Gradas casi vacías en el estadio Luzhniki
En las primeras jornadas del Mundial, los atletas han desarrollado sus pruebas casi en solitario, prácticamente solo con la compañía de los periodistas
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Los atletas volvieron a competir el lunes en un semivacío estadio Luzhniki de Moscú, en el tercer día del mundial de atletismo en el que la falta de público se ha convertido en un tema tan importante como la evolución del campeonato.
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"Está muerto, no hay ambiente", dijo el campeón olímpico dominicano Félix Sánchez a los periodistas tras ganar el lunes una eliminatoria de 400 metros vallas. "Es como el día y la noche si se compara con Londres el año pasado", dijo respecto a los Juegos Olímpicos de 2012 donde 80.000 aficionados jalearon su victoria. Pero Sánchez dijo que la falta de público no perjudica su concentración. "Soy veterano. He estado en cuatro Juegos Olímpicos y en ocho mundiales, así que he aprendido a desconectar", dijo.
Tras el apoyo sin precedentes en Londres, donde cada día las gradas estaban llenas, muchos de los mismos atletas han desarrollado sus pruebas casi en solitario, solo con la compañía de los medios de todo el mundo para cubrir la cita que comenzó el sábado. Ni siquiera la presencia del nombre más grande de este deporte, Usain Bolt, y el espectáculo de los 100 metros del domingo pudieron convencer a la gente para salir de sus casas, y el jamaicano celebró su victoria en un estadio ocupado en dos tercios.
Las sesiones de la mañana, que consisten en eliminatorias y pruebas combinadas, son las más perjudicadas, y las gradas están prácticamente desiertas mientras los mejores atletas del mundo completan sus pruebas y el sonido de los altavoces hace eco a lo largo del gran estadio. Sólo unos pocos cientos de dedicados ucranianos, todos vestidos de azul o amarillo, encienden la atmósfera aplaudiendo con entusiasmo y animando a los atletas de su país, aunque sus estallidos aislados de ruido sólo sirven para poner de manifiesto el vacío que los rodea.
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El enorme estadio Luzhniki, que albergó los Juegos Olímpicos de 1980 y será testigo del Mundial de fútbol de 2018, tiene una capacidad de 81.000 personas, que se ha reducida a 50.000 para el Mundial de atletismo, con alrededor de 35.000 entradas disponibles para el público cada día. Los precios de las entradas van desde los 100 rublos (2,3 euros) hasta los 300 rublos para la final masculina de 100 metros lisos.
Los organizadores dijeron que habían vendido las entradas para el fin de semana final del 17 y 18 de agosto, cuando se disputarán las finales de relevos, pero su afirmación de haber vendido ya una media del 80% de las entradas parece fuera de lugar. El mes pasado, la Copa del Mundo de rugby siete tuvo lugar en un desértico estadio Luzhniki, pese a unas optimistas declaraciones sobre las ventas por parte de los organizadores.
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El plusmarquista mundial de salto de pértiga y vicepresidente de la federación mundial de atletismo, la IAAF, Sergey Bubka, culpó al tiempo cálido y húmedo de Moscú por la falta de asistencia esta semana. Sin embargo, el hexacampeón mundial confesó que cuando él competía, un estadio lleno alentaba a menudo a los atletas hacia mayores hazañas. "Si el estadio estaba vacío, me decepcionaba porque intentas hacerlo lo mejor posible y recibes una motivación excelente. Es fantástico ver el estadio lleno porque están detrás de ti, te ayudan", dijo.