchas de los tenistas contra la Federación, quedó en nada y la opinión federativa terminó imponiéndose por motivos económicos.

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La altitud madrileña altera ligeramente la velocidad de la pelota. La diferencia fundamental radica en la presión atmosférica. Las ciudades que están en alto, como Madrid, a 680 metros sobre el nivel del mar, tienen una menor presión atmosférica y, consecuentemente, menor densidad del aire. Este factor influye directamente en el rozamiento de la pelota con el aire, que es menor que a nivel del mar y, por lo tanto, va más rápido.

Esta situación favorece a los grandes sacadores como Roddick, que será rival de España este fin de semana. Jugadores como él aprovechan este factor para imprimir aún más velocidad en el servicio, lo cual dificulta el resto al rival, que tiene menor tiempo para responder. Durante los peloteos, sin embargo, los españoles se ven beneficiados. La pelota bota con más altura cuando la densidad del aire es menor, lo cual es perfecto para el juego liftado que suelen utilizar Nadal y Ferrer.

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Se calcula que un saque a 216 kilómetros por hora tardaría 0,361 segundos en recorrer una pista de tenis en el nivel del mar, mientras que a 1.000 metros de altura, el tiempo que tardaría en pasar de un lado a otro del terreno de juego sería de 0,356 segundos. La diferencia entre las velocidades de la bola en Madrid y Sevilla es de entre cuatro y seis kilómetros por hora –más rápido en la capital–, pero depende también de otras cuestiones como el desgaste de la pelota o las condiciones del tiempo.

A partir de mañana, España se la juega en Las Ventas. A su favor, además de la contrastada calidad de los jugadores –con el número 1, Nadal, y el 5, Ferrer– estará la pista de tierra batida, la más lenta posible que favorece sus golpes y penaliza mucho a los jugadores estadounidenses. En su contra, sólo su altitud. El domingo, se sabrá qué pesó más.

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Para la construcción de la pista, la Federación de Tenis ha decidido contar con Impersport, una empresa asturiana especializada en la construcción de pistas de tenis que es conocida por la patente de Decoturf, la superficie de juego utilizada en el Abierto de Estados Unidos. La empresa ha firmado un contrato con la Federación hasta el año 2011. El primer trabajo para el nuevo contrato era especial por lo inusual de las condiciones. Son pocos los casos en los que se monta una pista de tenis en una plaza de toros y, además, tenían que ahcerlo en tiempo récord.

Habitualmente, la construcción de una cancha de este estilo se realiza en más de veinte días, pero la de Las Ventas, en la que este fin de semana se jugará la Davis, empezó a montarse el domingo 7. “Hemos estado trabajando día y noche para que todo quede perfecto”, comentaba uno de los responsables de la construcción de la pista. El proceso fue especialmente farragoso, ya que ese domingo había corrida de toros. Cuando concluyó el festejó, comenzó el trabajo y, para empezar, hubo que quitar 3.000 toneladas de material para dejar vía libre a la pista de tenis. Los primeros días la superficie aún no estaba asentada, pero todos coinciden en señalar que estará perfecta para los partidos que se empezarán a disputar mañana. Los jugadores españoles están conformes con el resultado: la pista es lo suficientemente lenta para que su juego sea el más efectivo.

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