Puyol como síntoma
El vestuario azulgrana achaca en buena parte los últimos empates a la falta de puntería. Desacertados los delanteros, el capitán se erige en protagonista
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Que en un equipo en el que juega Leo Messi acapare titulares y portadas, por segunda vez en sólo 15 días, un zaguero como Carles Puyol resulta sintomático. Incómodo ante rivales que optan por plantearle al Barcelona un partido trabado, en las dos últimas salidas del conjunto azulgrana en Copa, el argentino ha cedido el protagonismo y los goles al defensa. Puyol marcó en Mestalla y Chamartín, mientras los delanteros y centrocampistas del Barça se quedaban en blanco. Analizados los últimos encuentros, desde el vestuario catalán coinciden en señalar que el mayor problema del equipo es la falta de puntería. "Ni messidependencia ni puyoldependencia, simplemente no materializamos las ocasiones que tenemos", resumió ayer Thiago.
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En Valencia, el Barça remató hasta cinco veces entre los tres palos para marcar un gol. Al equipo de Emery, en cambio, le bastó con dos disparos a portería. "Tuvimos varias ocasiones claras, pero el balón no quiso entrar", abundó Cesc. En ese sentido, el conjunto azulgrana echa en falta los goles que Villa y Pedrito lograron la temporada pasada y los tantos que Cesc aportó en el primer tramo del curso. El delantero asturiano terminó la campaña postrera con 23 goles; en esta se plantó en los ocho. El Guaje se lesionó en diciembre y como muy pronto regresará al equipo en la recta final del campeonato.
Resulta revelador que en el equipo de Messi un zaguero sea el centro de los focos
También la temporada de Pedrito está resultando un calvario para el canario. Las lesiones impiden que juegue con continuidad y eso merma su aportación y a la vez su confianza el día que juega. La irregularidad no le permite coger el tono. Así las cosas, a mitad de curso, suma por ejemplo el extremo un solo gol en la Liga, muy lejos de los 13 que logró marcar en todo el curso pasado. En total, contando Liga, Copa y Champions, el delantero consiguió 22 goles. Ahora mismo tan sólo suma siete.
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Como sucede con el canario, Alexis, que hasta el momento ha asumido los goles (ocho) aportados el año pasado por Bojan (siete), entra y sale del equipo por culpa de las lesiones. La falta de continuidad penaliza su acierto. En Mestalla, el chileno marró un par de ocasiones claras, aunque hay que recordar que Alexis ha forzado su vuelta al equipo y en los dos últimos encuentros jugó con el hombro infiltrado.
En cuanto a Messi, sufre el argentino cuando el rival del Barcelona plantea un partido trabado. Le ocurrió ante el Madrid, en Villarreal y Mestalla, donde falló incluso un penalti. Contra el Málaga, en cambio, aprovechó la ausencia de Toulalan, el centrocampista más combativo del conjunto andaluz, para marcar un hat-trick. Aunque sus números siguen siendo fabulosos, el equipo, carente de delanteros, necesita el acierto del argentino en la finalización.
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El Barça extraña los goles de Pedro y de Villa, que marcó 23 el curso pasado
Sin Iniesta y con Xavi cargado de piernas, Pep Guardiola ha optado por retrasar en algunos momentos la posición de Cesc, que, en la mediapunta, logró situarse como segundo mejor goleador del Barcelona. Como volante, en cambio, anda el de Arenys ofuscado en adaptarse al juego posicional del equipo y le cuesta más llegar al área. El 4 azulgrana lleva siete partidos sin marcar.
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En cuanto al resto de centrocampistas, como ocurre con Pedrito y Alexis, las lesio-nes han borrado a Iniesta de la lista de goleadores de la Liga, donde el curso pasado logró ocho dianas. Y apenas ha marcado un tanto en la Liga de Campeones y otro en la Copa.
El casillero de Keita y Busquets sigue vacío esta temporada en lo que se refiere a las tres grandes competiciones. El malí, ausente del equipo desde el 10 de enero porque disputa la Copa de África, goleó en las semifinales del Mundial de Clubes. Un duelo, también revelador, porque, además del africano, marcaron Adriano y Maxwell.
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Las lesiones lastran a los delanteros, que no logran encadenar minutos
Puyol y Xavi, en cambio, han batido este curso su registro de goles. El de La Pobla marcó en Mestalla el tercer gol de la temporada. Como en Chamartín, tras un cabezazo a la salida de un córner. Dentro de la preocupación por la falta de puntería, el cuerpo técnico azulgrana celebra que en duelos especialmente exigentes el equipo aproveche la estrategia, cosa que no solía explotar en el pasado.
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En otro orden de cosas, el Barça cerró ayer la renovación del portero del filial, Oier. El vasco, fichado en su día por Unzué, seguirá en el Barcelona hasta 2015 y su cláusula de rescisión ascenderá a doce millones de euros, 30 si llega al primer equipo.