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"Me paso al boxeo, me apetece: al fin y al cabo soy un luchador"

Lomu. Exala de los All Black, mantiene el récord de ensayos en Mundiales

NOELIA ROMÁN

En 2003, un síndrome nefrítico retiró provisionalmente de la competición a Jonah Lomu (Auckland, Nueva Zelanda, 1975), la primera superestrella del rugby. Lomu se sometió a diálisis durante un tiempo, el riñón le fue trasplantado en 2004 y, en 2005, ya recuperado, inició un ir y venir con la competición que, condicionado por un par de lesiones serias (hombro y tobillo), duró hasta el año pasado. Ahora, el mito del rugby sorprende, pese a su problema renal, anunciando en Público su intención de disputar un combate de boxeo.

¿A qué se dedica ahora?

Soy embajador del Mundial de Nueva Zelanda 2011, también de Japón Rugby 2019 y me preparo para boxear.

¿Cómo? ¿Se pasa al boxeo?

Sí, son cosas que se presentan en la vida.

¿Pero competirá?

Sí, es una de las principales razones por las que vuelvo a Nueva Zelanda; tengo que empezar a entrenarme

¿No ha empezado todavía?

Sí, pero mi entrenador me espera allí y me apetece mucho.

¿Eso significa que está completamente recuperado de sus dolencias renales?

Sí, estoy muy recuperado y listo de nuevo.

En el rugby se dan golpes, pero el boxeo es otro mundo...

Sí, pero, al fin y al cabo, yo soy un luchador y se trata de que, al final de día, veas que el punch va viniendo, de ir aprendiendo nuevos punchs y cómo golpear a la otra persona. Así que tengo que entrenarme lo más y mejor posible y esperar a saber si el combate se celebrará.

¿Será un único combate?

Sí, será sólo este y para intentar ayudar a la gente afectada por el terremoto que sacudió la provincia de Canterbury; esa es la principal razón por la que me voy a subir a un ring. En cualquier caso, me meteré en ello con el respeto que se merece, trabajando lo más duro que pueda y preparándome tan bien como me sea posible.

¿Cuál es el mejor recuerdo de su fantástica carrera?

¡Guauuu, no sé por dónde empezar! Jugar representando a mi país es mi mejor recuerdo, la camiseta de Nueva Zelanda es mi mayor honor.

¿Qué me dice de su récord de 15 ensayos? ¿Lo batirán?

Sí, pueden batirlo, pero ahora juegan más partidos y hay más equipos en la Copa del Mundo que en mi época, de modo que lograrlo entonces era más duro. Pero los récords están para batirlos y no me molesta.

Fue la primera estrella del rugby, ¿se siente pionero?

Siento que soy una persona que contribuyó a desarrollar el rugby y, en el ámbito profesional, lo llevó a otro nivel. La cuestión es que la exposición pública que los medios me dieron tras la Copa del Mundo del 95 nadie la había tenido, así que no le podía pedir consejo a nadie. Ahora, muchos jóvenes me preguntan a mí porque he estado ahí y sé de qué va y yo lo aprecio; así que podría estar de acuerdo con usted en que he sido un pionero en ese sentido. Pero el rugby es un juego de 80 minutos y, sobre todo, un deporte de equipo. Yo no habría tenido tanto éxito si no hubiera sido por mis compañeros de equipo. Tuve la suerte de formar parte de un equipo fantástico.

¿Era consciente de ello aquel momento?

Sabía que formaba parte de un gran equipo y quería que fuera fuerte como tal; lo contrario interrumpe el ritmo y el buen rollo y se convierte en un problema. La manera en que haces las cosas impacta en el grupo, que es lo primero. No hay 'yo y el equipo', es el conjunto.

¿Nunca se sintió superior?

Sabía que era bueno en lo que hacía y que tenía que hacer lo que debía hacer para poder ganar. Se trata de ganar por tu país y de disfrutar haciendo lo que uno hace. Yo lo hacía y por eso jugaba.

¿Algún jugador al que admire ahora?

Sin duda, Richard McCaw, pero también sigo muy de cerca a Ma'a Nonu; seguro que tendrán un gran impacto en la próxima Copa del Mundo, que será muy emocionante de seguir.

¿Cómo llegarán los All Blacks?

Lo importante es que estén todos los jugadores bien, que se preparen bien, jueguen bien y ojalá ganen la Copa del Mundo. Si no lo hacen, será porque otro equipo habrá merecido ser el campeón mundial.

¿Pero son los favoritos?

Sí, porque juegan en casa. Pero cuando se trata de una Copa del Mundo, no importa si eres favorito o no, tienes que trabajar para ganarla. La gente cree que llega para ganar, pero la Copa del Mundo es un torneo para ser ganado, no tomado.

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