Lillo fue valiente. Como un outsider, a contracorriente, doctoró a los suyos sin las cinchas del corsé que les había puesto Hugo. En cuestión de méritos, el triunfo fue suyo. Desde el banquillo se empecinó en ser fiel a su credo pese a los escollos de una génesis con muy poca luz. Con diez, ante un rival mordiendo por las bandas y con el marcador en desventaja, el tolosarra mantuvo su inercia táctica. No desesperó. Siguió con tres en la zaga y sosteniendo que, jugar bien, no es un estado excepcional.

Se sintieron tan cómodos los locales que rozaron la arrogancia con el balón. Su prestigio se mantuvo intacto en lo elemental; salir desde atrás tocando, imprimiendo un criterio que nunca, pese a la diferencia numérica, ofreció señales contradictorias. Y el Sporting se perdió en su actitud. Perdonó cuando acarició el gol y sucumbió ante el fútbol egocéntrico de balón de los de Lillo, aunque simple y vertical, sin eternizar las transiciones.

Admitiendo pliegues, el Sporting se fue encogiendo. Y no salió del laberinto tras el descanso. Lillo tampoco estaba para inventos. Redujo la distancia entre líneas sin difamar la pelota. Con un porte pedagógico en las contras hizo que los de Preciado perdieran la comodidad que intuían en campo rival. Pero, sin pulso ni método, el Sporting entró en una fase de amnesia voluntaria que hizo engrandecerse al Almería antes del descontrol de las expulsiones finales. Guilherme, resucitado para la causa, firmó una sentencia que advierte de lo que ofrece Lillo.

Almería (3): Alves; Míchel, Acasiete, Chico, Cisma; Bernardello, M´Bami, Soriano; Corona (J. Ortiz, m. 56), Goitom (Piatti, m. 84)y Crusat (Guilherme, m. 75).

Sporting (1): Juan Pablo; Sastre (Navarro, m. 76), Gregory, Gerard, Canella; Pedro, Rivera, Portilla (Carmelo, m.62) , Castro; Barral y Bilic (Miguelito, m. 57).

Goles: 0-1. M. 12. Castro, de penalti, cometido por Chico. 1-1. M. 14. Crusat, solo ante Juan Pablo, marca de disparo raso. 2-1. M. 43. Cisma, desde cuarenta metros, de falta directa. 3-1. M. 80. Guilherme, en acción individual, por debajo de las piernas de Juan Pablo.

Árbitro: Ayza. Expulsó a Chico (m.11), por parar con la mano un remate de Diego Castro, a Barral (m.79), por un codazo a Guilherme, y a Gregory (m.82), por encararse con un recogepelotas.. Amarilla a Portilla, Sastre, Juan Pablo, Diego Castro, Rivera, Barral y Gerard.

Mediterráneo: 9.591 espectadores.