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La gran escapada que quería Cobo

La fuga inicial serenó al líder

L. J. MOÑINO

Y al kilómetro siete, Cobo descansó. Una fuga de 17 corredores acabó con todas las posibilidades de que Froome tendiera al líder una emboscada en los sprints intermedios para tratar de restarle segundos con las bonificaciones. Cobo vio marchar a los fugados encantado, invitados por Purito a seguirle la rueda en una escapada sellada con el plácet del Geox. Los Sky la admitieron porque probablemente maquinen algo para la etapa de este viernes, que encierra un par de trampas.

Detrás de Purito se fueron Paulinho, Pou, Kierlowski, Gavazzi... el ganador final en Noja. En un kilómetro ya casi habían metido 40 segundos al pelotón. La etapa soñada por Cobo, que tenía cuatro altos de tercera por delante, se gestó con rapidez. Luego fue cuestión de concederle a esos aventureros consentidos un tiempo que osciló entre los nueve y los once minutos. La foto del grupo del líder era el Geox con pedalada contenida. Una de esas marchetas que agradan a los corredores porque las pulsaciones y la cadencia de pedalada son constantes. Una pechada de kilómetros en los que los que ya no tienen nada que hacer hablan de lo divino y de lo humano sin miedo a que un arreón traicionero les interrumpa y les deje fuera de juego .

'Mis compañeros Brandle y Kozontchuk [le costó pronunciar los nombres] han hecho un gran trabajo para controlar la escapada', analizó el líder, que reconoció haber vivido una etapa menos movida de lo que esperaba: 'A pesar de esa escapada, no nos hemos desgastado demasiado y hemos salvado bien el día. Al final otros equipos se han puesto nerviosos porque sus líderes podían perder alguna posición en la clasificación y nos han echado una mano'.

La Vuelta atraviesa hoy el País Vasco 33 años después. La etapa entre Noja y Bilbao puede que se preste más a una emboscada en los sprints intermedios que la de ayer. El primero de los dos que se disputarán está situado a 19 kilómetros de la salida. Una oportunidad para ver la fortaleza del Sky, para saber si sus corredores están en condiciones de controlar la carrera para lanzar a Froome a por los primeros seis segundos en juego.

El segundo punto bonificado también tiene su punto traicionero. Está situado tras el descenso del primer paso por el alto de El Vivero, de segunda categoría. La segunda vez que se suba, ya a sólo 14 kilómetros de meta, puede que sea la última gran bala que le quede a Froome para desbancar a Cobo con un ataque en alto.

 

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