El Racing es otro. Su metamorfosis, a la par de las llegadas de su nuevo dueño, Alí Syed, al palco, y de Marcelino, al banco, han revolucionado a un equipo que ve cada jornada más cerca la permanencia. Su capitán Colsa protagoniza el estado de ánimo de un bloque que ha vuelto a respirar pero que no quiere relajarse.

Da gusto enfrentarse al Real Madrid en su situación; sin apuros y con el equipo en racha.

Sí, pero debemos tener los pies en el suelo porque hay que valorar que el rival que está enfrente no es uno más, es el Real Madrid. Y hay que ver cómo llegan. Saben que no les quedan oportunidades y que no pueden dejar de aprovechar estos partidos.

Pero ustedes están en el mejor momento de la campaña

Es cierto que nos pillan en un gran momento de forma, pero eso no quita importancia al rival ni al partido. Nosotros tenemos que seguir peleando hasta el final porque está muy dura la lucha por la permanencia.

Hace pocas semanas su dinámica les llevaba al pozo de la tabla.

Ahora ya no estamos en esa situación. Ahora todos los que pelean por no descender se fijan en nosotros, en la senda que marcamos. Estamos en el límite entre el sufrimiento y la tranquilidad, aunque hasta el final está todo aún muy abierto.

Son muchos los que sobreviven entre nervios.

Nadie quiere descender, desmarcarse de los demás. A estas alturas, queda mucho como para dejar de luchar.

¿El Madrid es más asequible que el Barcelona?

Es más fácil sacar puntos ante el Madrid. Contra el Barça partes con la mala idea de que te pueden golear y sales a cumplir el expediente, aunque trates de disputar el partido. Contra el Madrid sabes que puedes tener más opciones, sobre todo si juegas como local, en tu casa.

Supone que en su estadio es imposible puntuar.

Pero jugamos en El Sardinero y nos sirve el ejemplo de Osasuna, que ganó jugando muy bien.

¿Saben ya cómo ganar al Madrid?

Con mucha intensidad defensiva y pensando hacerles daño en las contras. También hay que intentar que jueguen incómodos, tratar de quitarles el balón.

¿Ha cambiado mucho el equipo de Marcelino a Portugal?

Por supuesto. Portugal tenía una idea totalmente distinta a la que quiere Marcelino. Ahora no tenemos que llevar el peso del partido o, si lo hacemos, lo llevamos de otra manera; sabemos que no podemos descolocarnos, que no podemos perder el sitio y así, aprovecharnos de los errores del contrario. Si los cometemos, que sean en campo contrario.

Portugal, cuando fue destituido, le colocó a usted en la diana.

No me sentí en el disparadero. No he tenido problemas con él, salvo unas declaraciones en caliente después de un partido que las puede decir cualquiera. Horas después, tuve la mala suerte de que le estaban echando.

¿Ha intentado hablar con él desde entonces?

Sí, lo intenté, pero no he podido. Espero que en un futuro se le pase el enfado porque hay cosas más importantes en la vida como para enfadarse por tonterías, o con una profesión que, en definitiva, no deja de ser un juego de niños grandes.

Muchos focos se centrarán en el palco en vez de en el césped. ¿Tener un dueño extravagante les ha hecho cambiar?

No ha cambiado nada en el equipo, seguimos como siempre, somos los mismos jugadores pero se nota que hay estabilidad e ilusión porque es una persona nueva en el club y eso siempre regenera.

¿Tienen relación con él?

Yo sí he hablado con él, y es un fenómeno. Nosotros estamos muy agradecidos de que haya apostado por el Racing.