Molido. Iniesta (Fuentealbilla, Albacete, 1984) atiende la entrevista con Público antes de echarse una siesta. La última noche apenas ha dormido; un duelo de la máxima como el que disputó el Barça contra Chelsea pasa factura incluso a un tipo tan tranquilo como él. Sin tiempo para recrearse en el lamento, el jugador más en forma del líder ansía la llegada del clásico del Bernabéu.

Esta mañana, le dije a un amigo que habíamos quedado con usted para charlar un rato y me comentó si era consciente de que iba a entrevistar al mejor futbolista del mundo del momento.

¿Ah sí? Opiniones como esa son bonitas, la verdad es que, personalmente, me siento muy bien y con ganas de seguir haciendo cosas.

Usted siempre dice que su mejor temporada, a pesar de no ganar ningún título, fue la 2006-07. ¿Ésta la mejora?

Aquella fue importante para mí porque fue la primera en que prácticamente jugué todos los partidos. Ésta, en cuanto a juego va camino de superarla y además, estarán los títulos.

¿Y si no llegan?

Llegarán sí o sí; hemos trabajado tanto para ello que confío plenamente en que conseguiremos títulos. Aunque más allá de eso, el equipo ha demostrado muchas cosas ya: llegar a final de temporada con opciones en Liga, Copa y Champions no es nada fácil.

¿Cómo está? Pásenos el parte de guerra después de un partido tan intenso como el que disputaron contra el Chelsea.

Cansado, todavía muy cansado. Y enfadado. Aún me dura el enfado de ayer [martes], merecimos más de lo que obtuvimos [0-0], pero bueno, hay que pasar página y pensar en el Madrid

¿No habrá soñado con Ballack?

Después de un partido así duermes poquísimo, nos pegamos un buen tute, por eso voy a aprovechar ahora para descansar. ¿Ballack? Más que pensar en él, le doy vueltas a lo injusto de la situación, del resultado; me da rabia.

Antaño, tras los partidos, los futbolistas pasaban por el envidiado baño y masaje. Ahora, ¿todo lo solucionan con complejos vitamínicos?

No, no. Yo hoy [por ayer] he hecho masaje, recuperación, carrera, estiramientos... con tanto partido no da para mucho más que eso.

En lo que a la Champions se refiere, ¿está más esperanzado con el paso de las horas?

No es que estuviera desesperanzado tras el partido del Chelsea, es que pudimos obtener más premio. Por las situaciones que se dieron, el esfuerzo que hicimos... tendríamos que haber obtenido más premio. Confío en el equipo, en la vuelta saldremos de nuevo a ganar.

Messi lleva tres partidos flojillo. ¿Qué le pasa a Messi?

A Messi no le pasa nada, lo único es que Leo no puede hacer la jugada de Getafe en cada partido. Es el mejor del mundo y los marcajes a que le someten, las patadas que le dan, ninguno las podría aguantar. Leo está y estará cuando le necesitemos.

Decía Guardiola el otro día que físicamente el equipo está bien, pero que hay jugadores que, psicológicamente, no pueden rendir al máximo jugando cada tres días. ¿Usted cómo lo lleva?

Personalmente, me gusta jugar a este nivel; ojalá tuviese esa sensación tan intensa todas las temporadas, para mí es lo más bonito. Cuantos más partidos, mejor. Estamos viviendo algo muy bonito.

Hasta ahora, los equipos que más daño le han hecho al Barcelona Atlético, Espanyol, Madrid, Chelsea son los que les han salido a pegar.

Puede que sí, parece que para intentar ganar al Barcelona el sistema sea pegarnos. Cuando un equipo quiere jugar y el otro no, jugar a fútbol se hace complicado. Intentamos superar este tipo de partidos, pero... En el fútbol parece que se ensalza más lo otro que intentar jugar.

No sé si lo dice por el Madrid. ¿Cree que el partido del Bernabéu será también así?

No lo sé. Esta vez a ellos sólo les vale ganar, cualquier resultado que no sea ganar no les sirve. Sé cómo saldremos nosotros: a ganar, eso es lo que diferencia al Barça de los otros equipos.

¿Le gusta cómo juega el Madrid?

