El monstruo del lago Jerez
Jorge Lorenzo gana su primera carrera del curso en una prueba en mojado que terminó con Rossi, Stoner y Simoncelli en el suelo. Dani Pedrosa, lastrado por sus problemas en un hombro, sufrió para conseguir un meritorio segundo puesto
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El ritual celebra al mito. A la conquista heroica. Jorge Lorenzo (Yamaha) ha encontrado su santuario en Jerez en ese humedal de pequeñas dimensiones situado dentro del circuito. Hasta allí corre radiante de felicidad para bañarse en sus aguas instantes después de conseguir un triunfo en el templo del motociclismo español. Muchas circunstancias confluyeron para que el campeón del mundo sumara una nueva victoria en su palmarés y gobierne ya, a la segunda carrera, la clasificación de MotoGP.
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Y es llovió. Y el agua le pone mucho gas a las carreras. Nivela los desequilibrios mecánicos y electrónicos tanto como potencia la destreza del piloto. Tasa a su antojo la probabilidad de la caída. Calzados con los neumáticos de lluvia, a medida que el asfalto se secó, la prueba se convirtió en una lucha de supervivencia de las gomas.
Casey Stoner (Honda) no se quitó de la cabeza la idea de una escapada a pesar del cambio meteorológico. Salió disparado a por el hueco desde la primera curva. Mientras, Lorenzo optó por explorar una ruta exterior y Valentino Rossi (Ducati), por esquivar una buena parte de los pilotos que le habían superado en la clasificación del sábado. El italiano y Dani Pedrosa (Honda), doloridos en sendos hombros, apuntaban a ser los grandes beneficiados por el vuelco meteorológico debido a que el pilotaje es más sedoso, sin movimientos tan bruscos, con la carretera mojada. Sin embargo, el español naufragó hasta el undécimo vuelta en el segundo giro.
La prueba fue un continuo sobresalto entre caídas y accidentes
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Todavía quedaba un intérprete más en esta prueba tan coral. Marco Simoncelli (Gresini Team) también se apuntó a la lucha por la carrera, muy cómodo en el pilotaje sobre el agua.
El boceto estaba completo, pero el dibujo final iba a distar mucho del primer modelo. Primero porque Lorenzo captó la idea de Stoner, el campeón del mundo no podía entregar así como así la victoria en lugar tan especial como Jerez.
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Y Valentino. Siempre el italiano en Jerez. Las nubes le abrieron la posibilidad de un nuevo triunfo en su templo. Las piezas empezaron a moverse. Simoncelli voló hasta la cabeza, mientras que Rossi y Stoner formaron una pareja de baile con cuentas pendientes por detrás. Fue el peor momento de Lorenzo. Abandonado en la cuarta posición no parecía estar en ritmo de cazar a los de delante. Dani Pedrosa peleaba por ganar puestos. Dibujó un par de adelantamientos soberbios hasta ponerse a tiro de los puesto de podio.
El desgaste de los neumáticos y el agua dificultaron el pilotaje
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La pelea entre Rossi y Stoner acabó de la manera que se suponía. El campeonísimo arriesgó en la frenada de una curva hasta llevarse al australiano por delante. Este intentó arrancar la moto sin encontrar la chispa salvadora. La suerte, en esta ocasión, la tuvo el infractor que pudo seguir en carrera. Una vez más, se cumplió el mal fario del de Honda en el circuito gaditano.
Sin la presión de dos rivales, con Lorenzo atascado y Pedrosa aún atrás, Simoncelli tenía el pasillo despejado. No lleva los colores de Honda, pero su moto tiene mucho de clon de la del equipo oficial. Sin embargo, el agua y los frenos volvieron a cazar una presa. El melenudo piloto deslizó por el asfalto sin retorno posible a la pista.
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De repente, por eliminación, volvieron a encontrarse uno detrás del otro. Como el año pasado también en Jerez o como ese par de vueltas en Qatar hace dos semanas. Pedrosa y Lorenzo llegaron a sentirse a sólo un segundo hasta que la clavícula del de Sabadell dijo basta. A pesar de sus mejor conservación del neumático, la Yamaha del campeón del mundo volvió a abrir hueco en un parpadeo. Todavía hubo más caídas, hasta que casi de carambola el tercer puesto fue a parar a Nicky Hayden (Ducati).