El GP del Himalaya
La española afronta la subida del Sisha; la coreana, del Annapurna
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Teóricamente, Oh Eun-Sun parte con ventaja, pero en la montaña no existen certezas. Harta de esperar, la coreana salió ayer del campo 1 del Annapurna (8.091 metros) con la intención de dormir en el 2 y llegar hoy al número 4, situado a 7.200 metros.
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A unos 200 kilómetros, Edurne Pasaban llegó a la frontera de China con Tíbet. Una vez realizado el correspondiente y engorroso papeleo, pondrá rumbo al Sisha Pangma (8.027 m). Espera llegar al campo base (5.000 m) el lunes y atacar la cumbre de inmediato.
Sun (44 años) o Pasaban (36), la que antes llegue a su respectiva meta, se convertirá en la primera mujer en escalar las 14 montañas más altas de la Tierra. Siempre, claro está, que todas las hazañas de la ganadora sean certificadas.
La coreana ha decidido arriesgar porque, además del reto deportivo, le mueve el ansia de publicidad. Tras ascender en 1997 su primer ochomil, tardó siete años en subir el segundo, pero desde entonces ha esprintado hasta ponerse en cabeza ayudada por expediciones numerosas y potentes, pagadas con dinero de patrocinadores y, como en el caso del Annapurna, de canales de televisión.
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Pasaban es la primera mujer en escalar las 14 montañas más altas de la Tierra
La KBS de su país ha desplazado a 30 personas y tiene reservadas varias horas de satélite la mañana del domingo para, esperan, transmitir en directo la histórica cumbre de su compatriota.
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Sin embargo, las previsiones meteorológicas no invitan a tanto optimismo. De hecho, el resto de las expediciones que aguardan en el campo base del Annapurna calculan que no se podrá intentar coronar la montaña hasta, como muy pronto, el martes. Por eso han desestimado seguir a Sun en su apresurada carrera.
Esta circunstancia puede abrir el camino de la alpinista española hacia la cima. Pasaban y su equipo, aclimatados a la altura tras coronar hace una semana el Annapurna, tienen la idea de subir el Sisha será su quinto intento al estilo alpino: ascenso rápido, cargando con todo el material necesario y durmiendo donde cuadre, sin montar campos de altura. Por la cara norte y a todo trapo. La gloria aguarda.