Me gusta mi equipo, el Madrid está peleando por la Liga y consiguiendo resultados. ¿Cómo? Eso no lo entro a valorar. Nadie dice que jugar de una forma u otro sea más eficaz; lamentablemente, lo que marca es el resultado.

Dijo Xavi el otro día: 'Si ganamos, salimos del Bernabéu con la Liga en el bolsillo'. ¿Está de acuerdo?

Sí, una victoria en el Bernabéu nos deja la Liga muy de cara.

¿Desespera la fortuna de los blancos?

No, porque el Madrid siempre es un rival muy duro que lucha hasta el final. Las últimas Ligas así lo demuestran, ya nada nos sorprende. No les queda otra para ganar la Liga que sumar cada partido y, de momento, lo están sacando. Pero los segundos, a cuatro puntos, son ellos e intentaremos que todo siga así.

¿Se acuerda del Bernabéu, en pie, aplaudiendo a Ronaldinho?

Sí, es muy importante que todavía haya gente que, más allá de los colores que sienta, valore que lo bueno y lo bonito del fútbol es ver jugar bien a un equipo y eso es lo que pasó ese día.

'Andrés come aparte. No lleva pendientes, no se pinta el pelo, juega 20 minutos y no se queja... Es el ejemplo'. ¿Si ganan algún título, se hará algún un tatuaje o piercing que sorprenda a su técnico?

No, si ganamos seré muy feliz. Lo más excéntrico que he hecho fue raparme el pelo al cero porque así lo llevaba Iván De la Peña. Pero de eso hace muchos años, fue un verano, con mi primo, esas cosas que uno hace...

¿Cómo están sus adductores?

Bien. Esta temporada he sufrido varios percances pero ahora llevo bastantes partidos seguidos jugando. Estuve mucho tiempo sin lesionarme pero jugando tantos partidos , durante tantos años, recibiendo golpes... Por algún sitio tiene que aparecer todo eso.

¿Le pesa la Eurocopa?

La Eurocopa y, como le decía, tantos años sin parar. A Austria llegué con problemas en la rodilla que arrastraba desde final de temporada, pero me fui recuperando. No somos máquinas.

¿Qué queda del futbolista que jugaba al balón en las calles de Fuentealbilla?

Queda mucho. Lo que aprendí en la calle me ha servido para llegar al primer equipo del Barcelona. Aparte de la formación que me han dado, claro.

En su pueblo los niños todavía pueden jugar a fútbol en la calle.

Bueno en la calle ya no, pero sí en la pista del cole. Allí se pasan horas jugando. Y también está el campo de fútbol y un pabellón.

Menuda competencia ahora con la play, los ordenadores...

Al que le gusta el fútbol y quiere parecerse a alguien le da igual la play o el ordenador, pero es verdad que ahora los niños tiene muchas opciones para elegir.

Usted, ¿a quién quería parecerse?

A Laudrup. Y también a De la Peña y a Guardiola.

En la Masia todavía se sorprenden de que aguantara allí tanto tiempo, con lo mal que lo llegó a pasar.

Lo pasé mal porque echaba mucho de menos a mi familia. Cuando tienes 12 años es difícil estar solo. Ahí uno demuestra que es fuerte, que quiere luchar por un sueño.

¿Guardiola es un iluminado?

Guardiola es una persona que trabaja al cien por cien por el equipo y por su club. Un profesional de los pies a la cabeza.

A usted, ¿le gustaría ser entrenador en un futuro?

De momento, no. No lo creo. Los jugadores son muy difíciles.

Dicen que Iniesta no se cabrea, pero en París, hace tres años, cogió un buen berrinche al ver que no era titular en la final contra el Arsenal.

Sí que me cabreo, ¡eh!. Me cabreo por cosas como las injusticias. En cuanto a lo que me decía de la final de París... pues es un punto que tengo ahí, una espinita, pero no contra nadie, ni contra el club, es algo que tengo ahí y que espero sacarme de encima en Roma.

Ha demostrado usted que no es incompatible con nadie.

El tiempo de comparaciones y de no poder disputar los partidos importantes ya pasó; eso ya es pasado.

¿Qué hubo de cierto en su flirteo con el Madrid?

No existió. Tengo claro dónde quiero estar, y es aquí. Deseo acabar mi carrera aquí. Aquí es donde yo estoy tranquilo.