La gris misión de Pekín
El COI alaba la excelente preparación de la capital china pero advierte de la excesiva contaminación. Pekín estrena sus inmensos centros de prensa en medio del escepticismo sobre la apertura mediática del régimen
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El próximo 8 de agosto darán comienzo los esperados Juegos Olímpicos de Pekín con la ceremonia de inauguración en el Estadio Nacional. A un mes justo para que dé comienzo la cita deportiva la capital china intenta, a marchas forzadas, terminar todo lo que queda pendiente.
Estos días, el COI ha visitado la ciudad y, sin quedarse corto en halagos, ha presionado a las autoridades chinas para que mejoren algunos aspectos como la contaminación. El presidente de la Comisión de Coordinación del COI, Hein Verbruggen, ha mostrado su confianza en que el BOCOG (Comité Organizador de Pekín 2008) pueda solucionar los problemas de polución de aire en la capital china.
Verbruggen ha señalado que "aquí en Pekín ya se puede sentir la emoción y expectación. La ciudad se siente preparada, parece preparada, con las sensacionales instalaciones todas completadas". El holandés ha apuntado que "la calidad de los preparativos, lo preparadas que están las instalaciones y la atención a los detalles funcionales de estos Juegos han establecido un estándar de oro para el futuro".
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Sin embargo, el representante del COI ha admitido que "un pequeño número de asuntos siguen abiertos, como algunos problemas con las estaciones de radiotelevisión y nuestra necesidad de ver cómo las medidas temporales adoptadas por la ciudad afectan a la calidad de su aire". Sin embargo, aseguró que "en general estamos satisfechos y cuando los atletas, responsables deportivos, espectadores y periodistas lleguen a esta capital en las próximas semanas, no tengo duda de que quedarán impresionados cuando vean las cosas con sus propios ojos, y emocionados por la calidad de la bienvenida que el pueblo chino les dará".
La delegación de doce miembros del COI abordó esta semana junto al BOCOG varios aspectos de la cita olímpica como el deportivo, las instalaciones, el Olympic Green, los medios, las ceremonias de inauguración y clausura, la tecnología y las entradas, según indicó en un comunicado el COI. En la mesa estuvo también la plaga de algas que asuela la costa de Qingdao, donde se celebrarán las pruebas de vela, y al respecto, Verbruggen reiteró su confianza en que los organizadores hallarán una solución.
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Uno de los puntos en el que Pekín ha recibido más críticas ha sido en la escasa libertad de prensa que concede el régimen comunista. Las continuas censuras a páginas web, blogs y restricción de movimientos a los profesionales de la información son algunas de las denuncias que se han vertido contra el gobierno de Hu Jintao.
Por eso, hoy Pekín ha querido demostrar su buena fe con los corresponsales que acudan a los Juegos Olímpicos mostrando al mundo su su flamante Centro de Prensa (MPC, siglas en inglés) y su Centro de Retransmisiones (IBC, siglas en inglés) para los Juegos Olímpicos en una visita guiada que supuso la apertura formal de ambos edificios.
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En total, 21.600 periodistas acreditados trabajarán en ambos edificios, los cuales empezarán a ofrecer servicios durante las 24 horas a partir del 25 de julio en comparación con las 14 horas al día durante las que están abiertos desde hoy, cuando queda exactamente un mes para el inicio del evento deportivo.
El MPC, de 63.000 metros cuadrados, y el IBC, de 139.950, son las mayores instalaciones para la prensa que jamás haya ofrecido ciudad organizadora alguna. En su interior, además de todo lo necesario para trabajar, los periodistas tendrán desde una oficina de correos hasta una sala gratuita de masaje tradicional chino, además de una peluquería, un restaurante, una agencia de viajes, una farmacia, cibercafé gratuito o una biblioteca.
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Entre los voluntarios que colaborarán con los medios de comunicación internacionales hay estudiantes universitarios de seis universidades chinas y unos 300 extranjeros procedentes de diez universidades de Australia, Reino Unido y EEUU.