Prueba de fe del Espanyol
Los de Pochettino sacan tres puntos vitales ante el Deportivo para seguir luchando por la salvación
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El Espanyol demostró que aún cree en la salvación y logró una victoria vital en sus aspiraciones para conservar la categoría, al derrotar al Deportivo de la Coruña (3-1), en un partido plagado de sufrimiento que acabó cayendo del lado de los espanyolistas.
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La puesta en escena del Espanyol resultó sorprendente. Pochettino prescindió de un cuestionado Luis García y le dio la oportunidad a Iván Alonso, que se ha ganado la confianza del técnico con sus buenas prestaciones en los entrenamientos. La apuesta le salió bien al entrenador argentino.
El juego local fue demasiado lento y plagado de imprecisiones, circunstancia que benefició al Deportivo de la Coruña que en el primer minuto del choque dio el primer aviso con un dócil remate de Lassad a las manos de Kameni.
Las sensaciones positivas que transmitían los de Lotina en ataque quedaron en nada por su fragilidad a la hora de defender, ya que los gallegos sufrían en cada balón colgado al área. El partido se fue atascando con el paso de los minutos. Al choque le faltó intensidad y nervio hasta que apareció Iván de la Peña, el único jugador capaz de dar un poco de luz a sus compañeros en ataque.
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El cántabro aprovechó un balón interceptado por Jarque en su línea defensiva para lanzar una contra que acabó siendo letal. 'Lo Pelat' encontró el pase para Iván Alonso que no pudo conectar en un primer instante, pero que aprovechó el garrafal error de Aranzubia para inaugurar el marcador.
Antes del descanso, los locales pudieron ampliar su ventaja, sin embargo fue el Deportivo el que acortó distancias con un tanto de Lassad. El delantero tunecino batió a Kameni con un disparo seco y ajustado al palo.
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El partido, muy soso en el segundo tiempo, pedía a gritos un poco más de emoción. Y durante cinco minutos lo cierto es que la tuvo. Un sensacional remate de Jarque de cabeza a la salida de un córner encontró pronto respuesta por parte gallega. Guardado y Zé Castro pusieron prueba a Kameni, que resolvió sin problemas.
Los de Pochettino, contagiados por el nerviosismo, cedieron totalmente el protagonismo a los gallegos que, como durante todo el partido, no dieron la sensación de creer en la remontada.
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Fue un final de infarto con final feliz para los blanquiazules que lograron el tercero de la tarde gracias a un remate de Rufete que desvió Lopo al fondo de las mallas. El Espanyol, que ganó de nuevo en casa después de más de cinco meses, dio un primer paso para conservar la categoría, aunque todavía le restan nueve partidos que se presumen de infarto.