"No me gusta sufrir, pero es lo inteligente"
Elías llega a Jerez tras casi 100 horas de retorcerse con la fisioterapia
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Su zancada ya no suena a dolor por el cadente traqueteo metálico de las muletas. "Pero todavía queda sufrimiento para un mes", asegura Toni Elías. Su voz, sin embargo, no exalta el lamento. Nunca lo ha hecho. "Toni tiene el umbral del dolor muy alto", incide Ricard Huélamo, su fisio, su amigo, su confidente. Entre sus manos se han retorcido Zidane, Armstrong o Massa. "Cada uno tiene su pasta, es distinto", explica Huélamo.
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Elías llega a Jerez tras casi 100 horas de retorcerse con la fisioterapia
Desde hace cuatro semanas, Elías lo tiene acaparado. Lo llamó al día siguiente de recibir cinco nuevos tornillos en el tobillo derecho y el meñique de la mano izquierda tras su caída en los últimos entrenamientos de pretemporada en Jerez. " Era el único modo de volver a la moto cuanto antes", razona Toni a este diario.
Quedaban diez días para el inicio del Mundial en Qatar. Un plazo mínimo entre un dolor máximo. "Podemos hacerlo", se exigió Toni. En la camilla de Huélamo esperaban sufrimiento, lágrimas y mareos ante los ejercicios para recuperar movilidad y flexión. Poco más de 40 horas (cinco al día) de tortura antes de lograr la pole de Moto2 en Losail con vendajes compresivos en el tobillo y el meñique y anular de la mano encajonados en el hueco de un dedo del guante.
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"Aquello más que una hazaña fue una locura". Así resume Toni su cuarto puesto. "Acabé satisfecho, destrozado, cansado y dolorido".
«Aunque me duela,tengo que correr porque hay mucha igualdad», dice Toni
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Unas sensaciones que Elías no ha podido esquivar en Jerez. "Me siento mucho peor de lo que esperaba", incide el manresano, cuyo mensaje era diferente apenas hace una semana. "La suspensión ha sido un regalo", aseveraba entonces Toni, ante la recolocación de fechas del GP de Japón, al 3 de octubre, por el colapso aéreo provocado por la nube de ceniza del volcán islandés Eyjafjalla.
Una semana vacía de actos promocionales que Elías llenó de nuevo con sufrimiento. Siete horas diarias de recuperación. Fisioterapia, magnetoterapia, drenajes con cremas, baños de hielo... "Cuando pude pedalear en la bici (hace siete días), me vine arriba. Psicológicamente, necesitaba romper tantas horas (alrededor de 100) de trabajo en la camilla", asegura Toni.
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Su constancia, y esa pasta especial que mejora Huélamo, le situó ayer en la primera línea de la calificación de Moto2, tras Tomizawa, ganador en Qatar y pole en Jerez, y Julián Simón. "Ahora no es divertido correr porque sufro mucho, algo que lógicamente no me gusta, pero es lo más inteligente porque debo puntuar ante la gran igualdad que hay en la categoría", resume.