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Messi revienta el récord de Ronaldo

El argentino, con 48, máximo goleador del Barça en una campaña

NOELIA ROMÁN

Desde su retiro en Brasil, el Extraterrestre Ronaldo debió de esbozar una media sonrisa ayer al ver cumplirse lo inevitable: su fabuloso récord de 47 goles en una temporada con el Barcelona, destrozado por una Pulga, también conocida como Leo Messi. En la misma ciudad que le vio debutar con la zamarra azulgrana, hace ya siete años, el mejor jugador del mundo justificó tal calificativo cuadrando su particular círculo con un toque de cadera exquisito y un chut tan certero como veloz.

Sumó el delantero argentino un nuevo gol a su contador del curso y, con 48 en 46 partidos, ascendió un peldaño en la historia del club azulgrana y del fútbol español. Nadie antes en el Barça ni en ningún otro equipo de la Liga española había firmado tantos goles como Messi ha rubricado este curso, una cifra tan espectacular que arroja una media de más de un tanto por partido. No es extraño, pues, que las fabulosas marcas de Ronaldo -el brasileño la logró en la temporada 1996-97- y de Ferenk Puskas -alcanzada en 1960, cuando el húngaro vestía la camiseta del Madrid- se quedaran atrás.

Con 29 goles en la Liga, nueve en la Liga de Campeones, siete en la Copa del Rey y tres más en la Supercopa de España, la Pulga es el máximo goleador de todas las competiciones que disputa y ha disputado. El argentino, que ya suma 175 goles desde que Frank Rijkaard le dio la alternativa, va camino de igualar -si no superar- la marca de Clemente Gràcia, autor de 59 tantos en 50 partidos. Lo consiguió el exfutbolista del Barça en la temporada 1921-22, cuando no se disputaba la Liga como tal y la mayoría de encuentros eran amistosos. Por eso su récord no es comparable al de Messi.

El solitario tanto del argentino sirvió, además, para romper otra estadística, una de las pocas de signo negativo que aún mantenía el Barça de los récords: no habían logrado los azulgrana ningún triunfo en campo contrario, en partido de eliminatoria en Europa desde que Pep Guardiola se sienta en el banquillo. Quizá por eso celebró el técnico tan efusivamente el tanto de Messi, que, suponía, además, la cuarta presencia consecutiva del Barça en las semifinales de la Champions. 'Es un éxito absoluto y global, una demostración de estabilidad', proclamó Guardiola, acordándose de Bojan.

'Esto nos posiciona en la élite del fútbol mundial', celebró el vicepresidente del área institucional, Carles Vilarrubí, en declaraciones a TVE. 'Estoy feliz de cómo me están yendo las cosas y por el equipo, el cuarto año consecutivo en las semifinales', señaló Valdés, protagonista del partido con tres paradas decisivas. El meta recibió la felicitación de Guardiola, que también se abrazó y charló largo rato con el técnico del Shakhtar, Mircea Lucescu.

El rumano, que vio cómo su equipo sumaba la segunda derrota consecutiva en un estadio invicto hasta hace una semana, debió de echarle en cara a Guardiola su desconfianza cuando Lucescu proclamó que el Barça tenía sellado el pase a la penúltima ronda europea desde el Camp Nou. Los azulgrana aguardan ahora que el Madrid haga lo propio en Londres para iniciar el carrusel de cuatro clásicos en 18 días.

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