Mundial de baloncesto España se zampa a Argentina
La selección nacional aplasta 95-75 a los argentinos y se proclama por segunda vez campeona del mundo de baloncesto. Ricky Rubio fue nombrado mejor jugador del partido y del torneo.
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madrid, Actualizado:
Es difícil de creer que España haya sido campeona del mundo al baloncesto sin Pau Gasol, sin Juan Carlos Navarro, sin Serge Ibaka, sin Carlos Jiménez, sin Jorge Garbajosa, sin Felipe Reyes y sin Jose Manuel Calderón. Como en el fútbol, todo indicaba que las buenas cosechas quedarían para las fotografías. Para variar, la selección de basquet demostró que 'futbolizamos' hasta las emociones.
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Hace 13 años se firmó una cuenta pendiente entre España y Argentina. En las semifinales del mundial de 2006, el Chapu Nocioni falló un triple desde la esquina que permitió al equipo de Pepu Hernández pasar a la final y aplastar a Grecia. Ese partido de vuelta pendiente se jugó hoy, y tuvo el mismo ganador. España ha ganado 14 de los últimos 15 partidos a la selección albiceleste.
Dicen algunos futboleros que el baloncesto les genera ansiedad. Hay tantas oportuniades de revertir el marcador y de perder en el último segundo que les falta costumbre. La selección de baloncesto ha hecho callo en situaciones de infarto. Este conjunto lleva 13 semifinales en sus últimos 15 torneos, donde se incluyen dos mundiales ganados, dos platas olímpicas y tres eurobaskets. La seña de identidad volvió a ser la misma de siempre, la defensa.
La seña de identidad volvió a ser la misma de siempre, la defensa
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En la final de 2006 también hubo un quinteto titular sorpresa, debido a la lesión de Pau Gasol. Fue sustituido por Reyes. Esta vez, a Ricky Rubio, Rudy Fernández, Juancho Hernángomez y Marc Gasol les acompañó Pierre Oriola. Sergio Scariolo planeó el arranque para que Luis Scola estuviera siempre defendido por él o por Claver y parar al sin duda jugador revelación del torneo, que parecía volver a la veintena. Entre ambos acabaron con el resurgir del pívot argentino y le devolvieron a sus 39 años. Scola había promediado 20 puntos y ocho rebotes por partido, pero acabó la final con cuatro puntos, habiendo logrado su primera canasta al borde del final del tercer tiempo.
El primer cuarto arrancó con un asombroso 14-2 para España, con la defensa marca de la casa. Pese a los apretones que generaba un Brussino con alma de Reggie Miller, Scariolo supo empezar la rotación para mantener, ante todo, la excelencia en la zaga. En ataque todo iba saliendo gracias a la intensidad del rebote en ataque y a la movilidad de Marc Gasol, que al meter un triple desde la frontal, de esos que se le habían atascado durante todo el torneo, mandó una señal de que las cosas iban a ir bien. 23-14 al final del primer cuarto.
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Una segunda parte sin sobresaltos
Marc, que junto a su hermano, han sido los dos españoles que más han hecho por el amor entre España y Catalunya, ha sido el gran protagonista de este Mundial. Se decía que no metía triples, como si esa fuera su función, y no un complemento a un jugador casi perfecto. Un país que no entiende el valor de Marc Gasol sobre la pista no se merece un gobierno progresista. 14,4 puntos, 5,5 rebotes y 4,1 asistencias durante el torneo.
Un país que no entiende el valor de Marc Gasol sobre la pista no se merece un gobierno progresista
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Al descanso la cosa marchaba 43-31. Cuando Argentina volvió a dar un empujón gracias a Campazzo, un base que recuerda mucho (muchísimo) a Sergio Rodríguez en su primera etapa, dos triples seguidos de Rudy volvieron a dar la iniciativa a la selección, con el único pero de las tres faltas personales de Rubio. Sergio Llull hacía de líder desde el banquillo y Pau Ribas y Víctor Claver daban descanso a los titulares.
Desde que Maradona irrumpió en el deporte, Argentina da miedo hasta a las chapas. Es mejor dejar el partido finiquitado y evitar su espíritu de remontadas. En el minuto cinco del tercer cuarto, un 2+1 de Ricky marcaba un +22 para España y aun así Scariolo llamaba a la calma. Nadie nunca en una final había remontado tanta distancia.
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Scariolo volvió a optar por una rotación corta, al igual que durante todo el torneo. Sin embargo, Javier Beirán, Quino Colom y Xavi Rabaseda, tres obreros del baloncesto, curtidos en equipos con problemas de pagos, luchando en ocasiones por no descender, pudieron jugar los dos minutos finales. El baloncesto español vive en estado de precariedad crónica, y estos jugadores son un bonito homenaje a una profesión desvirtuada por los salarios astronómicos de la élite.
El escaso atisbo de esperanza para Argentina venía de las muñecas de Laprovittola, el único jugador albiceleste que llegó al último cuarto con más de diez puntos. Si la presencia de España en la final resultó sorpresiva, la de Argentina puede que fuera incluso mayor. Su objetivo primordial era la clasificación a los Juegos Olímpicos, y lo consiguieron en cuartos de final. El equipo latinoamericano sigue siendo la única selección capaz de quitar el oro olímpico a EEUU en los últimos 31 años.
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Homenaje al baloncesto
El ímpetu de Juancho Hernángomez le llevó a ser expulsado por cinco faltas a falta de cinco minutos para el final. El jugador de los Nuggets creció durante el torneo hasta convertirse en el perfil desinhibido que un equipo ganador necesita. Su hermano Willy Hernángomez, suplente de Marc, ha sabido acostumbrarse a los minutos de descanso del mejor pívot de la NBA. Lo de tener un par de hermanos en la selección empieza a ser un buen augurio.
A siete minutos del final un nuevo empuje de los de Sergio Hernández acercó a su equipo a doce puntos, lo que supuso otro tiempo muerto de Scariolo, que en ocasiones parece que solo los usa para enfriar al rival. La insistencia albiceleste quedó en nada y a falta de dos minutos, su míster enfundó las armas y retiró a sus estrellas de la cancha. Se había acabado. España obtenía su segundo mundial. 95-75, por veinte puntos. Rudy y Marc tienen dos mundiales.
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El desprecio a todo lo que no es fútbol no es exclusivo de este país. En la jornada previa al encuentro, Sebastián Vignolo, el presentador deportivo más popular de Argentina, se reía y dejaba entrever que no conocía a toda la plantilla de su selección. Como si fuera un cometa, de vez en cuando el básquet se cuela en las pantallas de televisión. Mañana será otro día, todo esto habrá pasado y el fútbol volverá a amasar los titulares, los minutos y los debates. Aunque duró solo una semana, fue bonito ver los clichés y los comentarios sin fundamento enfocados al baloncesto. Se ha quedado un bonito día para descubrir si en tu barrio hay canchas donde echar una pachanga.
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